Elecciones en Ecuador: qué dejaron y qué puede pasar en la segunda vuelta (¿habrá batacazo del correismo?)
Más de 13,7 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas, siendo el sufragio obligatorio para ciudadanos de entre 18 y 64 años, voluntario para mayores de 65 y también para residentes en el exterior. En este acto electoral, además se eligieron 151 integrantes de la Asamblea Nacional y cinco representantes del Parlamento Andino.
La jornada electoral se desarrolló en el marco de un importante despliegue militar-policial, ya que el presidente Noboa decretó un estado de conflicto armado interno y renovó el estado de excepción, que seguirá vigente hasta marzo en algunas provincias y localidades.
Como una agravante condicional al proceso democrático, se dio a conocer que las fuerzas armadas, emulando a las fuerzas armadas de Brasil, tenían un centro de cómputos paralelo para monitorear el resultado electoral, algo que seguramente se repita para la segunda vuelta con total impunidad por parte de los poderes fácticos.
Precisamente el estandarte de Noboa para su campaña electoral fue el tema de seguridad para combatir a las bandas del crimen organizado, a las que califica como grupos terroristas y contra las cuales ordenó operativos con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Mas allá de los antecedentes violentos en campañas electorales anteriores, la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en las calles sirvió como elemento de propaganda subliminal al oficialismo.
Así y todo, ninguno de los 16 candidatos pudo superar el 50 % o al menos el 40% con una ventaja de 10 puntos sobre su contendiente más cercano para ganar en primera vuelta y sólo dos irán a la segunda vuelta el 13 de abril de 2025, asumiendo el ganador, el 24 de mayo.
Los resultados electorales mostraron una férrea polarización. Daniel Noboa obtuvo un 44.30 % (4.226.902 votos) y Luisa González 43.84 % (4.182.561 votos). También se evidenció esta polarización en el parlamento, donde El Movimiento de Acción Democrática Nacional ADN de Daniel Noboa obtuvo 43,52% de los votos y Revolución Ciudadana de Luisa González obtuvo el 41,14% de los votos.
En tercer y cuarto lugar quedaron Leónidas Iza del movimiento indigenista Pachakutik con 5,26% y Andrea González del Partido Sociedad Patriótica (PSP) con 2,71%.
La batalla de abril
El próximo gobierno que asumirá el 24 mayo deberá enfrentar problemas fundamentales para la recomposición del país en el área de seguridad, economía, crisis energética y relaciones internacionales.
Ya Noboa ha mostrado en el período extraordinario que le tocó gobernar, como sería su continuidad, aferrado a la política de mano dura y al modelo neoliberal, generando una sociedad más desigual poniendo al Estado Mínimo al servicio de los grandes capitales con los que el se rodea y apartándolo de las necesidades elementales de la gente en lo relativo a salud, trabajo y educación, dejando al pueblo a merced del crimen organizado y la narcoviolencia.
Ecuador enfrenta un panorama complejo en 2025, marcado por cinco problemas interrelacionados mutuamente. La crisis energética prolongada ha paralizado la economía, que registró una caída del 2,4% en el tercer trimestre de 2024. Esta situación ha generado una serie de desafíos para el gobierno y la sociedad ecuatoriana.
La crisis energética se debe a una combinación de factores, incluyendo la falta de inversión en el mantenimiento y renovación de la infraestructura energética, la dependencia excesiva de la energía hidroeléctrica y la falta de diversificación en las fuentes de energía. Esto ha llevado a una disminución significativa en la producción de energía, afectando negativamente la economía.
Por otra parte, Ecuador registra una de las tasas de homicidios más altas de la región, y la situación se ha exacerbado en los últimos años. La corrupción en el manejo de la seguridad también ha afectado la economía, ya que las empresas y los inversores se ven disuadidos de invertir en un país con altos niveles de extorsión y sicariato.
En la sociedad ecuatoriana, la violencia ha generado un clima de miedo y desconfianza, lo que ha llevado a una disminución en la calidad de vida de los ciudadanos afectando la educación y la salud, ya que muchos estudiantes y pacientes se ven obligados a abandonar sus estudios o tratamientos debido a la violencia.
La ausencia del Estado en la vida de la comunidad, y la falta de inversión en programas que den respuestas a la necesidad de infraestructura en salud, educación, sumado a las políticas de reducción de empleo y desamparo a los sectores más vulnerables de la sociedad encuentran un agravante con la presencia del crimen organizado, las catástrofes climáticas que afectan en gran medida la vida en las provincias y a los rubros de exportación primaria a causa de las sequías y las inundaciones, que no han tenido una respuesta satisfactoria.
En esta segunda vuelta los debates y los acuerdos estarán centrados en tratar de captar la atención de quienes optaron por otras preferencias electorales.
Para Noboa, desde el peso que le da ejercer la presidencia, los acercamientos con los otros partidos electorales que reflejan el voto de derecha y centro derecha, seguramente estarán enfocados en el apoyo con recursos económicos para que trabajen para su reelección.
En el Caso de Luisa González, sus esfuerzos estarán direccionados en captar el 5,26% del movimiento indigenista Pachakutik y el 2,71% obtenido por Andrea González desde el Partido Sociedad Patriótica (PSP), quien adversa fuertemente con el candidato Noboa.
De cualquier manera, la polarización electoral muestra a dos países enfrentados, ya sea por miedo o por desilusión, en un escenario regional muy complejo que muestra en esta nueva administración trumpista en la Casa Blanca, un redespliegue monrroista que necesitará de gobiernos que lo enfrenten o se subordinen a su política exterior.
De Noboa, con el escándalo por la invasión a la embajada de México y el secuestro de Jorge Glas por parte de las hordas policiales, sumado a la enajenación de la soberanía con la entrega de la Isla de Galápagos al Comando sur norteamericano, no queda mucho más para predecir.
El desafío soberanista, patriótico y transformador estará en la nueva oportunidad que tendrá la Revolución Ciudadana de Luisa González, que necesitará, de imponerse en la segunda vuelta, de una comprensión política que le permita, recuperar la confianza de aquellos que se apartaron del correísmo y transformar los desastres institucionales y sociales que dejaron la traición de Lenin Moreno, el desfalco de Guillermo Lasso y la aventura colonialista de Daniel Noboa.
* Oscar Rotundo es analista político internacional y editor de PIA Global. El artículo fue publicado por primera vez en el portal noticiaspia.com