“En Cipolletti es constante que los chicos sufran violencia policial”
Lorena Valdez, mamá del joven atacado por la policía de Río Negro y militante del Movimiento Popular La Dignidad indicó: “Agustín tiene 15 años, el domingo a la madrugada venía de un cumpleaños. Lo que nos contaron a nosotros los chicos que lo llevaron al hospital es que iban por una calle en un barrio de Cipolletti y encuentran que la policía lo estaba golpeando. Eran 4 oficiales que lo estaban pateando en el cuerpo y lo insultaban. Estos chicos llegan al lugar y les dicen que Agustín andaba con ellos, que se lo iban a llevar, que no le pegaran más porque era menor. Antes de que Agustín se levantara, un policía le pega otra patada en la pierna y queda rengo. El policía les dijo que iba a contar hasta 3 y que corran. Cuando ellos se dan vuelta para irse escuchan el ruido de que cargan la escopeta y empiezan a correr. Agustín quedó más atrás por el dolor en la pierna, y cuando gira le dispararon en la cabeza y el impacto del perdigón entra en su ojo derecho. Como si estuvieran de caza. Los chicos escuchan que Agustín empieza a gritar y cuando vuelven los policías hicieron tres disparos más. Cuando los chicos se acercan a Agustín les tiran gas pimienta para que se alejen, se suben al patrullero y se van. Los chicos agarraron a Agustín de los brazos y corrieron como tres cuadras tratando de parar algún vehículo. Paró un chico en una moto, que fue quien lo llevó al hospital junto con una de las testigos”.
Todo lo que cuenta sucedió en el barrio Anai Mapu de Cipolletti, uno de los más estigmatizados de la localidad rionegrina, tanto como el barrio en el que viven el joven con su familia, el Barrio Obrero.
“A Agustín lo tuvieron que operar y perdió su ojo, porque el globo ocular estaba destrozado. Los primeros informes que dio la policía es que esto había sucedido en un entorno de peleas entre bandas, como llaman ellos, lo cual es mentira. Él volvía a la casa de su papá caminando solo después del cumpleaños y ellos lo interceptaron y le pegaron e hicieron lo que quisieron. La chica que lo lleva al hospital, que vio todo, cuando Agustín le dice que se fije si llegaron sus padres (tampoco nos avisaron ni del hospital ni la policía que él estaba ahí lastimado), sale y había otro móvil policial y la empiezan a insultar y a empujar y ella sale corriendo. Hizo una cuadra y la interceptó una camioneta de la policía, la subieron arriba, le pegaron, la llevaron al destacamento y le siguieron pegando, tiene el tabique fracturado, la mandíbula fisurada, y el dedo de la mano lo tiene reventado porque se lo pisaron, es decir, la torturaron para que no dijera nada”.
La mamá de Agustín, en una entrevista radial con Enredando las Mañanas, explicó: “No nos dieron ninguna explicación de por qué fue, dicen que fue una pelea entre bandas, pero no nos dicen por qué le dispararon. Él no tenía ningún arma blanca ni de fuego, no entendemos por qué el accionar de ellos. Cuando estaban operando a Agustín la policía estaba constantemente tratando de querer sacar la prueba. El médico dejó las pruebas bajo llave hasta que llegó el fiscal, pero ellos querían entorpecer todo. Los chicos que lo llevaron al hospital estuvieron detenidos todo el domingo, sin motivos”.
“Acá en Cipolletti, no solo en el Barrio Obrero, es constante que los chicos tengan que pasar estas situaciones con la policía. Como nosotros estamos en el Barrio Obrero y hay organizaciones sociales que conocemos y nos apoyan, los policías se empezaron a asustar un poco más y trataron de embarrar la cancha para que no se aclare, pero los chicos ya identificaron al que disparó, a los que les pegaron. En fiscalía no nos quieren corroborar lo que nosotros sabemos”, remarcó Lorena Valdez: “El oficial a cargo del destacamento este salió a decir en los medios de que me habían llevado detenida por portar arma blanca y los mismos diarios lo repitieron”.
Los medios hegemónicos del Alto Valle de Río Negro se ocuparon, como siempre, de difundir la versión oficial, la de la institución victimaria. “Lo que hicimos fue pedirle derecho a réplica y que se rectifiquen de lo que dijeron. Porque en ningún momento me llamaron a mí o al papá de Agustín para asegurarse de que fuese así”, concluyó Lorena.
Fuente: RNMA