Cine Obrero: Ni dios, ni patrón, ni marido
Por GBA
En 1896 Virginia Bolten, perseguida y amenazada por la policía Rosarina, se traslada a Buenos Aires y toma contacto con Matilde, también anarquista que lleva a cabo su militancia en una fábrica de hilados; Volpone. Coincidentemente son su encuentro se produce en la fábrica un conflicto por el despido de una de las obreras. Virginia, en esta ocasión tiene un rol determinante para llevar adelante la protesta, y aunque no alcanzan los resultados buscados, sirve como punto de partida para la conformación de un grupo que dará vida a un viejo proyecto: la edición de un periódico anarquista en el que la voz de la mujer denuncie la doble explotación a la que es sometida en el siglo XIX: por su condición de clase y por su género. Deciden llamarlo "La voz de la mujer".
Mujeres que se pusieron de pie frente a la invisibilización cotidiana e histórica. Mujeres que rompieron el silencio, tomaron la palabra y gritaron….
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VIRGINIA BOLTEN – LA VOZ COMO UN DERECHO
El 1 de mayo de 1890, encabezó la primera manifestación por el 1 de mayo en conmemoración de los Mártires de Chicago, enarbolando una bandera negra y letras rojas con la consigna: "1 de Mayo, Fraternidad Universal". Luego de pronunciar un discurso revolucionario y difundir propaganda anarquista frente a los trabajadores de la Refinería Argentina, es detenida bajo el cargo de atentar contra el orden social. Fue la primera mujer oradora en una concentración obrera.
Durante los años comprendidos entre 1896 y 1897 editó el periódico La Voz de la Mujer, el primer periódico anarcofeminista de la Argentina, cuyo lema era "Ni Dios, ni patrón, ni marido" que tuvo seis publicaciones y fueron clandestinas. Completo cada una de sus líneas con reivindicaciones de género, en lo social, en lo laboral, en lo religioso, rechazando cualquier tipo de sometimiento. Esta publicación fue resistida por algunos varones anarquistas. Colaboró también en las páginas de La Protesta.
Posteriormente junto a otros anarquistas organizó la Casa del Pueblo, realizando eventos político-culturales, debates, discusiones, lectura de poesía y teatro para los obreros. En 1902 participó de una manifestación en Montevideo el 1 de mayo, denunciando la Ley de Residencia Argentina y la represión al movimiento obrero. Ese mismo año participó también de un acto del Sindicato Portuario en el teatro San Martín de Montevideo.
En 1904 volvió a Buenos Aires y formó parte del Comité de Huelga Femenino organizado por la Federación Obrera Argentina, movilizando a los trabajadores del Mercado de Frutos de Buenos Aires.
En 1907, participó en la huelga de inquilinos como parte del "Centro Femenino Anarquista", razón por la cual se le aplicó la Ley de Residencia y fue expulsada al Uruguay, en donde se radicó definitivamente.
En 1909 colaboró con el periódico anarcofeminista dirigido por Juana Rouco Buela; La Nueva Senda (1909-1910). En Montevideo organizó protestas por la brutal represión del 1 de mayo de 1909 en Buenos Aires, donde las fuerzas policiales de Ramón Falcón asesinaron cerca de una decena de obreros.
En 1911 trabajó en la Asociación Femenina- Emancipación, organizando a las mujeres anticlericales y a las operadoras telefónicas, mayormente mujeres. En 1923 Integró el Centro Internacional de Estudios Sociales. Falleció en 1960 en Montevideo.