El calor que no pega bien: Sendra y su humor misógino
Por Ludmila Sueiro
El calor no les pega bien a las personas. Algunas cambian de humor, otras planean los lugares donde estar para asegurarse un aire acondicionado todo el día. Algunas deciden inaugurar la temporada de botella de agua fresca en una mochila o cartera; y a otras le sale lo misógino que llevan adentro. Como a Sendra, por ejemplo.
Al dibujante, reconocido por su creación “Yo, Matias”, el calor lo deschavó. En su “chiste” del día 29 de diciembre en el Diario Clarín, muestra a tres panelistas (hombres, por supuesto) dando a conocer la noticia del día. “Ola de calor” exclama el primero de esos personajes. Lo que sigue son dos recomendaciones, de los otros dos panelistas, hacia las mujeres sobre qué debemos hacer en estos días de calor.
A las mujeres de 60 les recomienda que tomen agua y usen ropa liviana. Le agradecemos Sendra por su preocupación, esperamos que usted (que ya casi termina esa década) se encuentre hidratado en esta ola de calor. Pero lo que más llama la atención es la manera de tratar a las mujeres mayores de 21 años (cuidando la mayoría de edad).
“A las de más de 21 años les suplican tomar cócteles y andar en tanga” relata el último de los personajes del dibujo del día. En este remate, Sendra hace hablar a sus dibujos, pero habla él. El dibujante nos coloca a las mujeres en una situación de entretenimiento machista. “Tomar cócteles y andar en tanga”: eso esperan, algunas personas, de las mujeres. Lamento informarle señor Sendra que las mujeres no estamos para cumplirle sus deseos. Las mujeres no somos un cuerpo bebiendo y en tanga para satisfacer los ojos de esta sociedad.
Las mujeres, sin embargo, queremos que los medios de comunicación dejen de utilizarnos para el humor misógino. Un humor del que sólo se ríen unos pocos y que nos conduce a una sociedad con desigualdad entre los hombres y las mujeres. Necesitamos una sociedad que no se ría de nuestro cuerpo, que no se ría de nuestra condición de mujeres, como si fuese una desventaja.
El humor que usted eligió para el dibujo, señor Sendra, es misógino. No es bueno, porque es misógino. Por eso mismo, la recomendación que una mujer le puede hacer es que haga humor, pero de verdad. Como aquel que insinuaba en las primeras tiras del “Yo, Matias”, rastros que con el tiempo fueron deshilachándose, hasta convertir sus tiras cómicas en esta vergonzosa muestra que hoy publicó.
Este humor fácil que hoy realiza, lo hace cómplice a usted de una cultura que nos coloca a todas las mujeres (no sólo a las que usted no conoce, sino también a las que lo rodean) a merced de sus necesidades. No necesitamos sus consejos, Sendra. La lucha de las mujeres en nuestro país ha establecido un piso de discusión que no permite más este tipo de “chistes” misóginos. No es la primera vez que los hace, Sendra. Esperamos que sea la última.