Jorge Lanata: "Sinovac, Sinopharm, cualquiera las confunde si estos chinos son todos iguales"
Por Groncho Mars | Ilustración: Leo Olivera
“¿Qué recordás haber visto en la tele y que hoy te hace decir con esto crecí?”, me pregunta Gregor. Antes de que me ignore como suele ser su costumbre, reacciono rápido y le contesto “Robotech”. “No está mal, aunque sea un híbrido. Yo puedo decir que hay un antes y un después en mi vida desde el día que en que vi por primera vez al topo Gigio”, aporta mi amiguito. Yo le digo que esa animación existía antes de que él hubiera nacido. “Te hablo del topo Gigio de Juan Román Riquelme. En estos días se cumplieron 20 años”, me retruca y si no le digo nada es porque me nació algo que se parece mucho a la envidia. Mejor empezar.
Que tu rabioso corazón me muestre todos los secretos
Una serie de sucesos bochornosos, por lo menos para los involucrados, tuvo lugar en el comienzo de esta semana. "Vos fijate que el gobierno decide dar una dosis de determinadas vacunas. Quizás, digo esto y no se nada de medicina”, aventuró Jorge Lanata, para luego completar “en el caso de otras vacunas como la de Sinopharm, que con la primera dosis solo tiene el 3% de efectividad, y la efectividad se completa hasta el 70 con la segunda, estoy citando cosas que escuché de científicos. ¿Qué hacés con la primera dosis? Es testimonial." Y, la verdad que testimonial es el tiempo que le dedicó a investigar, porque el 3% en la primera dosis corresponde a otra vacuna china, la Sinovac, que casualmente es la que se aplica en Chile y Jorge, entre otros, ponían como horizonte “que no supimos conseguir”. En cambio, la efectividad de la segunda dosis (que inclusive es superior al 70) sí pertenece a la vacuna que se está aplicando en nuestro país. “Sinopharm, Sinovac, ¿cómo querés que las distinga si estos chinos son todos iguales?”, se habría defendido el exconductor de Periodismo Para Todos que demostró, una vez más, ser un gran divulgador… de noticias falsas. Mucho mejor no le fue a Cristina Pérez, quien tenía como entrevistado al doctor Daniel López Rosetti. "Las dos millones de vacunas más cercanas que tiene Argentina por recibir son las de Sinopharm, la vacuna china que recibió Mauro Viale, y la que desde ese país dijeron 'la verdad, no es tan efectiva como pensábamos'. Es más, la primera dosis es muy poco efectiva, hablan del 3 por ciento de efectividad, nada, acá estamos hablando de dar una primera dosis", arrancó la conductora mientras el doctor la medía en silencio. A esta larga y lapidaria introducción que incluyó la insinuación de que Viale murió a causa de ser vacunado con algo deficiente, Rosetti la despachó afirmando “la primera respuesta que doy es que si me dan la vacuna y es la Sinopharm me la doy sin ninguna duda”, para luego explicarle que las estaba confundiendo y que ésta tenía un 80% de efectividad. Le juro que empecé a golpear el televisor porque pensaba que la imagen se había congelado en el mejor momento pero no, la que se había quedado tiesa era Pérez. Algo parecido le pasó a Patricia Bullrich quien tuiteó “expliquen por qué no compraron la vacuna de Pfizer, pero sí 4 millones de la China, que inmuniza a medias. ¿A esto llaman cuidar a los argentinos?”. Y, Pato, después de que nos enteramos de las condiciones que el laboratorio incluyó en el contrato con Brasil, yo te diría que sí. A nosotros nos gustaría saber por qué insisten tanto en adquirir una vacuna cuya compañía pide pago anticipado sin pautar fecha de entrega, que exige la pérdida de inmunidad soberana de un Estado ni se hace cargo de indemnizar a nadie por efectos adversos. Sin contar que no serviría contra la variante africana. Raschid tenía razón, Argentina está llena de lobistas de Pfizer y pareciera que firmaron casi todos para Juntos por el Cambio. Encima, un estudio conjunto del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Ministerio de Salud bonaerense, el Instituto Leloir, el Conicet y la Universidad Nacional de La Plata concluyó que una sola dosis de la vacuna Sputnik V genera anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2 en el 94% de los vacunados a los 21 días de haber recibido la primera dosis y en el 100% de los inmunizados con las dos dosis. Vayan a buscarla a las piolas. Ahora que lo pienso, es mucha gente confundiéndose al mismo tiempo. O están sincronizando las “metidas de pata” (por llamarlas de algún modo) o sólo debemos esta cadena de coincidencias al simple hecho de que todos ellos “leen Clarín”. Sólo sus titulares, ya que una vez más, “el gran diario argentino” dio clases de distorsión al presentar en tapa que “China admitió que sus vacunas contra el coronavirus tienen baja efectividad”. Recién cuando uno entra en la nota hace referencia a la Sinovac y aunque en su informe sólo ofrece datos de esta última, todo el tiempo habla en plural. Lo que tampoco le duró mucho, ya que a las horas, el director del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades desmintió esta información y aseguró que se trató de un malentendido.
Tengo que ordenar esta confusión
Como si no fuera suficiente, un diputado radical confundió una vocal y así le fue. Álvaro de Lamadrid vio una noticia sobre José Alperovich y decidió tuitearla, exagerando su aprensión. “Increíble lo que hizo el gobierno con el plan de vacunación. En un contexto en el cual compraron pocas vacunas fruto de una decisión política que privilegió la ideología y los negocios sobre la salud, sustrajeron vacunas violando su propia legislación”. Lo que se le salió de contexto a este legislador en su plan de vacunar al gobierno a través de una decisión política que privilegió mandar fruta, fue que la noticia sobre el senador aseguraba que encontraron en un campo de su propiedad 200 vacunos robados, no vacunas. “Está bien que por acá andemos metejoneados con eso de la ivermectina, pero no confundimos un macetero con el lobizón”, le habría aclarado un paisano. Y estos dirigentes aseveran que ellos hubieran manejado mejor la pandemia. Mamita. Debe ser por eso que, haciéndose eco del grito que pedía “déjennos comprar vacunas”, Diego Santilli arrancó gestiones para intentar conseguirlas. Mencionó posibles negociaciones con AstraZeneca, Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, aunque confesó que no tiene expectativas de obtenerlas a corto plazo. Por su parte, Daniel Stambulain se contactó con Pfizer y le dijeron que hasta julio, naninga. Después lo hizo con Moderna y si bien no le aseguraron para cuándo, obtuvo la promesa de empezar a conversar para adquirir 700.000 dosis. Cada vez me quedan menos dudas de que hay más posibilidades que Edinson Cavani venga a mitad de año a jugar a Boca a que estos muchachos consigan rápidamente lo que decían no les dejaban comprar. Igual, Juntos por el Cambio se reunió en forma virtual para cuestionar las “enormes deficiencias de la campaña de vacunación”. Con la ausencia de Mauricio Macri, la coalición quiso saber “por qué no tenemos más vacunas” y si bien no rechazó por anticipado la aplicación de nuevas medidas para evitar contagios, advirtieron “hay que priorizar y garantizar el derecho a aprender y a trabajar”. “Nos llevó 5 años entender que eso tenía que ser una prioridad, pero bueno, vamos aprendiendo”, dijo uno de los asesores de estos dirigentes. “Resulta inaceptable que después de haber concentrado la distribución y las compras de vacunas, el gobierno trate de desligarse de esa responsabilidad diciendo que las provincias podrían hacerlo”. Responsabilidad es la que le falta a esta gente. “Pero Patricia, si fuiste vos la que decía que no nos dejaban comprar las vacunas, ¿cómo vamos a poner esto?”, le habrían objetado a Bullrich. “He hecho cosas peores y sigo mucho más arriba que ustedes en las encuestas. Si hasta nos fuimos de gira por la libertad a Formosa cuando casi no tenía casos, ahora hay a montones y la gente le sigue echando la culpa a Isfrán, no a nosotros. ¿Cuándo van a aprender? Y no sacamos más rédito porque ustedes son unos moderados amantes del condicional simple, la que iba ahí no era un tibio ‘las provincias podrían hacerlo’ sino que ‘la ineficiencia nacional obliga a las provincias a tener que arreglárselas por su cuenta’. Eso es respuesta, pechos fríos”, habría sido el comentario de la exministra que no permitió cerrar un documento más contundente. No porque les haya molestado el exabrupto, sino porque unos cuantos todavía están averiguando qué quiso decir con “moderados amantes del condicional simple”. Eso sí, no quieren cerrar las escuelas, no quieren restricciones nocturnas, pero suspenden las elecciones de su propio partido en Córdoba. Más cínicos, no se consigue.
Se va poniendo calentito el aire, pide más y más
Mientras tanto, la Cámara de Casación hizo lugar a un planteo de Cristina Kirchner y la sobreseyó en la causa conocida como “dólar futuro”, un caso que había sido elevado a juicio hace muchos años y que terminó con un fallo por unanimidad alegando algo que sabíamos todos: la inexistencia de delito. Bah, todos no, porque tanto Clarín, como Infobae, La Nación y sus satélites hicieron hincapié sobre el “duro” discurso que la vicepresidenta realizó por video conferencia anteriormente, alimentando la voraz ansiedad de sus lectores para que estos lleguen solitos a la conclusión de que CFK quedó absuelta porque apretó a los jueces. Clarín fue más allá. Habla tanto o más de lo actuado por el fallecido juez Claudio Bonadío que por los jueces de esta cámara. “El plan maléfico está dando resultado”, me dice un directivo del gran diario. Ante mi pregunta de cuál sería, se explaya. “Mirá, Groncho, hoy todo lo que va a parar a un hospital o un sanatorio y lamentablemente fallece, lo hacen pasar por covid 19, para cobrar el dinero ese del coso que le dan (sic) y así mandar los aviones a Rusia que quién sabe lo que llevan y lo que traen, pero es seguro que con Aerolíneas Argentinas van a pagar la campaña de Máximo para presidente con el único objetivo de lograr que Cristina quede libre de culpa y cargo de todas las acusaciones”. Se imaginarán que inmediatamente le pregunté si estaba seguro de lo que decía para tirar semejante bomba. “Nos la pasaron por tuiter, pero lo estamos chequeando”, me contestó, “y esta vez va en serio. No estamos usando ni cheques sin fondo ni voladores”. Lo que pasó volando, en medio de todo esto, fue el ruido de la presentación del libro de María Eugenia Vidal, Mi camino. “Este libro no es un largo reportaje, no es un autoelogio, no es un relato detallado de la gestión, no es una autobiografía”, afirmó en las primeras páginas la exgobernadora. “Es más, lo estoy releyendo ahora y todavía no me atrevo a decir lo que es”, habría completado por lo bajo. “¿Qué tipo de líderes vamos a elegir en los próximos años? ¿Vamos a elegir figuras paternalistas, autoritarias o vamos a fortalecer los liderazgos moderados, que buscan el consenso, que son más cooperativos y que quieren dar respuestas reales?” se pregunta en las primeras páginas, para luego contestarse “yo elijo el segundo camino”, con lo cual estaría dando por sentado de que no volvería a votar a Macri. También, en el capítulo dedicado a reconocer “leves errores” que todo libro de quien intenta volver al ruedo político debe tener, analiza el choque con los docentes asegurando que fue “un error” ser “tan rígida” con la discusión salarial. “Me planté en un 15 % inicial pensando que iba a contener las expectativas inflacionarias” Y sí, Leona, la inflación de ese año terminó por arriba de un 50%, como que quedaste un poco lejos. “Yo no puedo hacer la autocrítica por Baradel ni por los dirigentes gremiales, pero puedo hacer la mía, y creo que como gobernadora no hice lo suficiente. No agoté todas las instancias de diálogo”, precisa luego. “Hay que cuidar a Vidal”, afirmó Elisa Carrió y unos cuántos allegados tienen la sospecha de que lo dijo porque terminó de leer el libro. Lo cierto es que, visto desde acá, el segundo camino tomado por la exgobernadora se parece mucho a una rotonda.
Una burla del destino, te puso en mi camino
Ante el avance de los casos y el salto exponencial de los fallecidos por covid 19, Alberto Fernández anunció nuevas restricciones para el AMBA y se armó una batalla campal virtual. No se podrá circular entre las 20 y las 6 de la mañana y las clases presenciales se suspenderán por 15 días, entre otras medidas. Ante lo cual Graciela Ocaña tuiteó “hay chicos llorando en muchas casas. No cierren las escuelas”, mientras Nicolás “inquieta poderes” Wiñazki tituló su editorial “Los chicos lloran”, dejando en claro cuál es la altura del debate que piensan presentar. Para elevarlo, Clarín sacó una nota donde se afirmar que si miente, miente por boca de otro al asegurar que “según el FMI, los niños que sufren el cierre de escuelas en la región percibirán salarios 4% menores en su etapa adulta". “Es comprensible que los periodistas de esta empresa se preocupen por la educación, día a día demuestran que operando mediáticamente son unos verdaderos maestros”, comentó Alberto Fernández. Para demostrar que Alberta es un desalmado, un adulto en La Nación le hace decir a un niño “soy Joaco, tengo 9 años y estoy estresado, señor presidente”. Es que estos muchachos creen que la única forma de ponerse a la altura de los chicos es caer lo más bajo posible, nivel salón de lactancia de un jardín maternal. En esto de agarrar el bisturí para diseccionar a gusto, Infobae no se quedó atrás. Tres veces cambió la bajada tratando de imponer la idea de que las Fuerzas Armadas van a controlar las calles. La acomodaron un poco en la cuarta, pero ni así dijeron la verdad. “Por primera vez el Ejército Argentino saldrá a las calles para colaborar con los controles sanitarios”, afirmaron, cuando lo que dijo el presidente fue que las fuerzas federales de seguridad se iban a ocupar del control y el ejército de la ayuda sanitaria. “Es que no nos entraba todo eso en la bajada e hicimos un combo con la frase”, me dice un jefe de redacción de este diario mientras se da vuelta y le grita al editor “¡hasta que escribas algo decente que no lo diga, pero sugiera que van a sacar el ejército a las calles, no te vas!”. Lo gracioso es que, en otra nota donde hablan del impresionante cacerolazo en Olivos que hicieron un puñado de personas, citan el textual del Fernández correctamente. Por cierto ¿Qué hacía ahí, Patricia Bullrich, queriendo copar la parada? "Yo sólo vine a cocinar al presidente y me encontré con esta cantidad de gente aquí", habría sido su explicación, la que supo rectificar: "a cocinarle, a cocinarle". En fin. Por suerte existe Marcelo Bonelli, esa clase de periodista de fuste que no anda con demasiadas vueltas a la hora de realizar “la pregunta que muchos se hacen”. Así fue cómo le inquirió a Agustín Rossi “¿Vamos a tener efectivos del Ejército, de las Fuerzas Armadas controlando, va a ver tanques, qué escenario vamos a tener?”. Sí, la pregunta que muchos se hacen… en los pasillos de TN. “No, los tanques los tenemos bien guardados”, le contestó el ministro de Defensa. “¡Que decepción!”, aseguran algunos que habría agregado Bonelli, pero que en televisión no se alcanzó a percibir. Eso sí, los gobernantes de CABA se mostraron molestos ante el anuncio. “No nos consultaron”, dijeron. Si, justo en esta no lo hicieron para comerse el garrón de tener que cerrar, solos. “Horacio se va a plantar discursivamente”, indicaron desde la sede de Parque Patricios. “Vamos a resistirnos”, bramó otro integrante del Gabinete de la Ciudad. Digresión: juro que las últimas líneas son textuales de la nota del diario La Nación. Y después dicen que es el matutino mejor escrito. Si hasta parece que me estuvieran copiando los remates. Así no se puede. Vuelvo. Si bramás no te podés resistir discursivamente, seamos serios. Jugate con algo. “Pero te estamos diciendo que nos vamos a plantar”, me reprocha el mismo integrante del gabinete que hablo con La Nación, “si hasta llamamos en carácter de urgente al rabino Bergman para que nos asesore”. “Esto no se resuelve con decisiones sorpresivas e inconsultas, sino avanzando con un plan de vacunación rápido y transparente”, se quejó Horacio Rodríguez Larreta que esta semana fue denunciado por la vacunación vip de la cúpula de una empresa aportante del PRO. “No debe ser sorpresa para nadie de que si tu aporte es transparente para con nosotros, avanzamos con el plan y te vacunamos rápido”, habría aclarado por lo bajo. Lo cierto es que lloró, pataleó, jugó mirando a la tribuna para luego llevar su resistencia discursiva al final más cantado de esta historia: va a judicializar la decisión del presidente. Ahora, que Clarín protege al mandatario porteño no es ninguna novedad, pero ¿hacía falta sacar una nota con las declaraciones del pelado en Olé, el diario deportivo del grupo? Claro, saben que muchos de sus lectores no te leen una nota de campaña si no la metés entre las de fútbol. Después Wiñaski le pregunta a De Pedro por qué querríamos inventar algo así. Increíble. Lo cierto es que Larreta le pidió al presidente reunirse para revisar el "cierre de las clases presenciales" porque tenía los datos duros aportados por Soledad Acuña de que "la contagiación en las escuelas es bajísima" y Alberto aceptó. Lo escuchó, mesita sin café ni galletitas de por medio, y si el jefe de gobierno porteño esperaba algo no fue lo que obtuvo. "Ayer fue muy injusto, fue ingrato y se equivocó. Se lo dije hoy. No fue feliz lo que dijo. Y además fue mentira. Creo que él ayer estaba muy exaltado hablándole a su público", fue lo que dijo Fernández en la conferencia de prensa posterior. Rodríguez Larreta hizo su propia conferencia y siguió jugando al gran simulador. Como dijo Axel Kicillof, "no me vengan con el verso del consenso porque parece que el único consenso es hacer lo que ellos quieren".
Quiero despertarme en un mundo agradable
No nos queda mucho espacio para las noticias internacionales, pero no nos queremos ir sin contarles que se supo que el gran gurú que permitió el triunfo de Guillermo Lasso en el balotaje de Ecuador fue Durán Barba y que Perú tendrá otro entre la acusada de genocidio Keiko Fujimori y el dirigente sindical que todos los medios marcan como de izquierda, pero está en contra del derecho a decidir y del matrimonio igualitario. No, si los medios no influyen. Si no fuera así nunca nos enteraríamos que el funeral del rey Felipe será como él lo diseñó, que el conductor de la famosa excavadora de los memes del Ever Given dice que durmió tres horas por día y que nadie le ha pagado las horas extras por intentar desencallar el barco y que Jair Bolsonaro calibró al estilo Patricia y disparó en Twitter: “El Ejército Argentino en las calles para mantener al pueblo en casa. Toque de queda entre las 20 horas y las 8 horas (sic). Buen día a todos”. El informe lo publica Infobae. O sea que Infobae te cuenta cómo el presidente de Brasil replicó una noticia falsa que lanzó el mismo Infobae. De no creer.
Di sis di end
Pensaba que se llevaba el destacado de la semana la nota que nos da cuenta de que un legislador de la provincia separatista de Mendoza propuso una iniciativa para que se le pague un extra a los efectivos de la fuerza policial que demuestren que han realizado algún tipo de entrenamiento deportivo para bajar de peso, pero cuando me enteré de que una nueva teoría afirma que el Caballo de Troya en realidad era otra cosa y eso lo haría más creíble, dije basta, hasta acá llegaste periodismo de cuarta. Podés hacerme creer que el libro de Macri se parece al de Obama, que Wiñaski de verdad es sensible, que a Larreta le importa la educación y que Tevez es el jugador del pueblo, pero no te metás con el caballo de Troya. Una civilización construyó el Ciego sobre eso, no un imperio, sino toda una civilización. Mirá si va a necesitar que sea un barco en vez de un equino para hacer más creíble la historia. Como bien escribió Alejandro Robino, la poesía les duele a estos hijos de puta.