Higui sigue presa: sin respuestas por parte del Poder Judicial
En diálogo con Agencia Paco Urondo, Carolina Abregú, integrante de la organización Furia Feminista y de la Mesa por la Libertad de Higui indicó que "esta mañana nos concentramos en la puerta de la UFI 25 de Malvinas Argentinas, y un hombre que no se identificó como policía, nos preguntó a qué veníamos y qué respuesta queríamos escuchar de parte de la justicia. Dijo que era del tribunal, no policía”.
“Le dijimos que nos estábamos organizando, esperando a que lleguen compañeras y familiares de Higui, y cuando estemos las cinco personas que teníamos pensado entrar, les avisábamos. Esta persona fue a preguntar y dijo que el fiscal Germán Weigel Muñoz no iba a atender a más de una persona y que tenía que ser familiar directo. Le dijimos que nos recibía a las cinco o entrábamos todas”, agregó.
“Luego nos atendió el Fiscal, y comprobábamos algo que sospechábamos: que la abogada, Raquel Hermida Leyenda, no quiere hablar con la familia ni con la mesa de trabajo, ella sólo quiere hablar con Higui, y esto genera malestar. La abogada tiene el teléfono del fiscal y hablan directamente. Todo lo que quieren presentar deben hacerlo por la abogada, nos dijeron, pero ella no presentó nada en estos cuatro meses”, explicó.
“Luego se hizo presente el Fiscal General del Departamento Judicial de San Martín Dr Lapargo Les pedimos que cambien el fiscal, o agregue a uno que tenga perspectiva de género, y que sepa lo que está haciendo. También le preguntamos qué falta para que Higui quede libre, pero no nos dicen nada. Cuando le pedí explicaciones, y les presentamos un punteo de las diferentes situaciones de la causa, nos acusó de que tenemos otros intereses y que respondemos al intendente, algo que es totalmente falso. No tuvimos muchas más respuestas”, indicó.
Analía “Higui” de Jesús fue brutalmente atacada por 10 hombres que la esperaron en el pasillo de su casa de Marilo, Bellavista, el 16 de octubre de 2016, para golpearla e intentar abusar sexualmente de ella y amenazarla con empalarla. Analía, temiendo por su vida y actuando en legítima defensa, buscó defenderse con un cuchillo que cargaba consigo, ocasionando la muerte de uno de sus agresores.