Caso de Lucía Pérez: "El tribunal le envió un mensaje a la sociedad: la violencia machista no será condenada"
Por Santiago Asorey
APU: ¿Cuál es su opinión sobre el fallo en torno a la muerte de Lucia Pérez? ¿Es un fallo machista?
Ana Oberlín: La sentencia muestra una mirada machista al hacer eje en la vida de Lucía, al hacer hincapié en cuestiones que no tienen nada que ver con lo que se está juzgando, como lo son sus anteriores relaciones con varones, si se mandaba fotos o no. No tiene nada que ver. Incluso, no es admisible ese tipo de prueba. Se estaba juzgando la relación de ella con estos imputados (con uno en particular), no se estaba juzgando su vida. Una violación se da cuando no hay una relación consentida. No importa la vida de nadie. Incluso en un matrimonio puede haber una violación. Una resolución judicial no puede meterse con su vida anterior, con su intimidad. Por eso decimos que es un fallo patriarcal, machista. Todo el fallo se basa en la víctima y no se analiza lo que pasó.
APU: ¿En este sentido, que responsabilidades caben a jueces y fiscales?
AO: Todos los operadores judiciales tienen que asumir este tipo de investigaciones con perspectiva de género, desde el minuto uno. Desde el momento en que se recopila la prueba. Cuando digo perspectiva de género, me refiero a las autoras que dicen que hay que ponerse "anteojos de género" para analizar este tipos de casos. Hay que analizar las diferencias de poder en las relaciones de género. Por eso hay que observar otras cuestiones en este tipo de casos. Por eso, debe analizarse el contexto general en que se dan las violencias machistas. En el juicio quedó demostrado, desde mi punto de vista, esa desigualdad de poder. Hay que entender que estos delitos son también delitos que involucran cuestiones de poder. Los jueces prefirieron reflexionar sobre la vida y el temperamento de la víctima. Es un error garrafal. Cuando en el jucio se quiso exponer qué hacían los acusados, por ejemplo, si miraban páginas porno, el jurado dejó afuera eso porque se trataba de la intimidad de los imputados. Es decir: se protegió la intimidad de los acusados, pero no de la víctima. Es gravísimo. Además, toda la normativa internacional es muy clara en referencia a eso, a señalar que no tiene nada que ver la conducta sexual anterior de la víctima en relación a este tipo de hechos. Eso se ha señalado muchas veces en el contexto internacional. Y la Argentina es parte de estos organismos, debe respetar esa normativa internacional.
APU: ¿Cuales son los caminos y las experiencia a construir para ir hacia una Justicia antipatriarcal?
AO: El camino para desandar esto es muy difícil. Necesitamos de funcionarios judiciales que entiendan lo que implica la violencia machista. La mayoría de los jueces no tienen la menor idea de lo que se habla en estos casos. Hay que entender que los fallos judiciales, además, son mensajes sociales. Cuando un tribunal falla, además de lograr o no hacer justicia, envía un mensaje a la sociedad. En este caso, es un mensaje de impunidad: la violencia machista no será condenada. Se le dice a la sociedad en general y a las mujeres en particular, que la violencia machista no es grave, no debe ser penada. Por eso necesitamos incluir la perspectiva de género en nuestra Justicia.