La "Masacre del Pabellón Séptimo", a juicio oral
El juez federal Daniel Rafecas elevó a juicio oral la causa conocida como "la Masacre del Pabellón Séptimo". El magistrado consideró que "los efectivos del Servicio Penitenciario Federal omitieron emplear los medios a su alcance para combatir el incendio" y aseguró que "se prosiguió hasta donde el fuego lo permitió, con la represión que habían iniciado".
Por eso, puso a disposición del tribunal oral a Juan Carlos Ruiz, Jefe de la Unidad Penitenciaria; Horacio Martín Galíndez, Jefe de la División Seguridad Interna de la Unidad; Carlos Aníbal Sauvage, de la Sección Requisa de la cárcel y Gregorio Bernado Zerda.
Según la información constatada en el expediente, luego de una represión ocurrida el 14 de marzo de 1978 en el pabellón séptimo del penal de Devoto se desató un incendió, que se potenció con los colchones que los propios internos habían dispuesto para defenderse. En la elevación a juicio, Rafecas afirmó que los agentes penitenciarios "aprovecharon el fuego que se había iniciado en el interior del pabellón para infligir un grave sufrimiento a los reclusos, constitutivo del delito de imposición de tormentos". El sentido era adoctrinar a los internos. Incluso, varios efectivos dispararon contra las hendijas, a las cuales los presos se acercaban para respirar, escapando del humo tóxico de los colchones consumidos.
La abogada Claudia Cesaroni le dedicó a la masacre un libro de investigación que sirvió para difundir el hecho, que constituyó una de las historias poco visibilizadas de la dictadura militar: la violencia institucional contra los presos comunes. Ella misma impulsó la instrucción el marco de imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad. Por su parte, el artista Carlos "Indio" Solari le dedicó una canción ya emblemática: Pabellón Séptimo (relato de Horacio).