La recesión de 2018 destruyó 123 mil empleos registrados
Entre diciembre de 2017 y septiembre de 2018, 123 mil trabajadores y trabajadoras perdieron sus puestos de trabajo registrados. Así lo expresa un informe elaborado por el centro de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín.
“Los datos son particularmente preocupantes porque el total del trabajo registrado (que incluye distintas categorías tales como asalariados privados y públicos, monotributistas y autónomos) no había mostrado caídas sostenidas durante los últimos años”, remarca el estudio.
Tan preocupante como la destrucción de empleo formal es la destrucción de empleo informal. Según los analistas del mercado de trabajo, por cada puesto perdido en el sector formal se destruyen al menos otros dos o tres en el espacio de la informalidad.
Tampoco es buena la perspectiva de corto y mediano plazo. Las expectativas de los empresarios sobre la evolución del empleo para los próximos tres meses son las más negativas desde 2004. Del total de empresas que opina que la dotación de personal sufrirá cambios en el último trimestre de 2018, en octubre el 46% consideró que reducirá los puestos, explica el informe del CETyD.
Párrafo aparte merece el calamitoso comportamiento del empleo industrial. Es que “entre noviembre de 2015 y septiembre de 2018, 101 mil trabajadores industriales perdieron sus fuentes laborales, marcando una nueva retracción”.
Hasta el momento, las políticas laborales que se utilizan habitualmente para morigerar el impacto de la recesión presentan una incidencia y una cobertura prácticamente inexistente.
El programa REPRO, destinado a preservar los puestos de trabajo existentes, reporta una cantidad de trabajadores que representa el 6% de la cantidad de beneficiarios que tenía en 2009, y el 17% de los que tenía en 2016.
El Programa Empalme, que tiene como objetivo insertar a beneficiarios de programas sociolaborales en empleos registrados, cuenta con menos de 5 mil beneficiarios.
El presupuesto ejecutado en políticas de formación profesional hasta principios de octubre de 2018 representa menos de dos tercios del invertido en el año 2015.
En septiembre de 2018 se observó la menor cantidad de empleo asalariado registrado per cápita en el sector privado de los últimos siete años (comparando siempre con los meses de septiembre).
En septiembre de 2018 (último dato disponible) se profundizó una tendencia que se verifica desde fines del año pasado: la caída del poder adquisitivo de todas las categorías de trabajo en relación de dependencia, como resultado de la aceleración de la inflación.
Los ingresos indexados con la fórmula de movilidad (jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, AUH, entre otros) presentan una caída acumulada en los primeros nueve meses del año del 9,8%, y del 15% con respecto al mismo mes del año anterior