Premios Nobel: no faltan candidatas, sobran conservadores
Por Nicolás Adet Larcher
Los galardones creados en 1901 llaman la atención de la prensa internacional por la importancia de sus premios, que reconocen a distintos autores e investigadores en categorías que van desde la economía hasta la física, la medicina o la literatura. Ganar un premio Nobel es acceder a un lugar de privilegio y reconocimiento instantáneo por parte de los pares y del público en general.
Sin embargo, la academia tiene sus puntos oscuros. El más cuestionado tiene que ver con la escasa participación de mujeres en las premiaciones del Nobel. En 116 años de historia apenas unas 49 mujeres fueron distinguidas en las distintas categorías mientras que, por otro lado, cerca de 847 hombres se alzaron con el galardón. Una cifra completamente desproporcionada.
En algunas categorías se observa una desigualdad más marcada que en otras. Por ejemplo, los últimos 116 años apenas fueron reconocidas 12 mujeres por sus investigaciones médicas mientras se premiaba a 202 hombres en la misma categoría. En la categoría de Química, fueron premiadas 4 mujeres frente a los 174 hombres que obtuvieron el mismo reconocimiento.
Un dato histórico a tener en cuenta: la división entre premios en conjunto y premios en solitario. Una de las mujeres más destacadas en la historia del Nobel fue Marie Curie. En 1903, cuando Curie obtuvo el premio Nobel, no lo recibió sola. Su marido Pierre también fue reconocido junto con ella en la misma ceremonia y por el mismo mérito. En la actualidad, si bien comenzaron a tener más protagonismo algunas escritoras e investigadoras en solitario, todavía cuesta colocarlas en roles más destacados dentro de las ceremonias. Esto se reflejó en el año 2009, cuando por primera vez en la historia una mujer fue reconocida con el Premio Nobel de economía. Sin embargo, Elinor Ostrom no recibió sola la distinción, sino que también compartió el premio con Oliver Williamson, quien fue el que se llevó la atención de gran parte de los medios.
Si miramos hacia otra parte del mundo, podremos observar que solamente dos mujeres de origen hispano obtuvieron el nobel: Rigoberta Menchú y Gabriela Mistral. Esto también deja en claro que muchos de los reconocimientos van para lugares como Estados Unidos o Europa.
Analizando parte de la historia de los premios Nobel, también podemos ver que 2009 fue el año donde se premió a la mayor cantidad de mujeres. Ese hecho, no provocó ningún cambio en los mecanismos utilizados para otorgar los premios. No faltan candidatas, por el contrario, muchas mujeres realizan investigaciones trascendentes en todo el mundo. Sin embargo, no todas pueden ser visibilizadas y tampoco hay una predisposición por parte de ciertos sectores conservadores para hacerlo.
El mayor problema tiene que ver con las posibilidades. Una mujer - en general - tiene que capacitarse mucho más que un hombre para acceder a los mismos puestos de trabajo a los que un hombre accede sin mucha preparación. Y si esa mujer quiere escalar posiciones una vez establecida su base laboral, la tarea se complica aún más. En ese contexto, muchas veces los equipos económicos o médicos colocan hombres a la cabeza, evitando que muchas de las mujeres que trabajan en los mismos ambientes y al mismo nivel puedan destacarse.