Yemen, declarado en crisis humanitaria
Por Guido Luppino
Según las estadísticas brindadas por la ONU, un número cercano al 80% de la población de Yemen se encuentra necesitada de recibir ayuda humanitaria. La urgencia principalmente pasa por el acceso al agua como también por la alimentación, casi 10 millones de habitantes necesitan recibir agua, en tanto otros 13 millones requieren de ayuda alimenticia para poder subsistir.
Sumado a la actual situación, semanas atrás se ha declarado en el país una epidemia de dengue, lo que ha hecho colapsar los hospitales públicos en las ciudades afectadas. Este hecho es de suma importancia, contemplando la crisis de infraestructura que vive el país por el persistente conflicto civil y los constantes ataques aéreos por parte de las monarquías del Golfo, convirtiendo a los hospitales en hospicios, ya que los pacientes no se retiran de los mismos porque en muchas ocasiones sus viviendas se encuentran en condiciones inhabitables.
Los conflictos militares que atraviesan la realidad de la población, ya han causado la extraordinaria cifra de un millón de desplazados, de los cuales casi un cuarto tuvo que abandonar el país.
Repasemos brevemente el escenario en el país más al sur de la Península Arábiga. En 2011 Yemen fue parte del proceso de la llamada “primavera árabe”, donde la población salió a las calles pidiendo la destitución del, por entonces presidente, Alí Abdalá Saleh, pro yankee y pro saudí. Una vez desplazado de su cargo, se llamó a elecciones donde resultó ganador quien supo ser el vicepresidente de Saleh por 17 años, Abd Rabbo Mansur Hadi.
Tras estos hechos, el nuevo presidente ha adoptado las medidas “sugeridas” por EE.UU. y Arabia Saudita, dejando fuera de la política del país a numerosas facciones, a la vez que la crisis económica empeoraba día a día. A raíz de lo sucedido, una de estas facciones, los Huthies, han construido una alianza con el ex presidente Saleh y otros grupos políticos, con el fin de encabezar una ofensiva donde terminaron tomando la capital del país, Saná. Esto ha hecho que Mansur Hadi se marche, trasladándose fuera de la capital y declarando gobierno desde la ciudad de Áden, con el aval de EE.UU., Arabia Saudita e Israel.
Los Huthies son una agrupación rebelde de la rama chiíta del islam, que viene exigiendo poder lograr una mayor participación política en el país desde 1962, ya que hasta esa fecha han gobernado Yemen del Norte.
Hoy controlan casi el 70% del país, lo cual asusta de manera extrema al país más poderoso de la región, Arabia Saudita, donde la conducción política históricamente es de la rama sunnita del islam. Por eso mismo, las monarquías sunnitas árabes han comenzado un constante ataque sobre Yemen, apoyados por EE.UU. e Israel. Aquí podemos observar una alianza occidente-sunnita-sionista, donde excusan sus bombardeos alegando que Irán es quién financia a los Huthies para tomar el poder de Yemen. Por último, también existe la participación de un grupo de Al Qaeda, que se ha desplazado a tierra yemení para intentar frenar el avance chiíta.
Pero ante esta situación, ¿qué hacen las grandes potencias mundiales? Podemos afirmar que están actuando de manera tal que permite ver que la crisis humanitaria no se detendrá prontamente. Gran Bretaña y otros países que integran el Consejo de Seguridad de la ONU han apoyado la intervención del eje liderado por los saudíes. Esta resolución de la ONU (2216) pide el desarme sólo de los Huthies, adjudicándoles toda la responsabilidad del conflicto sin dar lugar a una solución mediante un diálogo político. Mientras tanto los bombardeos perpetrados desde Raid, causan mayor violencia y desastres en el país más pobre de todo Medio Oriente.
Finalmente, observamos que EE.UU. juega a dos puntas, ya que apoya el ataque a Yemen, pero también continúa sus negociaciones con Irán con el fin de un acuerdo nuclear.
Junto a la declaración de la ONU de la crisis humanitaria en Yemen, se ha consolidado un cese del fuego, hasta el fin del mes sagrado musulmán, el Ramadán, que será el 17 de Julio próximo.
Esto parece no alcanzar. Se precisa poner punto final al conflicto interno y que desde Raid dejen de bombardear a Yemen, como lograr que internacionalmente se le dé prioridad a esta situación, ya que las mayores consecuencias, una vez más, quien las sufre es la sociedad civil.