Giustozzi y la costumbre de pisotear la memoria
Por Nicolás Farache
El 11 de Marzo, Abuelas de Plaza de Mayo denunció en su cuenta de Twitter que un mural realizado en la localidad de Claypole, por chicos del programa "Envión", en homenaje a los nietos recuperados, fue tapado para dejar en su lugar una pintada proselitista de Giustozzi y Massa.
En este contexto cabe mencionar el mural del "Día de la Memoria", pintado en Glew por militantes de la JP Cámpora de Almirante Brown, que la cuadrilla del ex intendente tapó durante la campaña de las pasadas elecciones legislativas. En esta ocasión los militantes de dicha organización fueron avisados por los vecinos en el momento en el que se intentaba cambiar el mural por una pintada. Los militantes llegaron tarde, la pared ya estaba blanqueada.
Pero la violencia que el giustozzismo ejerce sobre la juventud organizada y sus reivindicaciones, excede el plano simbólico, va mas allá de tapar murales: un claro ejemplo fueron los golpes que la patota municipal propinó a los militantes que fueron a llevar flores al Consejo del Partido Justicialista, ubicado en el centro de Adrogué, el 26 de Julio pasado en un acto en homenaje a Evita, en conmemoración del 61º aniversario de su fallecimiento.
Guistozzi exhibe una mediática piel de cordero en los estudios de televisión, pero en los hechos concretos ostenta una violencia que en vano trata de impedir el crecimiento de la juventud organizada. Su intento de expropiar la sede del Partido Justicialista ante el avance de la militancia peronista kirchnerista es otra triste demostración de los esfuerzos que emplea para acallar un fenómeno genuino de construcción popular, que día a día y barrio a barrio crece en el distrito, bajo una férrea convicción militante alineada a los valores medulares de la doctrina peronista.
Todo esta guardado en la memoria.