Fuerte denuncia de Mauricio Macri: “Seño, Bolsonaro me copia”
Por Groncho Mars / Ilustraciones: Leo Olivera
“Vos sabés que la gente me pregunta qué es lo que hace Groncho cuando no está escribiendo”, me dice Gregor. Podría responder que entablar un debate ameno con aquellos que no entienden el trabajo que venimos realizando y reducen la comprensión de la realidad al rechazo constante de las propuestas de cambio que se intentan llevar adelante, pero mejor quedarse callado y arrancar porque mi inefable amigo asegura tener pruebas que comprometerían la templanza con la que digo dialogar...
Se desdice la coartada de la noche, señor juez
El presidente Alberto Fernández presentó el proyecto de reforma judicial y, como no podía ser de otra forma, provocó el reclamo de gran parte de la oposición. Eso no sería novedad si no fuera que Juntos por el Cambio, en defensa de esa consigna que reza “Patria es no a lo que diga Alberto o Muerte”, sacó un comunicado en el cual rechazaba la propuesta… ¡un día antes de conocerse! Si eso no es política de anticipación, no sé qué lo es. Al ratito nomás se produjo un cacerolazo tan espontáneo que fue convocado como 12 horas antes de que el presidente hablara y cuyo argumento de protesta sería algo así como que la idea de poner en marcha el sistema acusatorio, la quita de poder y protagonismos de los magistrados, la reformulación de la figura del arrepentido y la redistribución del sistema federal perderían toda legitimidad, porque entre los 11 asesores del Consejo Consultivo estaría el abogado de Cristina y eso sería prueba suficiente para demostrar que lo único que se busca con todo esto es consolidar “la impunidad” de la vicepresidenta. Esto estaría confirmado por Patricia Blanco, de Infobae, quien supo que los 11 juristas se reúnen por whatsapp a través de un grupo que se llamaría “la comisión Beraldi”. Es gracioso que en el cuerpo de la nota hable del malestar que tienen los juristas por ser colocados de un lado de la grieta cuando, desde el título, se la está alimentando. Días después, se realizaron dos manifestaciones. Una, de los libertarios anticuarentena, que a su lista de reconocidos reclamos ahora le agregaron el “no queremos reforma judicial y coso”; y otra para recordar el aniversario de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y pedir la aparición con vida de Facundo Castro. ¿Adivinen a cuál de las dos reprimió la policía de Horacio Larreta? Aclara un poco el panorama que, para La Nación, sea Cristina la que criticó al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y que ellos, sobre el tema, no tengan nada para preguntar. Clarín redobla la apuesta y, con un encomillado, deja en duda de que sea represión. Así estamos.
Podemos ser héroes, sólo una vez
Además de la propuesta para avanzar con la reforma judicial, se tomaron varias decisiones relevantes dentro de la coalición gobernante. El presidente Alberto Fernández anunció la derogación del DNU nº 522 que había dispuesto la intervención de la cerealera Vicentin. Los dueños de la empresa difundieron un comunicado donde hablan de “persecución política”. Desde la provincia de Santa Fe le contestaron que “nosotros nos retiramos de la negociación para que no sientan que los perseguimos políticamente, ahora va a ser interesante saber si el pedido para que presenten el balance 2019, el peritaje de las falseadas cuentas de los directivos y el interés de cobrar la deuda por parte de los proveedores y del Banco Nación, serán rechazados por estos tipos con el argumento de que es una persecución judicial”. Mientras tanto el ministro Martín Guzmán demostró, una vez más, ser mi mejor alumno: ante el rechazo en repetidas oportunidades por parte de los fondos buitres de lo que era la última propuesta, confirmó que el gobierno analiza extender el plazo del canje hasta que haya una más última que estos muchachos se vean obligados a aceptar, sin que sea al revés. A seguirla remando, hasta que aclare. Y parece que aclaró pronto porque, como dice el poeta, esto se reescribe antes de que lo termine de escribir. Sólo un par de días después, el ministerio de Economía informó que todo está encaminado para un acuerdo con los bonistas que amenazaban hacer saltar las negociaciones por el aire y acá debo ser sincero: cuando vi que los tres puntos de diferencia en el valor de pago entre el gobierno y los acreedores se dividió por la mitad no sabía si festejar, me sentía como los hinchas de fútbol yankis en el mundial que se realizó en su propio país, que ante un empate en primera ronda se quedaban esperando que definieran el partido con algo, penales, un pan y queso, una moneda, lo que sea. Después entendí que se aplicó el mismo método que con el tema del covid: ganar tiempo llevando los plazos más lejos, arreglar una quita y los intereses por un porcentaje que te permita crecer, poner esa diferencia a producir con trabajo y así tener con qué enfrentar la parte más dura cuando llegue el pico de la pandemia macrista. Ver a varios adalides que tuvieron calzado el mismo saco y se lo mancharon con dos pizzas, como Alfonso Prat Gay, rumiando que se pudo obtener una mejor negociación, me hace sentir que vamos por el camino correcto. Por supuesto que esto hizo pasar desapercibido de que en la provincia de Buenos Aires renunció Mario Braudy, el jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Seguridad. “Me quedé sin mi mano derecha”, habría afirmado Sergio Berni y aquellos que lo escucharon se preguntaron, por lo bajo, que “cuál de las dos”.
Aprendiendo a volar
A todo esto, en el plano internacional, Jair “te vendo la hidroxicloroquina” Bolsonaro fue anoticiado de que la Justicia de Brasil le abría una causa por espionaje ilegal a opositores, algo así como 579 funcionarios de seguridad federales, estatales y maestros identificados como miembros del movimiento “antifascista”. Esto habría despertado el profundo rechazo de Mauricio Macri. “Yo hago ravioles, el hace ravioles. Espío a mis rivales, el espía a sus rivales. Me investigan por eso, a él lo investigan por eso. Esto agota”, le habrían escuchado decir aquellos quienes compartieron el avión que lo trasladó a Francia. Alguien, viéndolo muy feliz con su familia, le preguntó si le quería dar su teléfono para sacarles una foto y éste le habría contestado que “no se lo di a la jueza Servini de Cubría, mirá si te lo voy a dar a vos”. “Bue, ni que el pasajero fuera un carpincubano disfrazado”, apunta Gregor. Yo, por las dudas, miré para otro lado. Luego de unos días en Francia, el presidente de la Fundación FIFA se dirigiría a Suiza para encontrarse con el presidente de la entidad madre del balompié justo en el momento que a Gianni Infantino se le abre un proceso penal en su contra por encontrase en privado con el fiscal del “FIFAgate”. Una vez más, el papá de Antonia, desplegando su olfato goleador. Aunque ya corren rumores de que (y lo dicen tocándose el izquierdo o la izquierda) estaría siguiendo los pasos de Carlos Saúl 1ro. Lo cierto es que apenas pisó el aeropuerto Charles de Gaulle, afirmó que “acá se vive en libertad y con responsabilidad”. “Nunca se puede tener todo”, habría dicho a sus no tan allegados, “si me quedó acá, tendría que actuar con responsabilidad. Y si sigo en la Argentina, parece que me voy a quedar sin mis libertades”. Hablando de libertades, el rey de España, Felipe VI, hizo pública la carta de su padre Juan “por que no te callas” Carlos I, en donde le comunica que “con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”, “te comunico mi meditada decisión de trasladarme”. Según bajas fuentes palaciegas, seguirían un par de líneas tachadas en las que se leería “es por eso que me voy a otro lugar donde lo obtenido por mi afán de servicio no me sea reclamado en forma pública y siga formando parte de mi vida privada”. En seguida se levantó una alarma generalizada porque se corrió el rumor de que vendría a la Argentina y todos empezamos a sospechar que era una venganza de Europa porque le mandamos a Mauricio, pero no, su destino final parece ser República Dominicana.
Un manual de ida, manual pa´volver
Lo cierto es que todo lo comentado anteriormente sobre el presidente de la Fundación FIFA sería un simple “tinglado” para ocultar la verdadera razón que lo depositó en la tranquilidad de esas tierras: Macri contó que se llevó “los dos últimos capítulos de su biografía personal para leer y terminar de corregir”. Como es un trabajo que sobrepasa sus capacidades (sólo cabe recordar sus discursos o las respuestas a algunas preguntas para las que no estaba coucheado), lo estaría escribiendo bajo el asesoramiento de su exministro, luego degradado a exsecretario Pablo Avelluto, cuya relación con la escritura, además de la empresarial, se resume a la publicación de polémicos tweets. Fuentes pocos confiables aseguran que Macri lo hace con la secreta esperanza de poder presentarse al renovado concurso del FNA y, como puede hacerlo con el formato de novela gráfica, ganarlo. “A mí me va de maravillas contar mi historia con dibujos y globitos”, habría confesado. Las malas lenguas dicen que la autobiografía se llamaría Sincericidiamente, pero no hay que hacerles caso, vieron como son las malas lenguas. Lo que no sabe es que puede tener competencia desde sus propias filas, ya que el congresista Esteban Bullrich habría tirado unas líneas de fantasía pura que, por lo menos, lo pondrían entre los finalistas. “La extensión de la cuarentena me genera frustración. El camino debería haber sido frenar la circulación del virus y no la circulación de la gente porque además la cuarentena así cómo está deja a la economía muy complicada”. Cómo hacer para frenar la circulación del virus sin frenar la de la gente es un as bajo la manga que parece, una vez más, se piensa guardar porque todavía no sabe si se va a presentar con este relato o con su famoso poema “Yo te amo mamá (como nadie lo hará)”. Viendo que la ocasión lo permitía, aprovechó para afirmar que estaba en contra de la ley del trabajo, en contra de los que criticaban a Macri por su viaje a Francia, en contra de la estatización de Vicentin, en contra de una reforma judicial que no salga por unanimidad y en contra de la moratoria que se aprobó en el senado. Con esa cantidad de contras uno se pregunta si afirmar que Bullrich es un hombre PRO no encierra en sí mismo un oxímoron. Aunque el PRO, de por sí, lo es. “Lo que pasa es que hay un sector del gobierno que sólo quiere imponer”, afirmó el senador. “¿Cuál sería?”, se atrevió a preguntar alguien. “¿Todos?”, habría sido su respuesta.
Di sis di end
Pero ninguna de estas delirantes noticias se ganan el título de la destacada de esta semana. Y si bien ésta también se refiere al humor, lo hace con lágrimas: la cadena Televisa decidió sacar del aire, luego de ininterrumpidas décadas, a la serie “El Chavo” y, por supuesto, todos sus derivados como “El chapulín colorado”, “Los chiflados”, entre otros. Si bien “lo sospeché desde un principio” de que el problema era todo por dinero, espero que los directivos y los herederos de Roberto Gómez Bolaños nos sorprendan diciendo que “se les chispoteó”, arreglen y pronto lo podamos volver a ver.