La banalización del periodismo
La vuelta de Lanata significa un hecho en la televisión. Es la vuelta de la agenda por encima de la realidad y de la banalización del periodismo y la política a la mínima expresión posible.
Desde que Jorge Lanata volvió a la televisión el año pasado, la tergiversación de un discurso que pueda tapar una realidad se convirtió en la nueva estrella. Seguramente muchas personas no acostumbran leer los diarios, o ver los noticieros ni las noticias por internet. No escuchan la radio, no hablan de política, no les interesa, pero llega el domingo y encienden de manera indiferente sus televisores para prestar atención a aquella persona que se posiciona detrás de un micrófono para atacar al gobierno.
Es aquí donde comienza un análisis sobre lo que verdaderamente representa el programa PPT. El propio Lanata trata de brindar un programa de humor y farándula con la excusa de la política. A través de informes que proporcionan fuentes a medias, entrevistas a personas que pertenecen a partidos políticos y son mostradas como neutrales, reconstrucción propia de eventos, y un monólogo ajeno a lo verdaderamente importante, el programa de Lanata se convierte en el lugar perfecto para confabular lo necesario para cualquier opositor que quiera discutir en la mesa de café del día lunes. Más allá del efecto fugaz de la polémica, no hay nada por detrás.
Lanata no necesita tomar hechos de la realidad para realizar su programa. Algunas menciones en su monólogo hay, aunque muy por encima, pero lo esencial del programa está en los informes. Aquellas investigaciones que se observan domingo a domingo en Periodismo Para Todos, tratan de crear una agenda propia. Se toma un tema que había quedado en el tintero, o que no está del todo chequeado, o que quedo en la nada y se lo potencia, se le agrega unas cuantas frases sueltas, unos cuantos entrevistados y se logra el golpe, el impacto que el Grupo Clarín necesita. Nunca, desde que comenzó a emitirse el programa, se trataron temas de actualidad en los informes de Lanata, salvo algunos casos aislados.
Un ejemplo de lo mencionado anteriormente fue recolectado por un blog (“La vergüenza de mi familia”) y expuesto de una forma que no deja duda alguna de la maquinaria de Héctor Magnetto y su periodista estrella para crear operaciones. Algunos casos específicos:
22 de Abril de 2012: Segundo programa de Lanata donde se trató el tema “Los Hoteles de los K en Calafate”. Durante la semana se había anunciado el proyecto de expropiación de YPF, había arrancado el juicio por Marita Verón, Alberto Fernández reconocía que cobraba un sueldo de REPSOL, la sala I de la cámara de crimen porteña anulaba el sobreseimiento a Macri sobre el caso de la UCEP, etc.
13 de Mayo de 2012: Tema del Programa “Queremos preguntar”. Lo que sucedía en la semana era, las aspiraciones presidenciales de Scioli, Goretti (PRO) se negaba a declarar por las piezas arqueológicas robadas, Macri camino al juicio oral por las escuchas ilegales, marcha multitudinaria en Jujuy para respaldar la investigación de Ledesma en la dictadura militar, comienzo del dólar blue.
20 de Mayo de 2012: Tema del programa “Viaje a Angola”. Durante la semana agredían a un equipo de 678, la Iglesia reconoce que sabía acerca de los desaparecidos cuando el periodista Horacio Verbitsky revelaba una minuta redactada en 1978 durante una reunión de la cúpula eclesiástica y Videla, el gobierno quita la concesión de los ferrocarriles a la empresa TBA, hallan restos humanos en la casa del represor Juan Bustamante, la corte resuelve que el plazo para la desinversión de Clarín es hasta el 7 de Diciembre, etc.
Son algunos puntos, no todos, pero se engloba la idea de lo que se trata de generar desde un programa que está dirigido hacia el típico espectador anti k. Se le brinda información light con unos pocos argumentos, se lo entretiene, se desprestigia la política, y se repite al otro día el informe durante las 24 hs a través de todos los medios del grupo.
Para alguien que no está al tanto de nada pero está al tanto de todo lo que dice Lanata, muchos temas le pasan por encima. La noticia amarilla vende, vale más decir que la reforma judicial es un “Golpe de estado” como tituló Joaquín Morales Solá, a analizar punto por punto cada proyecto como lo hizo el CELS de Horacio Verbitsky. Se puede estar en contra o a favor, pero deben existir fundamentos concretos que sean mejores que una premonición del fin de la república.
En el 18A quedará demostrado una vez más la agenda impuesta por tantos medios a unos cuantos que la consumen. Aquellos mismos de siempre que se quejan de una falta de libertad de expresión mientras se están expresando y de una prisión dolarizada en su propio país mientras viajan por el mundo. Pero la realidad queda mientras la agenda pasa. La realidad se legitima en las urnas. La agenda no.