“Después de Remolino, Acorazado Potemkin es mucho más que cada uno de nosotros”
Por Pablo Russo
Acorazado Potemkin, la banda que se puso los anteojos del cineasta vanguardista ruso Sergei Eisenstein como marca de identidad, sigue girando por los escenarios de la ciudad de Buenos Aires y del interior del país presentando Remolino, disco “anfibio” sucesor de Mugre. Conversamos con Juan Pablo Fernández y Federico Ghazarossian, voz y guitarra y bajo del power trío de punk rock que arrasa con su poesía y potencia musical sobre el escenario.
APU: ¿De qué se nutre Remolino?
Federico Ghazarossian (bajo): Se nutre de nuestras vidas después de Mugre, de concretar un sonido, una voz propia, de tratar de ir un poco más allá… Influencias tiene miles, de todo tipo.
Juan Pablo Fernández (voz y guitarra): Sí, hay de todo un poco. En general me gusta escribir de lo que nos pasa, de lo que vivimos. En eso necesito sentirme auténtico, de que uno puede compartir un sentimiento si realmente sale de adentro. Y siempre somos curiosos, escuchando cosas nuevas, estamos leyendo, viendo pelis… Pero lo más importante es cuando la banda cierra la puerta de la sala de ensayo y se aleja un rato de su propia lógica para adentrarse en recuerdos, ideas, zapadas nuevas, temas viejos nunca olvidados. Y no hay que atender el teléfono y aguantarse las ganas de tocar unos meses. Y así aparece la independencia real, la del trabajo que de los límites propios, hasta que algo aparece, una forma de encarar las canciones y de resolverlas, y el disco sale.
APU: Como músico y letrista: ¿qué privilegias en Acorazado para una canción: la letra-poesía o la melodía?
JPF: Yo siempre priorizo la melodía, por eso muchas veces termino escribiendo las letras con las sílabas exactas que cada nota necesita, es un ejercicio de síntesis interesante porque nunca se pierde de vista lo musical. A mí me gusta la poesía y la palabra cotidiana, incluso hablada, pero siempre tiene que estar subordinada o fusionada con la melodía. Hay una forma de escribir, una forma de componer la música y otra de cantar la melodía, pero las tres tienen que ir juntas en equilibrio para que se arme una canción que tenga su universo propio, sus reglas propias y logre abstraerse de las otras canciones.
FG: Todo es un equilibrio, la música acompaña a las palabras, le dan el carácter, así como la manera de decirlo, y lo mismo la letra o poesía. No creo que tenga que haber una separación, tiene que quedar en un TODO.
APU: Alguna vez dijiste que "las canciones pertenecen a quien las canta" ¿cómo es la elección de temas de otros autores, como Adriana Calcanhotto en Mugre, o Yayo Cáceres en Remolino?
JPF: Sí, lo que dije era “la tierra es del que la trabaja y las canciones son de quien las canta”, algo así como que al cantarlas se las ejerce, y no te queda otra que de apropiártelas para recrear el sentimiento de quien la escribió. Y que brote algo nuevo, tuyo. La canción de Calcanhotto es hermosa, está incluida en su álbum en vivo Público, que me acompañó en un momento de mi vida. Esa canción, “Unos Versos”, la empezamos a tocar de una manera muy distinta, en banda y con formato rock, pero respetando los tonos de la guitarra, la melodía y el tempo, como si se pudiera poner encima una versión de la otra y que encaje, y cante ella con nosotros. La del correntino Yayo Cáceres es una vieja letra suya y la música es nuestra. Es un ejemplo de lo que te decía antes. El Yayo se fue a vivir a España, por el 2001, y entonces para no perder el hábito de encontrarnos a componer, le pedí que me mande una letra que tenga un primer verso de 11 sílabas, luego otro igual, luego otro de 5, otro de 6, uno de 8, y finalmente uno de 12, algo así, para que encaje en una melodía que yo ya tenía compuesta. Y él hizo todo el trabajo y mando cuatro estrofas así y son exactas las que ahora tocamos con el nombre de “Pintura Interior”. Y las elegimos porque sí, porque las queremos, porque nos gustan, la clave es que cada una entre en la forma que encontramos, disco a disco, de resolver los temas.
APU: ¿Cómo es la relación de cada uno con la banda y con el disco nuevo? ¿Cómo trabaja en equipo Acorazado, como se "administran" los aportes estéticos y las historias personales (y personalidades) de cada uno de los tres?
FG: La relación con la banda es ver de llegar hasta el punto de explosión, desde nosotros hacia adelante, sentirte vivo plenamente, de no esquivar nada. Se puede traducir en claridad. Mugre nos llevo por muchos lugares, y era cuestión de acompañarlo hasta donde sea, cuando nos pareció que ya estaba, nos encerramos a cranear y gestar Remolino. El trabajo nuestro es un aporte constante de los tres, musical y estético, discutimos bastante, probamos, y vamos acomodando las partes para que se sostenga.
JPF: En la banda, como en todas, siempre hay alguien que trae una idea que después se arma entre todos. Los tres somos músicos que acicatean al otro, que buscan su lugar para aportar y que no sea solo un acompañamiento. Es como un banquito de tres patas en el que cada uno sostiene su parte o se cae. Y para eso hay que escucharse mucho, tener un carácter para aportar pero también ser generoso para que los roles vayan rotando. Y así se va armando un lenguaje propio, y quisiera creer que después de Remolino, Potemkin ya es más de lo que cada uno de nosotros es.
APU: ¿Cómo les está resultando esta complementación de descarga virtual y venta física del disco?
FG: Es nuestro medio de difusión… Radio Potemkin... Buenas noches!!
JPF: Sigue siendo sorprendente para nosotros, que venimos del viejo mundo de contratos, licencias y peajes, ver cómo fluye lo que uno hace por amor y generosidad de compartirlo, de oyentes y público que reciben el archivo digital gratis y sacando del medio la palabra "piratear". Y después esa misma gente te arenga y agita para comprar el disco. Conviven perfectamente los dos formatos, es mentira que la música gratuita mata al cd. Por eso decimos que es anfibio, que puede andar bien de dos maneras.
APU: AP es una de las bandas porteñas que más excursiones al interior hacen últimamente (Rosario, Resistencia, Paraná...) ¿Cómo viven estos viajes? ¿Hay diferencias de públicos?
FG: Por suerte con Mugre viajamos mucho por el país, y ahora con Remolino estamos empezando, y tenemos todo el año cerrado. Estamos contentísimos con eso.
JPF: Es hermoso ir a encontrarse con el público. Y siempre hay músicos y poetas, y gente que se acerca y comparte sus cosas y nos volvemos a casa llenos de discos y libros, y entonces siempre es una alegría. Fuera de Buenos Aires, pareciera ser más nítido cuál es el público del rock, que hoy por hoy va por un carril propio, fuera de la agenda de los medios masivos y los grandes festivales.
APU: ¿Qué es el rock ahora que ya son gente de cuarenta y pico, con hijos?
FG: Es hacer lo que uno quiere, sin filtros. Libertad
JPF: Es que el rock no es un vicio que hay que dejar con la juventud. El rock sigue siendo un lugar desde donde preguntar, desde donde seguir cuestionándose quiénes somos, qué queremos, por qué hacemos lo que hacemos, y siempre desde la actitud e identidad. Que no es otra cosa que lo que hace uno cuando cumple cuarenta años y ve a los hijos nacer y crecer.
APU: ¿Cuál es la búsqueda estética y el ideal de belleza que persigue AP?
FG: Ser la más auténticos posible, reales. Ser nosotros, y eso trasmitirlo a la estética.
JPF: Para mí es siempre cuando se ponen dos fuerzas en tensión, o tres, y hacen algo nuevo. Nunca sé si eso es belleza o tensión, quizás para mí sea lo mismo, y entonces algo se enciende, un entusiasmo, una chispa en los ojos…
Recuadro: la banda y sus integrantes
AP está compuesto por Federico Ghazarossian (bajo), Luciano Esaín (batería) y Juan Pablo Fernández (guitarra y voz). Formada en el 2009, la banda editó Mugre dos años después y Remolino en 2014. Ambos discos están disponibles para su descarga en www.acorazadopotemin.com.ar. Federico ha sido parte de Don Cornelio y la Zona, Los Visitantes, Me darás mil hijos, Cardenal Domínguez Cuarteto y La Bagayera. Lulo participó de Playmobil, Flopa-Manza-Minimal y actualmente es baterista de Valle de muñecas y Motorama. Juan Pablo integró la Pequeña Orquesta Reincidentes.