Encuentro nacional de mujeres sindicalistas: ellas se organizan
Por Rodrigo Lugones
La Corriente Federal de Trabajadores y Trabajadoras (porqué no aprovechar éste contexto para proponer éste agregado a su nombre) ha producido uno de los eventos políticos, en materia de igualdad de género, más importantes del año. Un encuentro nacional de mujeres sindicalistas (algo que suena extraño, por la histórica y fuerte presencia masculina en las organizaciones del movimiento obrero, pero que habla de un cambio de época y de una actualización necesaria a la hora de pensar el mundo de los derechos de los trabajadores y trabajadoras).
Por lo que pudo averiguar éste humilde cronista, que no está exento de equivocaciones, desde luego, el encuentro es el primero en la historia argentina que cumple con reunir a mujeres de todo el país para discutir tanto las problemáticas de género como todo lo vinculado a la situación político-económica nacional e internacional. La fecha elegida no pudo haber sido más justa, se eligió para conectar el evento al 65 aniversario de la primera vez que las mujeres argentinas pudieron ejercer su derecho a votar en elecciones libres.
La iniciativa fue promovida por Vanesa Siley, secretaria general del sindicato de trabajadores y trabajadoras judiciales, una joven dirigente sindical, que nos muestra un tipo de liderazgo emergente que propone reformar las organizaciones gremiales mientras se reforma la sociedad, entendiendo como necesaria la perspectiva femenina a la hora de pensar los problemas de las trabajadoras y los trabajadores argentinxs (tal como lo remarca la excelente nota del encuentro escrita por el periodista Leonardo Martin, que puede leerse aquí).
El encuentro fue realizado en el camping 12 de agosto que pertenece al sindicato de televisión (SATSAID), un espacio más que confortable que fue el escenario donde debatieron las cuatro comisiones en las que se dividió el encuentro. Alrededor de 500 mujeres sindicalistas de todo país estuvieron discutiendo y arribando a algunas conclusiones, que se leyeron al final del encuentro, donde se proyectó, también, un video alusivo.
La presencia de Milagro Sala sobrevoló todo el evento. No sólo en las declaraciones políticas que se escucharon en los discursos de apertura, en los debates de las comisiones, en las palabras del cierre, o en las imágenes de la líder de la organización barrial Tupac Amaru que todas las asistentes llevaron colgadas de su cuello, sino en el hecho político en sí mismo, en el valor que representa una actividad de tales características.
El coraje de Milagro está presente, sin dudas, en la lucha de miles de mujeres que militan sindicalmente, en el contexto del patriarcado neo-liberal, contra las violencias que actualmente las afectan y contra un modelo económico que sólo cierra con los trabajadores y las trabajadoras afuera.