Planificando la redistribución, por Micaela Zapata
Por Micaela Zapata
El anuncio no implica, en ningún caso, la quita del total de los subsidios, sino una reducción proporcional de los mismos, en relación a diferentes variables. El objetivo es concretar una reasignación de recursos dirigida desde los sectores de mayores ingresos - que por su condición, pueden prescindir del subsidio - hacia los más vulnerables. La medida significa que los recursos que ya no sean destinados a subsidios serán dirigidos a los programas PROGRESAR y a la Asignación Universal por Hijo (AUH). Esta transferencia delinea la continuidad de las políticas de ingresos de los sectores de menores recursos, que tienden también a impulsar la integración educativa y el cuidado preventivo de la salud.
Quienes hablaban de sacar los subsidios por el “derroche de recursos” que implica subsidiar el consumo de los servicios básicos, hoy critican la medida aduciendo que se trata de una ofensiva hacia los usuarios. No se trata de seguir el juego político propuesto por los sectores liberales, pero sí resulta útil exponer la falta de coherencia argumental, producto de una conciente estrategia de erosión permanente del Gobierno Nacional que ya lleva años de persistente prédica. Naturalmente, dichos sectores utilizan el concepto de “gasto” para cualquiera de las funciones sociales del Estado, sea ésta la educación, la salud o la protección social.
Cierto es que, en todos los casos, las políticas estatales implican un direccionamiento de recursos de la sociedad. Si el espíritu de la política es la mejora distributiva del ingreso, es correcto proponer que los sectores que tienen mayor capacidad de pago, permitan destinar el beneficio a los sectores de menores ingresos.
Para ambos servicios, la medida de reducción de los subsidios se hará en tres etapas acumulativas, en los meses de abril, junio y agosto. Las excepciones sujetas tanto a la percepción de ingresos como a criterios zonales. Es decir, el retiro se escalonará por rangos. Asimismo, como punto de partida, quedan exceptuados los ciudadanos que cobren algún tipo de asignación familiar, o que perciban la jubilación mínima; cuenten con viviendas sociales; construcción desfavorable de vivienda, por enfermedades crónicas o capacidades especiales, aquellos que cuenten con ingresos insuficientes, así como trabajadores que perciben alguna asignación familiar porque su sueldo es menor a $ 5.200. Se contemplarán las situaciones de desempleo, la percepción de asignaciones universales por hijo; también los servicios asistenciales, asilos, hogares sustitutos, geriátricos públicos, centros adicciones, orfanatos y comedores.
Para el caso particular del gas, la proporción de la reducción para usuarios, comercios y de GNC, será en relación al rango de consumo. Si éste se reduce entre un 5 y un 20%, conservará el 50% del subsidio, y si reduce el consumo por sobre un 20% en relación a igual bimestre del año anterior, conservará el subsidio como hasta ahora. Para los consumos que se mantengan o incrementen, se aplicará la reducción escalonada que ha sido planteada. Para las zonas afectadas por climas fríos, donde la necesidad y la demanda de gas son mayores, se conserva la política preexistente. La tendencia a premiar el consumo responsable del recurso comprende también la necesidad de garantizar la distribución y el consumo necesario del gas y su apropiada utilización.
Para el caso del agua, la disminución de los subsidios se relaciona al criterio de zona de residencia, dividiéndolas en zonas barriales, medias y altas. Independientemente de los barrios que componen cada una, se analizarán las peticiones de excepcionalidad que sean presentadas.
Como se observa, la medida no se dirige a ampliar la capacidad recaudatoria del Estado, sino que implica sumar una política redistributiva, de utilización conciente y planificada de los recursos económicos, hacia la protección los sectores de menores ingresos.
Adicionalmente, en línea con la estrategia de protección industrial, se ha definido exceptuar de la reducción subsidiaria a las industrias con el objetivo de proteger su competitividad interna y la exportación. Sin embargo, siendo un sector de fuerte consumo, y como retribución al esfuerzo social que esto implica, el sector será apercibido frente a faltas tales como el desabastecimiento de sus productos o aumentos injustificados en precio, en cuyo caso, los subsidios serán retirados.
* Politóloga integrante del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)