Cambiemos no pudo: quiso votar el ajuste previsional con "diputrucho" y represión
Por Enrique de la Calle
Pasó de todo en la jornada de hoy. Miles de personas se movilizaron a Plaza Congreso para rechazar el ajuste previsional que quiere imponer el macrismo en Diputados (cuenta con media sanción del Senado). La respuesta oficial fue la militarización de la zona y la represión. Decenas de personas fueron heridas por los gases y las balas de goma, entre ellos, los diputados kirchneristas Mayra Mendoza y Matías Rodríguez. Rodríguez quedó inconsciente y debió ser hospitalizado.
En ese contexto, el macrismo hizo todo lo posible para alcanzar el ansiado quórum de 129 diputados. Cuando supuestamente lo logró, desde la oposición lo rechazaron porque dijeron que Cambiemos había hecho trampa, violando el reglamento y utilizando "diputrucho". "Nosotros no hacemos esas cosas", se atajó Emilio Monzó, jefe de la Cámara. "Tenemos el número, tenemos el número", esgrimió nervioso. "Usaron diputruchos, los tenemos filmados, para lograr el número", cuestionaron desde la oposición.
En ese clima, la legisladora Victoria Donda recordó que había sido herida el día anterior por un perro de la Gendarmería. "Así no se puede votar, es una barbaridad esto", gritó. Por su parte, diputados kirchneristas pidieron levantar la sesión por las irregularidades y por la ausencia de colegas heridos por la represión. "Tenemos a dos compañeros en el hospital, no podemos debatir así", aseguró Horacio Pietragalla. Elisa Carrió les respondió con una ironía: “Tienen que tener cuidado los diputados de no atropellar a las fuerzas del orden”.
Cuando la situación adentro del recinto se parecía a la de afuera, donde la Gendarmería y la policía Federal seguían reprimiendo a las columnas de manifestantes, fue la propia Carrió la que decidió dar marcha atrás desde el oficialismo. "Le pido al presidente que levante la sesión, no le hagamos el juego a los violentos", dijo. Y volvió a defender el proyecto que supuestamente "beneficia a los jubilados". Monzó aceptó y mandó a todos los legisladores a sus despachos.
Afuera, el levantamiento se vivió como una fiesta. Todas las columnas, integradas por gremios y organizaciones sociales y políticas, celebraron como un triunfo la postergación del debate. ¿Quedará pendiente para el año que viene? Si Cambiemos insiste con el proyecto la semana que viene, deberá votar en fechas emblemáticas, como lo son cada 19 y 20 de diciembre en el país. Si lo aleja una semana más, se debatirá entre las fiestas, lo cual no parece ser el mejor escenario para un tema tan sensible. Mientras tanto, el oficialismo y sus posibles aliados (Cambiemos no tiene quórum propio) miran las encuestas que indican que el ajuste previsional tiene un rechazo mayoritario en la sociedad.