Los Pumas: ¡entre los cuatro mejores!
Por Matías Fabrizio
Antes que cualquier comentario o análisis del partido en sí, hay que plantar una bandera. Y es la de reivindicar, más que nunca, aquellos momentos en los que Los Pumas perdían casi todos los partidos que jugaban. O todos. En algunas oportunidades simplemente el rival era mejor, pero en otras tantas no, y se daban porque el equipo argentino estaba en una etapa de creación, de maduración y de gestación. Un gol no empieza con patear al arco, sino que previo a eso hay un defensor que recupera la pelota, un mediocampista que arma la jugada y un wing que asiste al 9 para que, por fin, este convierta. Esos años, 2012 y 2013, y gran parte del 2014, fueron ese proceso. Primero Daniel Hourcade desarrolló su plan de juego, su sistema para adecuarse al rugby moderno, y luego los jugadores lo fueron inculcando en su ADN, para que de a poco se logre esa sintonía colectiva que se ve hoy en día.
Sobraron los comentarios burlescos y despectivos de aquellos que, sin saber absolutamente nada de rugby, o de deporte en general, criticaban el no ganar. Así se gestó todo. Perdiendo, a los golpes, a la fuerza. Hoy Los Pumas, gracias al triunfazo ante Irlanda, no sólo están entre los cuatro equipos del Mundial sino que también el ranking de la World Rugby los tiene en el 4to escalón. Meses atrás Hourcade decía que su objetivo a largo plazo era que, mediante su idea de juego, Argentina se convierta en una de las cuatro principales potencias. Más temprano que tarde han llegado esos resultados. ¿No valía la pena perder? ¿Era mejor ganar 9-6 sin buscar la excelencia en el juego? Acá habla cualquiera…
Los Pumas arrancaron el partido con un nivel altísimo, marcando temprano dos tries y un penal, para poner 17 puntos de distancia en el primer cuarto de hora. El primer tiempo, y a pesar de que Argentina jugó con 14 durante 10 minutos por la amarilla a Ramiro Herrera, terminó 20-10. Parecía demasiado, viendo que el rival era el mejor europeo, bicampeón del torneo de las Seis Naciones que nuclea a las potencias del hemisferio norte. La segunda mitad se complicó de arranque, porque otra vez llegó Irlanda al try y se acercó demasiado. A los 55’ la diferencia sólo era de tres puntos, porque Nico Sánchez había metido un penal más que Ian Madigan. Nada más.
El punto de inflexión fue entre los 60 y los 70’ de juego. Irlanda tuvo la posibilidad del empate en los pies de Madigan, que hasta el momento venía cumpliendo en eso de suplantar a la estrella Jonathan Sexton, afuera por lesión. El remate del 10 se fue desviado, enseguida Sánchez estiró a seis la diferencia, y a 11 minutos del cierre otra vez Los Pumas lanzaron el ataque desplegado y el fullback Joaquín Tuculet apoyó contra la esquina. El partido parecía encastrado en un duelo de pateadores, pero no, Argentina es mucho más que eso, Argentina juega y asume riesgos en ataque, y así rompió la monotonía del encuentro. A los pocos minutos Tomás Cubelli decidió explotar el lado más corto del campo, Juan Fernández Lobbe armó un jugadón con un amague y un pase a una mano, y Juan Imhoff, el tryman histórico en mundiales para Argentina, eludió al último defensor y apoyó. Con estos 14 puntos en cinco minutos, más otro penal del tucumano Sánchez, la historia quedó sellada.
El resultado final de 43-20 fue merecido, Argentina tuvo un rato de preocupación cuando Irlanda se acercó, pero fue dominador total durante más tiempo, y así se volvió a meter en una semi. Es histórico, aunque no por excepcional. Es histórico porque marca un comienzo. El bronce del 2007 fue la primera vez y fue el premio a un grupo de jugadores que se impuso a la fuerza en la elite mundial para pedir lugar y forjar lo que llegó después. Este plantel es distinto, aunque algunos repiten, porque es el que se afianzó en ese escalafón de primer nivel. Estos Pumas versión 2015, versión Hourcade, le juegan a cualquiera en igualdad de condiciones, despiertan elogios en las más grandes estrellas de la historia y no sólo por la garra, sino también por el talento y el juego. Las malas ya pasaron y las buenas ya están viniendo. Las alegrías van a llegar tarde o temprano.
Australia 35-34 Escocia. Con un penal mal cobrado en el último minuto de juego, Bernard Foley le dio el pase a semis a los Wallabies, que jugarán ante Argentina. Tranquilamente puede estar dentro de los mejores partidos escoceses de la historia, que a falta de seis minutos robaron una pelota en la mitad de la cancha para anotar el try que era, hasta el momento, de la victoria. El sudafricano Craig Joubert (cuya actuación ya despertó la atención de World Rugby y será revisado) se equivocó en la última y entregó en bandeja el triunfo a este enorme, también vale reconocerlo, equipo australiano.
Nueva Zelanda 62-13 Francia. Un rato duró la ilusión francesa. Sin jugar bien nunca, sí habían tenido alguna pequeña buena jugada en ataque como para sentir que se podía. Pero cuando los All Blacks juegan así, no se puede. Nueve tries en un cuarto de final ante otra potencia. Nueva Zelanda dejó claro que una cosa es cuando juega partidos más accesibles en primera ronda y otra cuando se pone el chip de aplanadora para ir por el campeonato. De las nueve veces que NZ visitó el ingoal francés, tres las firmó Julian Savea. El gigante de origen maorí alcanzó en esta edición los 8 tries que Jonah Lomu marcó en 1999 y son récord en un único Mundial.
Sudáfrica 23-19 Gales. Sobre el cierre anotó el try definitivo el veterano Fourie Du Preez, tras un GRAN movimiento del octavo Duane Vermeulen en un scrum. Fue tremendamente parejo este partido, con un atractivo duelo de pateadores entre el sudafricano Handré Pollard y el galés Dan Biggar. Para Gales este Mundial fue raro, con demasiadas lesiones y una primera ronda demasiado difícil, más de lo habitual. Llegó hasta acá, pero no se puede decir jamás que no haya sido un buen torneo para ellos, teniendo en cuenta todo lo mencionado. Por parte de los Springboks, se dio algo esperado: a esta clase de equipos se los puede sorprender una vez, no dos. Ese golpe lo dio Japón, y desde ahí SA arrasó. Tuvo otro escollo difícil en el Dragón, y lo supo resolver para seguir en carrera.
Las semifinales, sin europeos por primera vez en la historia serán Nueva Zelanda vs Sudáfrica (sábado 24/10, 12hs) y Argentina vs Australia (domingo 25/10, 12hs).