Globos rojos en tiempos de globos amarillos
Por Agustín Pisani
En el Facebook de la obra teatral nos ncontramos con la siguiente descripción: Ante la inminente clausura del teatrito “Los globos rojos”, sus protagonistas “El cardenal y Las Popis” van a resistir la medida. El posible cierre actúa como desahogo a modo de confesión, de sus frustraciones, sus miedos, sus pasiones, sus amores... constituyéndose en una metáfora de la resistencia. Esta versión es el resultado de la adaptación de la obra que lleva su nombre, pero también incluye fragmentos y escenas de otros textos del autor. Tomando momentos de La muerte de Margaritte Duras, Cerca, Paso de dos, Cámara lenta que confluyen y generan una versión profunda del mundo “pavlovskiano”.
Agencia Paco Urondo entrevistó a su director Christian Forteza para saber más sobre esta puesta que se restrena en Buenos Aires sólo durante marzo.
AGENCIA PACO URONDO: Rojos globos rojos es una obra de Eduardo Tato Pavlovsky, ¿cómo es tu vínculo con el autor y qué despierta en vos como director, la figura de este personaje clave en la historia de nuestro teatro?
Christian Forteza: Lo primero que leí de Pavlovsky fue La espera trágica. en mi primera clase de teatro, allá por el año 1992. En esa época Tato estaba haciendo la obra Potestad en Babilonia, que era un espacio referente del teatro off. Ahí lo vi por primera vez. Puedo decir que quedé impactado por la actuación. Yo estaba acostumbrado a ver obras con actuaciones del registro "naturalista" y en la actuación de Tato había algo distinto: un corrimiento, lo que más tarde supe que él llamaba "realismo exasperante". Pronto entendí que había que leer sus obras desde ese lugar.
Hablando con él, me dijo alguna vez que improvisaba mucho en los ensayos, sobre una idea previa y luego se terminaba de escribir el texto. Y ahí terminé de comprender el porqué de su dramaturgia tan "corporal", hay intensidades que no se pueden escribir desde la cabeza, hay que poner el cuerpo. Y a Tato le sobraba cuerpo.
En el 2013 me di el gusto de hacer mi versión, en homenaje a él, de Potestad (con el actor Jorge Lorenzo) y que Tato estuviera en primera fila. Los lectores encontrarán por ahí publicado qué dijo de la versión. Después vino Cámara Lenta, La Muerte de Margarite Duras y Rojos Globos Rojos.
APU: ¿Cómo fue el proceso de adaptación de la obra “original” a esta puesta, qué destacarías sobre esta interpretación?
CF: La adaptación llevó su tiempo. Porque, por un lado, quería reivindicar el lugar de la mujer, ya que en la a obra original las “Popis” tenían poca participación, recaía casi todo el texto en el personaje El “Cardenal”, y por otro lado, me interesaba mucho sumar otros fragmentos y escenas de otras obras del autor, que tenían temáticas similares, que no eran otras cosas que las preocupaciones de Tato: amor, mujeres, política, vejez, angustia...
Los textos lo fuimos probando con el elenco en distintos lugares del entramado e hilo conductor de Globos Rojos, hasta que sentimos que lo obra se encaminaba. Siento que pudimos lograr transmitir el mundo y la atmósfera pavlovskiana.
APU: La historia de la obra es motivada por el cierre de un teatro y todo lo que esto conlleva. Más allá de la evidente coincidencia con la realidad actual, como la degradación del Ministerio de Cultura a Secretaría y la hostilidad oficial hacia las producciones artísticas, ¿cómo dialoga Rojos globos rojos con nuestra coyuntura (quiero referirme también a las dificultades de la industria teatral)?
CF: La obra claramente es una metáfora de la resistencia. El cierre del espacio de los protagonistas por no poder pagar los servicios y el alquiler desembocan en la lucha por mantenerse en pie. Pero pareciera que siempre nos quedamos atrás, que la realidad del país, y sobre todo con la cultura, no deja de sorprendernos. La conquista del Ministerio de Cultura hoy rebajado a Secretaría es un signo de lo importante que es la cultura como lugar simbólico, de lucha y denuncia. Tato se tuvo que ir del país por una obra que escribió...
La situación para el teatro comercial y para el teatro independiente es muy difícil, sobre todo por la desfinanciación de los organismos que tienen que apoyar y fomentar la actividad teatral. A demás del gran recorte en el Presupuesto por exigencias del FMI.
APU: ¿Qué rol juega el espectador en esta puesta, hay una búsqueda de fusionar al espectador con el pueblo e intentar de construir una posibilidad otra de espectación- ciudadanía?
CF: Se da una cosa interesante con los espectadores. Una gran parte se engancha con la temática del cierre del teatro y se emocionan con la resistencia de los actores. Después hay un sector del público, más alejado o de algún modo desinteresado por la problemática actual, que se queda con la otra parte del " cuento", sobre los temas existenciales que toca la obra.
APU: ¿Cómo es volver a poner esta puesta, para vos como director, pero también para el elenco, qué expectativas tienen para esta nueva temporada?
CF: Estamos muy contentos de poder reestrenar. Creemos que es una obra necesaria. Sólo vamos a estar por marzo, ya que luego, durante el año, tenemos para hacer funciones en distintos lugares que nos han pedido porque les interesa la temática de la obra.