Septiembre 5: la toma de rehenes será televisada

Durante la vigésima edición de los Juegos Olímpicos en Múnich, Alemania, el 5 de septiembre de 1972 quedó marcado en la historia cuando un grupo palestino ingresó al predio, secuestró a atletas y entrenadores israelíes y los tomó de rehenes. Un equipo periodístico del canal ABC, que realizaba la cobertura de la competencia, decidió hacerse cargo de la noticia y transmitir lo que sucedía en tiempo real. La película Septiembre 5, que estuvo nominada a los Premios Oscar este año, relata los hechos popularmente conocidos como “Masacre de Múnich”. 

La tensión constante que se vive al ver el largometraje traslada a cualquiera a la piel de los periodistas que, sin estar especializados en la temática, no dudaron en transmitir más allá de las complicaciones que les pudo generar. Desde el vamos, su injerencia en comunicar la noticia era debatible, ya que ellos pertenecían a la sección deportiva del canal, pero al ser los únicos que se encontraban en el sitio tomaron las riendas del asunto. Además, debieron sortear obstáculos normativos y logísticos: por ejemplo, la policía había cerrado todo el predio y no dejaba ingresar a nadie externo.

Sin embargo, gracias a su compromiso periodístico, 900 millones de personas fueron testigos a la distancia. Fue la primera vez en la historia que se televisó en vivo un atentado terrorista, marcando un hito para el rubro. El conflicto palestino-israelí estaba en el centro del debate nuevamente, pero cobró una atención mayor al haber involucrado a atletas que nada tenían que ver, y sobre todo tratándose de un evento como los Juegos Olímpicos. El grupo que secuestró era denominado “Septiembre Negro” y con su acto reclamaban que Israel liberase a más de doscientos palestinos detenidos. Ante la escalada internacional de la violencia, otra vez, terminaron pagando quienes sólo intentan vivir sus vidas en paz. 

Un aspecto destacable del film tiene que ver con la puesta en escena y el montaje, que trasladan de inmediato a la audiencia a la década del ´70 dada la óptima recreación. Los equipos de cámara antiguos, las vestimentas y los sets que presumen ser los estudios televisivos de antaño generan la inmersión y, por momentos, hacen olvidar que sólo se está mirando desde afuera. 

A pesar de no haber ganado, Septiembre 5 estuvo nominada a los Premios Oscar por Mejor Guión original. La película no ficcionaliza ni vemos las caras de los perpetradores, ni de las víctimas. No muestra sangre o muertes. Es una apuesta distinta, discutible o no. En su lugar, prioriza el sentimiento y la presión de periodistas que debían decidir en segundos qué informar y cómo hacerlo. Marcaron un antes y un después tanto en la historia de los Juegos Olímpicos como del periodismo.