Contra Teodoro Boot, por la educación pública

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Contra Teodoro Boot, por la educación pública

26 Marzo 2014

Por Carlos Andrada*

Afirmar que en los últimos años nadie ha hecho menos por la educación pública que los docentes es cuanto menos un sin sentido. En todo caso podemos coincidir que las administraciones públicas de la Ciudad y de la prov. de Buenos Aires, han decidido priorizar otros intereses en deterioro de la escuela pública. Todos coinciden que el reclamo docente es legítimo pero desde el año pasado la provincia no tomo medidas para evitar un no comienzo del ciclo lectivo. A pesar de que los gremios vienen convocando a dialogo desde octubre pasado, el gobierno bonaerense decidió llamar a la paritaria a horas del inicio de clases.

El año pasado se hicieron paros con los chicos en las aulas, se hizo una marcha docente hasta La Plata, se hicieron pintadas, radios abiertas y un sinnúmero de actividades, que no tuvieron mayor repercusión mediática. Con todo esto, no se consiguió mucho, un 21 % a pagar 13% en abril y el resto en octubre. Sin contar los problemas que hubo en julio con el pago de los aguinaldos. Ahora lo que se está pidiendo es la recomposición salarial por el atraso del año pasado y para no seguir con la pérdida del poder adquisitivo. En Capital se arreglo por un 31% en dos cuotas pero estas cifras se incorporan al básico y al escalafón docente. No sucede lo mismo con la provincia donde se ofrece un 30,9% también en dos pagos pero cuyo aumento solo va a una parte de los docentes. Es decir, solo para maestros de grado que se inicien en la docencia, y que constituyen un universo menor en relación al plantel docente. Para el resto el aumento rondaría el 25%  y estas cifras en dos pagos. Si tomamos en cuenta que sindicatos como los metalúrgicos de Caló cerraran una paritaria superior al 30% en un pago, no en cuotas y lo mismo se espera de los subtes o bancarios para citar como ejemplos. Lo que se observa entonces es que la educación importa solo en el discurso. Los policías a punta de pistola y en una total lección de republicanismo consiguieron aumentos de un 39% dependiendo del escalafón, pero no son puestos en tela de juicio por los medios o la opinión pública, a diferencia de los sindicatos docentes.

Que la medida tomada por el Frente Gremial Bonaerense fue excesiva desde un inicio puede ser. Tal vez se podría haber comenzado las clases y luego lanzar paros escalonados si las autoridades no modificaban su postura. Lo cierto es que siguen faltando medidas y voluntad política para destrabar el conflicto.

Hasta el 2011 los salarios de la provincia estaban levemente por encima de los de  Capital. Pero esta tendencia hace dos años se viene revirtiendo. Un maestro de grado nivel inicial, tomado como referencia de sueldo testigo en el escalafón docente tiene un salario de $ 6100 luego del arreglo en Capital, mientras que en provincia se ubica en $ 4500.

Cuando se cuestiona a Suteba por no aceptar la conciliación obligatoria a diferencia de Sadop (docentes privados), se está olvidando que los sueldos de la escuela privada los paga el estado. En el actual régimen de subsidios tanto las escuelas laicas como confesionales reciben el aporte estatal que va desde el 40 al 100 por ciento de subvención. Motivo por el cual dependiendo del grado de subsidio que recibe la escuela tiene cuotas más o menos caras.

Al momento de negociar una paritaria en los hechos Sadop es un testigo privilegiado del arreglo entre el Estado y los gremios públicos. Y es muy fácil obtener beneficios para los representados si el cuerpo y el costo lo pone el otro. Todos los años gracias a los paros o reclamos gremiales de los públicos los aumentos salariales van para todos. Solo que los guardapolvos blancos quedan en casa y los uniformes asisten a clases. Mientras tanto la matricula de los privados va creciendo año tras año en la provincia. Las familias de menores recursos hacen un esfuerzo para pagar una cuota privada y lo que se observa es la transferencia de chicos de un ámbito a otro. Lo que no implica que haya una mejora en la calidad educativa sino por el contrario. El fin de lucro prevalece como en todo ámbito privado y la superpoblación de alumnos va en detrimento del trabajo docente. Hay aulas en privadas con 40 alumnos cuando lo que marca la ley es de 25. Pero la ecuación es simple, más alumnos, más subsidios.

Se habla del problema del ausentismo docente en los públicos del cual hay que hablar e instrumentar mecanismos para buscar una solución. Pero también hay que problematizar sobre el manejo de los subsidios por parte de la provincia. Donde no hay mayores controles y se da el caso muy común de dueños de escuelas a los que el estado también les paga el sueldo como directivos vía subsidio.

Tampoco se habla de que las suplencias en los privados también son pagos por el estado y de que hay escuelas que una vez finalizada una suplencia le siguen cobrando al estado igual.

De todos modos a Scioli o a cualquier gobernante, tal vez le convenga este esquema dado que subsidiando a la privada se garantiza el normal desarrollo de clases. Esto lógicamente no solo a costa de la educación pública sino también de los docentes privados donde Sadop no exige el cumplimiento del estatuto. Vale aclarar que si no hay paros en las privadas es porque el estatuto docente que regula el marco  educativo en cada  jurisdicción, se aplica en lo público y no en lo privado. Por lo cual el docente privado si reclama su derecho avalado por la ley es muy probable que pierda su fuente laboral. Sobre todo en profesores secundarios que tienen menos carga horaria.

Se dice que el ánimo social es adverso a los docentes, pero acaso no se le estará pidiendo mucho a los mismos. Todos quieren una educación de calidad pero nadie quiere pagar mejores remuneraciones y efectuar los gastos en equipamiento e infraestructura necesarios. En el área metropolitana el gobierno nacional al menos puede mostrar la creación de nuevas universidades públicas y el mantenimiento y ampliación de las existentes. En la Ciudad un símbolo de la falta de inversión en escuelas lo constituyen las aulas conteiner, y en la prov. estas aulas conteiner son un adelanto de avanzada si lo comparamos con el estado de muchas escuelas situadas en la periferia de los distritos del conurbano.

El gobernador tiene los instrumentos para empezar a ver el manejo de los subsidios a la privada y la reforma de los concejos escolares que en la práctica se transforman en verdaderas cajas políticas para los municipios. Todos los años faltan recursos y tampoco se pagan los costos políticos para oxigenar las arcas del estado. Muestra de ello sino queda como ejemplo cuando en el  2013 unos cuantos ruralistas impidieron en la legislatura bonaerense el revaluó fiscal de sus propiedades y evitaron el pago de impuestos.

No se trata de cargar las tintas sobre Scioli sino exigirle que empiece a sincerar sus intenciones y discurso sobre la educación pública.

*Docente y Lic. Comunicación