A 13 años del "No al ALCA": memorias de Luis D'Elía
Por Lois Pérez Leira
Cuando se cumplen dos años de su partida física, todavía nos queda mucho que aprender y conocer sobre el aporte del Comandante Fidel Castro al cambio en la correlación de fuerzas en América Latina y el Caribe, que condujo a la primera gran derrota del proyecto imperialista neoliberal en nuestro continente.
Hoy, cuando parece que los sectores de la ultraderecha política y el colonialismo económico vuelven a ocupar espacios, se hace imperante conocer las anécdotas no contadas del entierro del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), de la mano de Fidel, como gran estratega, y Hugo Chávez y Néstor Kirchner, como brillantes ejecutores. Aunque estos tres gigantes ya no están con nosotros, es más que nunca necesario aprender de su ejemplo y continuar forjando un indetenible movimiento político social que logre neutralizar las pretensiones del imperialismo en nuestra región.
La inauguración oficial de la IV Cumbre de las Américas se realizó el viernes 4 de noviembre 2005, a las 17, en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditórium, mientras que a pocas cuadras de allí recrudecían los hechos de violencia que se produjeron en la marcha de la Contra cumbre. Por su parte, los mandatarios se dirigieron al Hermitage Hotel (sede de las deliberaciones) para posar en la foto de familia realizada en la terraza, y luego iniciar formalmente la reunión.
En esta IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, convocada para poner en marcha el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), se produjo un histórico enfrentamiento entre los gobiernos que defendían esa opción neoliberal -encabezados por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush- y aquellos que se oponían -liderados por los mandatarios Néstor Kirchner, Lula da Silva, y Hugo Chávez.
Paralelamente se creó un amplio movimiento político-social “No al ALCA”, llevado adelante por gobiernos, partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales de todo el continente americano, con el fin de oponerse al Área de Libre establecida por los gobiernos pro-yanquis en 1994, siguiendo un proyecto de Estados Unidos, que debía entrar en vigor en enero de 2005.
Para muchos analistas la derrota de EEUU en este evento, es la segunda gran derrota política de este país en el continente americano después de la Batalla de Girón, en Cuba.
En aquella cumbre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le dijo a los presentes: “El libre comercio no va a solucionar nuestra pobreza. Los que todavía creen en eso, olvídense de ese cuento. Hablemos de las privatizaciones, uno de los efectos más perversos de la era neoliberal. Veamos el caso de todos nosotros, las privatizaciones, inmediatamente desempleo, inmediatamente flexibilización de las normas laborales, eliminación de prestaciones sociales, los derechos de los trabajadores los borraron del mapa con las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Reformas estructurales. Veneno. Verdadero veneno para nuestras economías.” (...)
Si bien los tres presidente Néstor Kirchner, Lula da Silva, y Hugo Chávez fueron los verdaderos protagonistas de esta histórica batalla política, existieron otros operadores anónimos que aportaron parte del éxito de esta hazaña, entre ellos Fidel Castro, que siguió minuto a minuto todo lo que acontecía. Mientras que tres hombres de suma confianza de los mandatarios, eran los encargados de organizar los actos: el cantante Silvio Rodríguez, D’Elía y Miguel Bonasso.
Hacía tiempo que quería preguntarle a Luis D Elia, Presidente de MIles, sobre cuál fue la verdadera historia tras bambalinas de la derrota de Bush en Mar del Plata. Aunque fui parte de aquellas jornadas, participé de la manifestación y el acto en el estadio, siempre tuve la curiosidad de conocer toda la historia completa.
- ¿Luis, cómo fueron los entretelones secretos de la organización del Contra Alca?
Luis D' Elía: El 17 de octubre del 2005, recibo un llamado telefónico de Presidente Néstor Kirchner. Me plantea, sin darme las razones, que me acerque a la embajada de Cuba en Buenos Aires a los efectos de ultimar detalles de un urgente viaje a La Habana. Allí se limitaron a darme la visa cubana y a entregarme el pasaje sin más trámite.
Una vez en La Habana, haciendo la cola de migraciones, se me acerca personal diplomático y me lleva a una zona llamada “Casa de Residencias”, unas casas de turismo que tenia la familia Batista y que la Revolución usa para recibir a invitados del mundo. Allí me encuentro con el escritor argentino Miguel Bonasso, a su esposa Ana Descalón y al entonces embajador cubano en la Argentina, Alejandro González Galeano. Me explican que el Presidente Néstor Kirchner me propuso ser uno de los responsables organizativos del "STOP BUSH" del 04 y 05 de noviembre del 2011. Todavía no repuesto de mi sorpresa, me presentan a quien iba a hacer mí contra parte cubana que no era ni más ni menos que el compañero Diputado del Poder Popular, Silvio Rodríguez.
- ¿Cómo fue el plan de trabajo?
Trabajamos todo el día con Silvio revisando los distintos aspectos de la organización, movilización, logística, financiamiento, publicidad, artistas, locución, tren blanco, presencia de Maradona, etc. Alrededor de las 21:00 hs nos fuimos a cenar por supuesto, en los postres lo hicimos cantar a Silvio y alrededor de la 23:00, nos vinieron a buscar personal de seguridad del Consejo de Estado cubano, nos trasladaron a la sede gubernamental y alrededor de las 23:45 nos recibido el comandante Fidel Castro, con quien trabajamos hasta las 07 am del día siguiente. Con Fidel repasamos toda la agenda que habíamos trabajado con Silvio Rodríguez. Alrededor de la 02:00 a.m , nos conectamos con Maradona y concretamos su presencia en el "Tren Blanco" y en el estadio Mundialista de Mar Del Plata. También nos contactamos con el director de cine Emir Kusturica, comprometiendo su esfuerzo para la hacer un documental referido a la Contra Cumbre.
- ¿Cómo siguieron las actividades organizativas?
LD: A la noche siguiente, el Comandante Fidel Castro nos tomó rigurosa lección. Estuvimos hasta las 04:00 am analizando todos y cada uno de los puntos en cuestión y nos dejó clara sus indicaciones sobre cada uno de los tópicos en cuestión.
- ¿Cómo fue el retorno?
LD: Volvimos muy entusiasmados y cargados de mucha responsabilidad, en un pequeño avión de 10 plazas que pertenecía al equipo de Hugo Chávez. Como no se nos permitió volar los cielos de Bolivia, hicimos una escala en Manaos (Brasil) para arribar la noche del 20 de Octubre a Buenos Aires.
- ¿Qué pasó al regresar?
LD: Allí tuvimos algo más de dos semanas muy intensas de trabajo para concretar lo que fue la jornada más trascendente de los pueblos latinoamericanos contra el imperialismo norteamericano de los últimos cincuenta años.
- ¿Cómo vivió el día anterior a esta histórica jornada?
LD: La noche antes de la movilización, (el Presidente) Néstor me llamó por teléfono y me dio un “teléfono rojo” para comunicarme con él. Nos deseamos suerte mutuamente. Al otro día sentí el orgullo enorme del papel que jugó cara a cara contra Bush en una jornada que quedará para siempre en la memoria de los pueblos latinoamericanos.
- ¿El tren fletado pasaría a la historia?
LD: La verdad que fue una experiencia muy linda. Salimos por la noche con el objetivo de llevar el máximo de dirigentes políticos y sociales. Por ser uno de los organizadores, junto con Miguel Bonasso, viajamos en el primer vagón. En él iba Maradona, el embajador cubano en la Argentina, Alejandro González Galeano y el director de cine Emir Kusturica, entre otros. Durante el largo viaje pudimos hablar de muchos temas. Fue muy emocionante. El Embajador era un hombre muy formado políticamente. Maradona siempre tenía alguna anécdota que contar. Por supuesto siempre estaba Fidel presente en las charlas, a pesar de estar ausente físicamente de aquellas jornadas. Fue siguiendo al minuto todo lo que iba sucediendo.
- ¿Cómo fue el acto en el Estadio Mundialista?
LD: Nosotros llegamos en el tren y miles de compañeros en autobuses de toda la Argentina. La ciudad estaba copada por la policía. El propio Bush había traído centenares de militares para garantizar su seguridad. Los promotores del "STOP BUSH" organizamos una masiva manifestación por las calles de Mar del Plata y durante la cumbre se produjeron decenas de enfrentamientos. El cuatro de noviembre por la mañana fueron llegando las columnas al Estadio.
- ¿Algún recuerdo de manifestación?
LD: Íbamos marchando bajo la lluvia y el frío detrás de la pancarta central de la manifestación. Yo iba del brazo de Evo Morales. En un momento le digo: “che, Evo, dentro de un mes vas a ser presidente de Bolivia. ¿Sos consciente de eso?". Y me dice: “Sí claro que soy consciente de eso”. Y seguimos caminando bajo la lluvia.
- ¿Quiénes estaban presentes en el acto?
Mientras esperábamos la llegada de Chávez, varios artistas aportaron sus canciones entre ellos: Silvio Rodríguez, el uruguayo Daniel Viglietti, los cubanos Santiago Feliú y Amaury Pérez y el argentino Víctor Heredia.
En el amplio escenario del Estadio, destacadas personalidades arroparon a Hugo Chávez entre ellos Diego Armando Maradona, Evo Morales, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la representante de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y el director de cine bosnio Emir Kusturica. También estaba Edgardo Depetri, uno de los activos organizadores del evento. De Cuba estaba Ricardo Alarcón y Abel Prieto, y Alí Rodríguez Araque, de Venezuela, entre otros.
- ¿Con Silvio Rodríguez ya había forjado una amistad por ser parte del equipo organizador, no es cierto?
LD: Con Silvio hicimos una linda amistad. Cuando trabajamos juntos en La Habana en un momento le confesé que su canción cuyo título “Solo el Amor” era para mí la canción más bella dedicada jamás a la militancia. Cuando subió a cantar durante la parte musical del "STOP BUSH", con la guitarra en su mano me gritó a cinco metros que nos separaban, “¡Eh, Luis! escuchá”… y cantó “Solo el Amor”.
- ¿Recuerda algunas partes del discurso de Chávez en el estadio mundialista?
LD: El discurso duró varias horas bajo un frio muy intenso. Pero lo primero que dijo fue: “Hemos venido con una pala, porque en Mar del Plata está la tumba del ALCA”. Luego repasó magistralmente la historia de nuestro continente.
“Hemos venido con una pala, porque en Mar del Plata está la tumba del ALCA”. Con esas palabras comenzó la intervención de Hugo Chávez ante más de cincuenta mil personas concentradas en el Estadio Mundialista, tras una marcha de varios kilómetros por el centro de la ciudad que se inició a primera hora de la mañana del cuatro de noviembre.
Comenzó saludando a los participantes en la III Cumbre de los Pueblos, en respuesta a la Cumbre de las Américas.
Tuvo momentos para destacar la importancia de la cultura y recordó las palabras de José Martí, “ser cultos para ser libres”, para relacionarlas con las de Simón Bolívar, “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”. Llamó a los asistentes a “leer, pensar y escribir”, e incluso se permitió recomendar un libro: “Hegemonía o supervivencia”, de Noam Chomsky. Fue muy duro con el imperialismo entre otras cosas dijo: “Vamos a proponernos como meta de nuestra vida que cuando nos vayamos de aquí, si el imperio no ha desaparecido, al menos lo debemos dejar como un tigre de papel, mientras se levantan los pueblos como tigres de acero. No hay imperio que sobreviva cuando los pueblos han decidido ser libres”.
En un momento del discurso le confesó al público el secreto de una reciente conversación telefónica con Fidel Castro, quien se despidió de él, al grito de “Viva el Che, carajo”. En muchas ocasiones hizo referencia a “ese cubano, que era argentino, que era latinoamericano, el Che Guevara”, presente en centenares de banderas del Estadio.
Al finalizar se despidió de la multitud señalando: “Me voy a la otra Cumbre a llevar el mensaje de ustedes, el de Patria o Muerte, Venceremos”. Bajo los gritos de Alca, Alca Al carajo!!!, miles despidieron al Comandante.
- ¿Cómo terminó aquella histórica jornada?
LD: La noche del 5 de noviembre, una vez terminada la jornada de los combates en la calle y después de la histórica Cumbre de presidentes, se hizo un asado en el complejo de Residencias Cooperativas de Turismo, de Chapamal, muy cerca de Mar del Plata. Allí el centro del asado era Hugo Chávez. Con Néstor se había repartido los roles en el ALCA, Néstor era el anfitrión y Chávez era la voz contundente de la Patria Grande. Aquella noche de alegría recuerdo que estaban muchos dirigentes sindicales y políticos, entre ellos Edgardo Depetri y mi amigo Patricio Echegaray, secretario General del Partido Comunista Argentino, junto a otros integrantes de este partido. También muchos funcionarios de la embajada venezolana. A eso de las cuatro de la mañana después de compartir la alegría del triunfo y de tomar unos buenos vinos, tuve una experiencia inolvidable. Chávez me invitó a entonar un tango y los dos a dúo cantamos el tango Sur.