“Pensamos una sala 360° que funcione como un prólogo que prepare al visitante en un sentido emocional”

  • Imagen

“Pensamos una sala 360° que funcione como un prólogo que prepare al visitante en un sentido emocional”

23 Enero 2015

{vimeo width="600" height="400"}115000617{/vimeo}

Por Juan Ciucci

Recorrer el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur es una experiencia movilizante. No solo por lo que significa la Causa Malvinas para todos los Suramericanos, sino también por cómo ha sido desarrollada la propuesta. Las diversas salas nos permiten acercarnos a las Islas de diversos modos, recordando el dolor de nuestros compatriotas caídos, pero también recuperando la hermosura de ese pedazo de Patria allá en el sur.

Quizás entre las instalaciones que más nos impacten se encuentra la Sala Prólogo, que nos permite un recorrido histórico, político y emocional por las Islas. En esta entrevista hablamos con Tristán Bauer, uno de los responsables de esta experiencia audiovisual en 360°.

APU: ¿Cómo surgió la idea de contar la historia de “Malvinas” en un espacio 360°?

Tristán Bauer: Surge de la idea de nuestra Presidenta de realizar un museo acerca de Malvinas aquí en este predio (la Ex–ESMA) con lo que significa esto, ¿no?. Desde su génesis, concebimos que lo audiovisual tenía que tener mucha presencia. En ese sentido, pensamos una sala 360° que funcione como un prólogo, como un relato audiovisual que no apunte a una cronología fría o a una línea pedagógica/didáctica, sino que prepare al visitante en un sentido emocional. Así surgió la idea de una proyección 360°, un sistema de sonido Dolby que te permite trabajar con las distintas frecuencias, con el “sonido surround” y sobre una base que, de alguna manera, es una aproximación a la presencia del mar, su geografía, su paisaje. Desde esa percepción que podría tener un viajero, acercarnos a una línea histórica que hace un recorrido por los distintos momentos de los primeros descubrimientos, de los primeros asentamientos argentinos en las Islas, el episodio de ataque de los EEUU, los procesos, la guerra. Vuelvo a decirte: no de una manera informativa sino intentando llegar al espíritu, al corazón. A partir de la primera impresión, donde entramos en un estado de conexión con las Malvinas, se recorre el resto del Museo.

APU: ¿Cómo se pensó la filmación para lograr este efecto?

TB: Desde el punto de vista técnico, se realizó con uno de los mejores equipos de alta definición disponibles. Se trabajó con gráficas de alta resolución en combinación con materiales de archivo. El registro fue realizado con la mejor tecnología.

APU: ¿Cómo es pensar en un modo 360°? Porque no es trabajar con una pantalla plana, sino una interacción de planos.

TB: Nuestra formación es para una pantalla rectangular en 16:9. Cuando uno trabaja en este nivel, trabaja mucho sobre el concepto de percepción. El sonido adquiere un valor muy importante, te va guiando en los distintos planos y te permite ir desarrollando este sistema donde estás percibiendo una proyección 360°. Es un proyecto de técnicas mixtas, que va desde grabados de época hasta filmaciones en alta definición realizadas por nosotros, algunas cosas reconstruidas en 3D mezcladas con filmaciones reales. Es una técnica absolutamente mixta donde se van complementando las distintas tecnologías. Pero también trabajás con segmentos en los distintos sectores de la pantalla, con lo que se vuelve al “rectángulo” tradicional.

APU: ¿Contó con la colaboración de otros realizadores?

TB: Fue un trabajo muy intenso, lo realizamos con el mismo equipo del Mapping Cabildo 25 de Mayo, la productora Nos. Los contenidos se trabajaron con Presidencia, también.

APU: ¿Cómo analiza la presencia de lo audiovisual en los museos que se han creado en estos últimos años?

TB: Cuando recorrés el mundo advertís claramente cómo la presencia audiovisual es cada vez mayor. Las instalaciones se conciben con una presencia audiovisual muy fuerte, es una parte sustancial. Lo importante es trabajar con un criterio integral. Ese 360° convive en el Museo Malvinas con grandes fotografías, cuadros, maquetas, un avión real. Lo importante es que los objetos ayuden al espectador, en su imaginario, a armar un relato acerca de las Malvinas. No es un relato concentrado en la guerra, la intención es hacer un recorrido integral por su historia, por lo que representa como soberanía, como patrimonio; por su belleza geográfica, su flora y fauna.

APU: Hay mucho de la estética construida en Canal Encuentro y Tv Pública en estos museos, ¿cómo analiza o define esa propuesta estética?

TB: Es algo que tenemos en la sangre y no lo podemos sacar, uno va construyendo relatos a partir de una estética audiovisual. Es una línea que llevamos adentro por nuestra formación cultural, nuestras tradiciones y al mismo tiempo estamos innovando. Las características de las nuevas cámaras, de los nuevos grabadores y centros de producción también invitan a participar y construir una determinada estética a partir de sus herramientas. Cuando surgió el óleo, el acrílico, los artistas empezaron a pintar de una manera distinta. Los nuevos materiales llevaron al artista a desarrollar nuevas estéticas. Con las nuevas tecnologías pasa esto y de manea más intensa. El poder narrar a partir de lo audiovisual marca muchísimo.