El neoliberalismo avanza, las mujeres ponen el pecho
Por Josefina Figueroa
Es destacable que la creciente articulación entre mujeres tenga lugar en medio del avance neoliberal que sacude al continente y parte del mundo. Las políticas de estado en materia de género están siendo pisoteadas al igual que muchos de los derechos conquistados durante los últimos años. Los resultados del paro demuestran entonces que la solidaridad de género se extiende a la de clase, y pone en discusión muchas verdades establecidas. El movimiento de mujeres organizado tiene claro que el camino a seguir es contraproducente y parece dispuesto a torcerlo.
Recientemente, EEUU marcó el rumbo con la asunción de Donald Trump, provocando una marcha femenina histórica en contra de su discurso misógino y racista.
Algo similar sucede en nuestro país. En octubre pasado, el colectivo “Ni Una Menos” organizó un paro nacional. Sindicatos, centros de estudiantes, organizaciones políticas y mujeres autoconvocadas se apropiaron de una medida histórica del movimiento obrero con gran adhesión. Meses después, “La Casa del Encuentro” informó que en Argentina una mujer muere asesinada cada 18 horas. Esto es producto de una cadena de desigualdades y discriminaciones difíciles de desarmar.
El relato de los medios es violento. Coloca los abusos del patriarcado en el orden de lo patológico, ocultando el carácter social y cultural de la problemática. También, reproduce detalles escabrosos, re-victimiza a las denunciantes y las responsabilizan por haber sido objeto de violencia: ¿Y vos qué hacías para que te pegara?
Mientras tanto, el gobierno recorta presupuesto para el Consejo Nacional de las Mujeres, y luego aplica el “errorismo de estado”, declarando que fue una falla del sistema.
Estos factores explican la contundencia con la que marcharon las mujeres argentinas, así como también las consignas:
-Paramos por ser parte de una historia colectiva de luchas y porque entendemos a las mujeres como sujeto político
-Paramos contra el ajuste, los despidos y todas las formas de violencia laboral y económica que empobrece principalmente a las mujeres
-Paramos porque necesitamos que el aborto sea legal, seguro y gratuito.
-Paramos para que no se criminalicen nuestros cuerpos y decisiones
-Paramos por una Educación Sexual Integral
-Paramos en defensa de las disidencias sexuales y de género
-Paramos para que se aplique la Ley de Cupo y de Cupo Laboral Trans. También por la ley de Identidad de Género y la de Reparación Histórica
-Pararamos para decir basta de femicidios
Vale agregar que pararon porque se necesitan vivas para enfrentar la violencia de un estado ausente. Ojalá, la sororidad contribuya a la construcción de alternativas políticas lo suficientemente sólidas para desarticular el modelo de “la no-política”.