Escrache, la palabra de moda en España
Por Eduardo Di Cola
Escrache ha sido designada la palabra del año 2013 en España. Así lo determinó la Fundación del Español Urgente “Fundéu”, una institución nacida de un acuerdo entre la Agencia EFE y el Banco de Bilbao Vizcaya que trabaja desde el año 2005 para impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación. Para el cumplimiento de su objetivo cuenta con el asesoramiento de la Real Academia Española.
Los medio en general lo difundieron como una nota de color. El análisis no fue mucho más allá de lo linguístico tratándolo en sus secciones culturales como fue el caso del diario madrileño El País.
Destacan que se trata de una palabra que llegó al español de España desde el de Argentina y Uruguay.
Lo que no se dice ni se analiza son la causas por las cuales se ha puesto de moda. A los poderes económicos comprensivo de sus propios medios de comunicación no les interesa ir mucho más allá de la curiosidad que el diccionario de la Real Academia Española solo incluye el verbo “escrachar” y no así al vocablo “escrache”. Como si la utilización de la palabra pudiera estar divorciada de la realidad a la que se refiere.
Naturalmente que no es una actitud ingenua. Para esos poderes es importante que no se ponga en evidencia su decisión de seguir generando beneficios extraordinarios sin medir ni importarles las consecuencias.
Así es como contemporáneamente el diario español Expansión líder en temas económicos, informó el miércoles 8 que a cambio de 1.250 M de Euros los bancos cedieron a los fondos buitre Apollo, TPG y Kennedy Wilson de origen estadounidense, la gestión y venta de 82.000 inmuebles valuados en 20.000 M de Euros. En otras palabras, 82.000 parcelas de soberanía española obtenidas de españoles desahuciados fueron puestos en manos de fondos buitres norteamericanos.
Pero no son solo los bienes materiales sobre los que avanzan. Los valores históricos, culturales, simbólicos también caen en su lógica mercantilista.
La estación del Metro Puerta del Sol de Madrid, el equivalente a nuestra Plaza de Mayo, cambió su nombre por el de una empresa de telefonía celular. Ya no es más estación Puerta del Sol. A cambio de 3 millones de euros pasó a denominarse estación “Vodafone Sol”. Como si nuestra estación de subte Plaza de Mayo pasara a denominarse estación “Movistar Mayo” o “Claro Mayo”.
El neoliberalismo europeo y la cooptación de la política por los poderes económicos inevitablemente nos remite a las causas que en nuestro país dieron nacimiento a los escraches, ahora de moda en España y otros países del viejo continente.