Crónica del juicio de La Tablada (Día 12): El ejército y el encubrimiento de nunca acabar
Por Diario del Juicio
En la 12° audiencia del juicio por los desaparecidos de La Tablada se esperaba solamente el testimonio de Rosario Alicia Sotero Lago, una de las peritos que participó del reconocimiento de restos N.N entre 1999 y 2000, como parte del Cuerpo Médico Forense. Que fuera una audiencia corta en cantidad de testigos habilitó a que las partes hicieran peticiones al tribunal que hizo lugar a: incorporar como nueva prueba del juicio el libro del militar Julio Ruarte, La Tablada: Un ataque para recordar, informe que relata la muerte del sargento Esquivel y asi niega la versión oficial acerca de Ruiz y Díaz. Además se lo llamará como testigo la semana próxima, el 21 de febrero. Pero la principal novedad fue que apareció en el expediente una prueba de que los soldados fueron acompañados a declarar en la instruccion de esta causa por un abogado militar, como contó el testigo clave de este juicio, César Ariel Quiroga.
Quiroga tiene razón
Uno de los testimonios más reveladores en lo que va del juicio por el asesinato y desaparición de José Díaz fue el de el exmilitar César Ariel Quiroga que, en la tercera audiencia, denunció que lo obligaron a firmar una declaración falsa para crear la versión oficial sobre José Díaz e Iván Ruiz. Quiroga no estaba sólo en su declaración en 1989: Marcelo González Roberts, por entonces auditor del ejército, le ordenó firmar y hacerlo “por la Institución” a la que ambos pertenecían: el Ejército, más específicamente, el Comando de la X Brigada Mecanizada de La Plata.
En la 12° audiencia el nombre "Marcelo González Roberts" volvió de la boca de Hernán Silva, defensor del general Alfredo Arrillaga, que solicitó al tribunal incorporar documentación provista por el archivo histórico del ejército, referente al comando de la 10° Brigada Mecanizada que, según la defensa, informaba que “no hay registro de que se le haya indicado -a González Roberts- funciones en la investigación de la Tablada”. En un claro intento por rebatir uno de los testimonios fundamentales que hace caer como un mazo de naipes la versión oficial, la defensa de Arrillaga se equivocó una vez más. Al momento de dar respuesta a cada una de las peticiones, el Tribunal, en la voz del presidente Matías Mancini, sorprendió al informar que el paso de Marcelo González Roberts por el Juzgado N° 1 de Morón, en 1990, estaba documentado en la foja 177 de la causa a cargo del juez Gerardo Larrambebere. No hay que probar su paso. Y, aunque 30 años más tarde, el ejército lo siga negando, un auditor acompañaba a los soldados a declarar. Un dato más que confirma la veracidad de lo dicho por Quiroga en la tercera audiencia.
El hecho pasa por un momento inadvertido. Repasemos: 30 años después de los delitos cometidos por el ejército, el defensor del único imputado en el primer juicio por los desaparecidos de La Tablada le pidió al ejército que informe sobre el desarrollo de Marcelo González Roberts, señalado por Quiroga como quien le ordenó firmar una declaración falsa en 1990 para crear la versión oficial y construir a José Díaz e Iván Ruiz como prófugos, cuando se trataba de desaparecidos. El ejército, hoy, 30 años después, dice, siempre según la defensa de Arrillaga, que no hay registro de su intervención en la investigación de los hechos de La Tablada. 30 años después el encubrimiento intenta su último manotazo de ahogado. 30 años después, Marcelo González Roberts sigue siendo parte de la misma institución por la que le pidió a Quiroga que firmara una declaración falsa. La misma institución que le devuelve gentilezas e intenta protegerlo. González Roberts es coronel y se desempeña como “asesor jurídico” del Estado Mayor Conjunto. Ya sabemos cómo asesora en la justicia.
Restos carbonizados
La única testigo de la 12° audiencia fue Rosario Alicia Sotero Lago, integrante del Cuerpo Médico Forense desde 1990, participó del reconocimiento de restos N.N entre 1999 y 2000 donde se confirmó que pertenecían a seis militantes del MTP. Su testimonio vino a complementar el de Luis Fonderbider, director ejecutivo del EAAF, que declaró la jornada pasada. Sotero Lago fue más precisa que el director ejecutivo del EAAF en su definición sobre cómo estaban los restos. “Carbonizados” repitió más de una vez en su declaración, despejando las dudas que la sola referencia al “agente térmico” realizada por Fonderbider en la audiencia anterior pudiera dejar. “No recuerdo haber trabajado con cuerpos íntegros, sólo con restos carbonizados”. El testimonio de Sotero Lago volvió a narrar en forma de declaración judicial la violencia que emanaba de esos restos. Ya lo dijeron los testigos de este juicio: el intento fue de aniquilamiento.
Una defensa poco estratégica
En la audiencia de la semana próxima escucharemos también el testimonio de Jorge José Etchazarreta, solicitado por la defensa de Arrillaga al Tribunal. La defensa sostiene, ya muy avanzado el juicio, que no fue Arrillaga quien intimó a la rendición a los y las militantes del MTP. En cambio, afirma, fue Etchazarreta quien lo habría hecho, y, se supone, escucharemos sus palabras la próxima jornada. El defensor contó que lo contactaron durante uno de los dos actos oficiales en los que el Ejército Argentino recordó los hechos a 30 años, el ultimo 23 de enero, tratando como héroes a aquellos militares que violaron los derechos humanos, como se está demostrando en este juicio. Parece una jugada poco inteligente de la defensa del ex general. Varios testimonios hasta acá no sólo escucharon a Alfredo Arrillaga y luego reconocieron su voz en el juicio que se les realizó en 1989 (Felicetti, Paz, Aguirre, Ramos, entre otros), sino que también lo vieron (Moreira, Diaz, Motto). Por si no alcanzara, en el procesamiento de Arrillaga que desemboca finalmente en este juicio, el juez Germán Castelli pone entre los considerandos que fue Arrillaga quien intimó a la rendición de los militantes del MTP.
La versión oficial se desmorona. José Díaz e Iván Ruiz no fueron trasladados por Quiroga, cuyo testimonio cada vez toma más centralidad al confirmarse sus palabras. José e Iván no mataron al sargento Ricardo Esquivel. José e Iván se entregaron con vida, fueron fotografiados y hasta el día de hoy permanecen desaparecidos.
La audiencia que viene escucharemos dos testimonios militares: Julio Ruarte, autor del informe que, tal como señaló el periodista Felipe Celesia, relata la caída de Esquivel, contradiciendo la versión oficial, y Jorge José Etchazarreta, que contra toda evidencia, vendría a sostener que fue él y no Arrillaga quien intimó a la rendición. El jueves 21 de febrero continúa esta historia, cada audiencia más cerca de desentrañar la maraña de responsabilidades militares y judiciales en el asesinato y desaparición de José “Maradona” Díaz.