A 4 años de la partida del Canca, por Carlos Gullo

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    Nada sin Perón

A 4 años de la partida del Canca, por Carlos Gullo

03 Mayo 2023

Este miércoles 3 de mayo a las 18 se realizará un acto homenaje a Dante "Canca" Gullo en Cachimayo 1900, bajo la consigna "Ayer: nada sin Perón. Hoy: nada sin Cristina". Reproducimos a continuación la carta de su hijo Carlos:

Dante contaba que aprendió a decir Perón antes que mamá o papá. Declaró, en las puertas de Devoto (luego de estar en distintas cárceles del país durante 8 años y 8 meses), que salía de la cárcel mas peronista de lo que había entrado. Y en su último acto político dijo “Cada día soy más peronista”. Si vamos a las fechas, nació en 1947 en pleno apogeo del peronismo, estuvo preso durante toda la dictadura genocida que dejó 30 mil desaparecidos y desaparecidas entre quienes se encuentran familiares, amistades y compañeros y compañeras de Dante, y pronunció sus últimas palabras en 2019 cuando los y las peronistas estábamos pensando cómo volver al gobierno y a esos años donde el pueblo había sido feliz como con Perón y Evita, como con Néstor y con Cristina. 

¿Qué significaba el peronismo para Dante? Más allá del hecho político, social y cultural. Más allá de esos grandes nombres que lo sintetizan: Evita, Perón, Néstor, Cámpora, Cristina. Más allá del movimiento de liberación nacional más grande de Occidente. Más allá de los colectivos a los que representa y aglutina: las y los niños, mujeres, jóvenes, trabajadores, adultos mayores. Más allá de esa idea, dotada de la cual la militancia, aún en los momentos más oscuros, encuentra una luz de esperanza que le permite no perder la fe. 

Además, para Dante el peronismo era su familia, que remite a un pueblo de pescadores del sur de Italia, donde las rudas tareas de la faena diaria requerían planificación y solidaridad, y donde toda la comunidad se organizaba por el bien común. Esa familia tenía antecedentes de lucha contra el fascismo, y en nuestro país abraza desde su génesis la causa peronista y tiene dos desaparecidos: su madre Ángela María Aieta y su hermano Jorge Salvador. El peronismo, también, es el barrio: el Bajo Flores, la fabrica Volcán, donde Avelino Fernández era síntesis del movimiento obrero combativo, la villa, habitada por trabajadores humildes donde realizó su labor el cura tercermundista Rodolfo Ricciardelli; en definitiva un territorio obrero y peronista. 

El peronismo son las y los compañeros: Pinguli y la Negra, el Chacho y Liliana, Dardo Cabo y María Cristina, Leo Betanín y María Inés, y tantos miles que dieron lo más valioso de sí para vivir en una Patria más justa, libre y soberana. Siempre presentes. El peronismo es la juventud. Dante se preguntaba: “¿Quiénes mejor que las y los jóvenes pueden luchar por el futuro y lograr un peronismo dinámico, con diversidad, lleno de color y de mística?”. 

El peronismo es la Gloriosa JP; el “Canca” se había formado con referentes como Envar el Kadri, Gustavo Rearte, Carlos Caride, Jorge Rulli, Amanda Peralta, y había participado de la formación de la JP en los 70 llegando a ser su Secretario General y asesor del presidente Cámpora en asuntos relacionados a la juventud. Ya de grande, ayudó a cuanto grupo juvenil se le acercaba buscando consejos o recursos, y como diputado impulso el proyecto para crear un Ministerio de la Juventud. Para Dante, el peronismo es revolucionario (o no es nada), como decían Evita, Alicia Eguren y el Bebe Cooke, entre tantos otros y otras. 

El peronismo es el movimiento obrero organizado; Dante se había iniciado en la militancia con luchadores de la talla del mencionado Fernández, Dardo Cabo, Amado Olmos, Jorge Di Pascuale, Alfredo Ferraresi, Sebastián Borro; Dante Viel, entre muchos y muchas. El peronismo, para Dante, es resistencia a las dictaduras, al neoliberalismo, y a los mercanchifles que se venden por cuatro monedas. Peronismo es lealtad al pueblo, a sus próceres y a sus ideas. 

Me preguntan en estos tiempos de incertidumbre ¿qué diría Dante? 

Lo que decía siempre: que encontremos al peronismo en las y los trabajadores del Pueblo, que escuchemos sus necesidades y anhelos, que lo encontremos en los barrios, en las villas, en el movimiento obrero organizado, en sus mujeres luchando por mas derechos, en la doctrina social de la iglesia, en la juventud, en la lucha por el bienestar de las y los niños y las y los abuelos. “Si somos gobierno, y el pueblo no está feliz, es que no estamos haciendo las cosas del todo bien” decía con razón. 

Dante siempre nos impulsaba a priorizar la política, las construcciones desde abajo, los espacios de diálogo y participación popular, siempre junto a la gente y de cara al sol. Decía que primero está la patria y después los nombres. Pero que hay nombres que sintetizaban a la Patria, al pueblo y al peronismo. 

Por eso levantamos como bandera las palabras de Dante: “Ayer: nada sin Perón – Hoy: nada sin Cristina.”