Fondos buitres: otro ataque anarcocapitalista

"Esto que estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarco-capitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie"

Cristina Fernández de Kirchner, Noviembre 2011

Por Juan Ciucci

En aquella recordada intervención del 2011 en el G-20, la Presidenta de la Nación atacó duramente al FMI, y llamó a reformar los controles del sistema financiero mundial. Utilizó aquella imagen que nos despertó interés: el anarco-capitalismo financiero.

Esta nueva medida que ha tomado la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, intenta poner en riesgo la reestructuración de deuda que realizó la Argentina. Es un gesto interesante, además, este de la justicia que llega de NY.

Nos habilita, la situación, a rediscutir los parámetros que sostiene como aceptables el capitalismo. La Argentina en 2003 comienza un camino de desendeudamiento que le permite reacomodar su situación a nivel internacional, logrando una mayor autonomía de los organismos financieros internacionales a la vez que una paulatina recuperación económica con inclusión social. Sin dudas, una muy buena propuesta de recuperación en perspectiva capitalista.

Pero estos tiempos dejan en claro que no existe la normalidad en el capitalismo, sino que la puja burguesa por maximizar sus ganancias amolda las leyes a quien gane la disputa. El sistema financiero puede poner en riesgo una recuperación industrial, si su poder prevalece y le permite a largo plazo recuperar el control absoluto de Argentina.

Quienes abogan por el país normal alejado del conflicto, seguramente tendrán muchas propuestas para realizar, ante este atropello del anarco-capitalismo financiero. Ellos encontrarán en el mundo la salida, una vez que logren acercarnos a él; pues según parece, seguimos alejados.

Y las medidas del Gobierno Nacional seguirán chocando contra reglas irregulares, pendientes del curso de las fuerzas imperiales. Nunca es vano recordar la ficción internacional que son las normas jurídicas, políticas y económicas del capitalismo. Seguir atados a ellas sin dudas traerá más problemas que soluciones. La integración americana debe encontrar los mecanismos que permitan profundizar la asociación estratégica de la Patria Grande, para encontrar una salida conjunta. Habiendo hecho tanto, aun falta lo más difícil.