"Las comisarías no pueden tener presos y en este momento hay más de 1700"
Por Boris Katunaric
APU: ¿Qué rol cumpliría de asumir Aníbal Fernández en provincia de Buenos Aires?
Hugo Cañon: En realidad no se habló de cargos, porque lo que hizo Aníbal, tanto al doctor Martín Vázquez Acuña como a mí, fue convocarnos para conversar sobre el sistema penitenciario de la provincia de Buenos Aires e intercambiar ideas sobre esto.
Efectivamente hemos tenido una reunión el 28 de septiembre con Aníbal, Martín Sabbatella y Vázquez Acuña. Hemos analizado esta situación y hemos quedado en trabajar, aportar información y elaborar un documento, hacer un diagnóstico y una serie de propuestas que, pasadas las elecciones, seguramente tendremos listas.
APU: ¿Es una especie de asesoría?
HC: Es lo que él nos ha propuesto pero no habló de ninguna designación formal sino de acompañarlo en este proceso de visualización de los problemas.
APU: En ese sentido: ¿cuáles serían los principales problemas del servicio penitenciario bonaerense?
HC: Es un tema complejo, hay que analizarlo largamente porque no se puede resumir en pocas palabras. A grandes rasgos, así como EE.UU. en los 80 comenzó una política de prisionización enorme que fue conduciendo poco a poco a incrementar la cantidad de personas privadas de libertad: desde esa época hasta ahora, la población norteamericana creció un 30% mientras que la cantidad de presos lo hizo un 800%. Esto llevó a que hoy haya un proyecto de ley para descomprimir ese hacinamiento en las cárceles.
Esa ley empieza a regir el 1 de noviembre próximo y tiene por objetivo liberar a los consumidores que están privados de la libertad y evitar que estén encerrados. Justamente Aníbal, y esto lo sostiene permanentemente, dice que cuando hay una persona, un chico, que está afectado por el paco, por ejemplo, la respuesta no debe ser el encierro sino el tratamiento. Esta es una línea política muy importante de seguir y, en esa dirección, creo que puede habilitarse una instancia de liberación de personas detenidas por estas circunstancias menores.
APU: ¿Esto descomprimiría la superpoblación en el sistema carcelario?
HC: Sería un ítem, habría que ver otras cuestiones, son las que estamos evaluando. Otra de las cosas es que, por ejemplo, las comisarías no pueden tener presos y en este momento hay más de 1700. En ese sentido, Aníbal tiene la voluntad política de evitar que haya detenidos en comisarías, lo que ya significaría un gran avance.
Luego tendríamos que analizar el cupo carcelario y en función de eso evaluar las capacidades que tiene la provincia para el alojamiento de detenidos y ver en qué condiciones se encuentran, tanto en el tema alimentario, de salud, asistencia médica, contacto familiar, etc. que es parte de la evaluación que estamos realizando.