Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
Por Belén Ruiz Diaz
Hoy, 25 de noviembre, es el día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en memoria del asesinato de las Hermanas Mirabal de República Dominicana, activistas políticas, por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillo. En nuestro país, año a año, la violencia contra las mujeres tiene más lugar en la agenda pública. A raíz del movimiento “Ni Una Menos”, que tuvo su primera marcha en el año 2015, se impuso el tema que, hasta ese momento, estaba invisibilizado.
En el año 2009, el Estado argentino sancionó la Ley 26.485, llamada “Ley de protección integral para las mujeres”, que tiene como objetivo “prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. La aprobación de esta ley significó un avance en la concepción y orientación para el abordaje integral y la lucha contra la violencia hacia las mujeres; además, permitió visibilizar los distintos tipos de violencia machista y las modalidades en las que suceden.
En el artículo 5 de la ley, se mencionan dichos tipos de violencia: física, mediante un maltrato contra el cuerpo de la mujer; psicológica, a través de palabras que causan daño emocional; sexual, ya sea con o sin acceso genital pero que implique una vulneración en todas sus formas; económica y/o patrimonial, que busca ocasionar un menoscabo en los recursos de la mujer; simbólica, mediante patrones estereotipados, mensajes o valores que reproduzcan desigualdad y discriminación entre las relaciones sociales; y la participación política que busca obstaculizar o restringir el ejercicio político de la mujer en asuntos públicos y políticos en condiciones de igualdad con los varones
Por otro lado, en el artículo 6 se mencionan las modalidades en las que suceden: doméstica, que es aquella ejercida en el ámbito familiar; institucional, realizada por funcionarios, personal o profesionales pertenecientes a un órgano público; violencia laboral, ejercida en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que ocasiona un acceso al empleo; reproductiva, que atenta contra la libertad de decidir libre y responsablemente el intervalo o números de embarazos; obstétrica, muy visibilizada en el último tiempo, que es aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres; y la violencia mediática, que se basa, por ejemplo, en la difusión de fotos o mensajes íntimos a través de cualquier canal de comunicación.
Si bien la ley se sancionó hace 11 años, la violencia hacia las mujeres está más presente que nunca: según el Observatorio de violencias de género “Ahora que si nos ven”, desde el 1 de enero al 20 de noviembre, se cometieron 265 femicidios. Las estadísticas demuestran que el hogar sigue siendo el lugar más inseguro para las mujeres, ya que el 64.5% de los femicidios se cometieron en dicho lugar. También se observa que los femicidas, en su mayoría, pertenecen al círculo más cercano de la víctima, ya que son parejas, ex parejas y conocidos, como vecinos.
Laura Rothberg, integrante del organismo, expresó recientemente que “el femicidio es el último eslabón en una cadena de violencias” y que la violencia de género es un problema social, cultural y estructural que debemos erradicar como sociedad. Por otro lado, mencionó que es fundamental que “los funcionarios judiciales y los miembros de las fuerzas de seguridad estén capacitados con perspectiva de género porque es la única forma de que realmente puedan dimensionar la problemática”.
Se avanzó con la implementación de políticas de género en nuestro país, sin embargo, todavía falta mucho camino por delante, ya que los femicidios no bajan y las mujeres siguen siendo violentadas. Hay que establecer, en comunidad, un compromiso para frenar esta pandemia que arrastramos desde hace años y todavía no podemos erradicar.