Flavia Delmas: "Desde el primer 'Ni Una Menos', hace 7 años, se dieron cambios muy profundos"
Por Ludmila Sueiro
Flavia Delmas, Subsecretaría de Políticas contra las Violencia por Razones de Géneros de la Provincia de Buenos Aires, conversó con la AGENCIA PACO URONDO en el marco de un nuevo aniversario del Ni Una Menos y a raíz de los datos publicados por el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de la Nación.
AGENCIA PACO URONDO: Se conocieron los números de femicidios en Argentina, ¿cómo ve la situación en la Provincia de Buenos Aires donde el promedio por habitante es bajo pero si se tiene en cuenta la cantidad de casos es la más alta?
Flavia Delmas: La provincia de Buenos Aires siempre ha tenido una cantidad de femicidios que rondan en 100 femicidios anuales. Este año la baja es significativa, siguen siendo una cantidad importante pero el descenso es importante. Lo que hay que ver en relación a este año, pero también hay que entender que son cuestiones a ver a largo plazo. Pero lo que vemos este año es que se están sosteniendo la cantidad de femicidios que tuvimos el año pasado 2021.
Cuando nosotras llegamos a crear el Ministerio nos encontramos que, en relación a femicidios, no solo no había acompañamiento a las familias que también son víctimas, sino que no había intervención en las causas, no había registro. Por lo tanto, lo primero que hicimos fue armar una guía para intervenir cuando hubiera femicidios, travesticidios y transfemicidios. A partir de esta guía, se comienza en la recepción del caso en comunicación con la fiscalía donde trabajamos en conjunto con el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Justicia. Luego, realizamos un acompañamiento de las causas, donde nosotras hacemos un trabajo solo de acompañamiento en algunas y en otras realizamos presentaciones de escrito. Junto con esta guía por un lado, se creó un subsidio para familiares o allegados de las víctimas y, por otro lado, un registro propio. Este registro propio de un organismo de la Provincia de Buenos Aires, es el que toma por primera vez la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia.
APU: ¿Cuál es la manera de reforzar la atención en violencia de género?
F.D.: Nosotras tenemos el programa Comunidades Sin Violencias que destina recursos de manera directa a los municipios y en una de las líneas fomenta la generación equipos municipales e interdisciplinarios. Para este programa, se tomaron cerca de 500 profesionales en 110 municipios y 160 personas administrativas para fortalecer los equipos que atienden violencias en casi toda la provincia de Buenos Aires. También, desde que se creó el Ministerio de Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual hasta la actualidad, hubo un fortalecimiento de los equipos provinciales. En este sentido, se ha creado un equipo de enlace territorial con 30 profesionales, el programa Comunidades Sin Violencia, el Programa Salidas de las Violencia. Es decir, no solamente el fortalecimiento de los municipios en cantidad de profesionales sino también de instrumentos, como por ejemplo, la matriz para evaluación de riesgo que se creó el año pasado, a través de un decreto, de situaciones de violencia. Además, tenemos la Dirección Provincial de Casos Críticos y Alto Riesgo en distintas situaciones y llegó el año pasado a 5.000 casos. Esta es solo una parte porque hay todo un sistema integrado de políticas públicas que tiene 15 componentes donde se trabaja desde prevención, la asistencia, todo el proceso de salida y la reparación.
APU: Estamos cerca de un nuevo aniversario de Ni Una Menos, ¿Cómo podría caracterizarse el camino recorrido en estos siete años en la Provincia de Buenos Aires?
F.D.: En estos siete años se han producido cambios muy profundos. Cuando se dio el primer Ni Una Menos, no teníamos todavía un plan de acción a nivel nacional para combatir las violencias pero había programas como el Ellas Hacen o las Escuelas Populares de Géneros que estaban presentes. Luego con el macrismo esos programas se destruyeron o siguieron de manera muy acotada. En provincia de Buenos Aires, hubo un retroceso muy importante ya que se pasó de tener una Subsecretaría, que estaba en la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos de ese entonces, a ser un Instituto pero con el rango de Dirección Provincial. En este mismo momento, también se daban otras cosas ya que desde el 2015 en adelante tuvimos la creación del Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de la Nación, la Oficina de la Mujer de la Corte, la fiscalía oficializada de la Mujer, es decir, se crearon ámbitos que generaron una protocolización alrededor de las Universidades, de los Sindicatos. Después de ese primer 3 de junio pasaron muchas cosas, estuvieron los 8 de marzo, con el primer paro de mujeres al gobierno de Mauricio Macri, la ola verde que contribuyó, etc. dio cuenta de un sujeto político activo a través del movimiento feminista, y a nivel institucional, la conquista de los ministerio. Esto último se da también porque hubo un gobierno que supo leer lo que se estaba demandando desde el movimiento feminista.
APU: ¿Cuál es la perspectiva a futuro?
F.D.: Pensando en el futuro nosotras tenemos algunas cuestiones pendientes, que se están caminando como una ley integral que se está caminando en la provincia porque todavía tenemos una Ley de Violencia Familiar que es del año 2000. Así que estamos trabajando hace tiempo para presentar desde el Poder Ejecutivo al Poder Legislativo. Otra deuda pendiente es en relación al Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires tiene una mesa de género pero necesita un espacio u órgano centralizado de políticas de géneros dentro de la Corte, y esto es muy significativo a cómo se llevan adelante las acciones en el Poder Judicial. También creo que tenemos que ir por más política pública, porque todavía nos falta mucho. Hay que desarrollar sobre todo programas en relación al trabajo y la igualdad porque las salidas de la violencias se dan si hay políticas fuertes en relación a la igualdad de géneros y al acceso al trabajo.
Además venimos desarrollando una política de reparación que tiene dos aspectos, por un lado, fortaleciendo la salida de las violencias con el programa Mar para Todas, que lo iniciamos en el verano tímidamente pero ha tenido un impacto enorme en los municipios y sobre todo hemos visto cómo resulta en quienes viajan. Esto nos da la posibilidad de pensar las salidas de las violencias desde otro lugar. Hay otros dos programas, uno es el Yendo que es el trabajo con relación a las violencias con jóvenes; otro es el programa Mariposas, que lo trabajamos con familiares víctimas de femicidios, travesticidios y transfemicidios donde hacemos señalizaciones, dando cuenta de la necesidad de una memoria colectiva en relación a estos temas. Aquí hay un aprendizaje muy grande desde el área de Derechos Humanos, sobre todo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que siempre han hecho pedagogía en relación a los derechos humanos. Esto nos permite trabajar con jóvenes la posibilidad de construir el Nunca Más y, al mismo tiempo, trabajar con familiares para que puedan tener espacios de organización de reafirmación de sus luchas y propositivos para la acción, sobre todo de mantener viva la memoria.
Otro lineamiento es el registro único de casos en los municipios, ya lo tiene Berisso y lo va a tener San Vicente y, de a poco, se van a ir sumando más municipios. Tenemos una ampliación del número de tobilleras y el trabajo en los hogares. Es decir, hay una serie de políticas desplegadas que nos permiten decir que estamos en condiciones muy diferente de las que empezamos. Inauguramos el programa Pueblos, para que se generen mesas que trabajen la violencia y que estén articuladas con la mesa intersectorial provincial. Siempre hablamos de redes y de acciones que son articuladas entre distintos espacios.
Tampoco hay que olvidar la línea 144 y la presencia del whatsapp, no solo en PBA sino en casi todos los municipios, nos permite que los equipos puedan hacer alguna intervención y que se deriven los casos de alto riesgo se siguen con Casos Críticos y con Salida de las Violencias después. Cuando miramos para atrás, vemos que en dos años y medio se ha hecho lo que no se realizó en años y años en la provincia de Buenos Aires. Hay un fortalecimiento en los territorios, en los dispositivos municipales y provinciales enorme.