“Bandoneón de concierto”: nuevo disco de Daniel Ruggiero
Foto: Nina Abrevaya
Con más de veinte años de carrera, el destacado director, compositor y bandoneonista argentino Daniel Ruggiero es reconocido como uno de los grandes músicos de su generación. Daniel, además de continuar la tradición familiar -es hijo de Osvaldo Ruggiero, quien fuera bandoneonista en la orquesta de Pugliese y uno de los fundadores de Sexteto Tango- es un músico de gran prestigio y permanente actividad.
Con la intención de explorar en el bandoneón como solista con marco orquestal, Ruggiero busca en su segundo disco, Bandoneón de concierto, nuevos colores sonoros y compositivos en el género, y reelabora el lenguaje tradicional con el bandoneón como eje conductor de estas dos vertientes musicales.
Este es el final de un proceso de años de estudio, exploración, escritura, ensayo y grabación de dichas obras, que formarán parte del nuevo repertorio para bandoneón solista, instrumento emblema del tango.
El tango y el bandoneón, al menos el que se toca en Buenos Aires, nacieron separados, pero, paradójicamente, crecieron y se desarrollaron juntos. El crecimiento del género, las orquestas típicas, Astor Piazzolla, las vanguardias posteriores y la actualidad están signados, entre otros factores, por el desarrollo técnico del bandoneón y su función esencial dentro del género.
APU dialogó con el bandoneonista.
AGENCIA PACO URONDO: Años atrás presentaste en la Usina del Arte Doble concierto para violín, bandoneón y orquesta. Hoy estás lanzando el álbum Bandoneón de concierto, integrado por las dos composiciones que completan esa trilogía. ¿Qué caracteriza a cada una de las obras, de algún modo se complementan entre sí?
Daniel Ruggiero: Las obras que integran Bandoneón de concierto son “Bando y banda”, para bandoneón solista y ensamble, con Hernán Aranda como director, y “De nácar”, para dos bandoneones solistas, orquesta de cuerdas y marimba, con la dirección de Javier Más. A diferencia del Doble concierto, el protagonista de este disco es el bandoneón, intentando ampliar su lenguaje, y su marco orquestal y formal.
APU: Pasaron casi dos años entre la grabación de "Bando y banda" y "De nácar". ¿Qué podés contarnos de ese período transcurrido? ¿Y qué ocurrió desde entonces hasta el lanzamiento del disco?
D.R.: En esos dos años ocurrieron varias cosas; desde el estreno de “Bando y banda” en la Usina del Arte, al que le siguió el estreno sinfónico de esta misma obra en Asunción del Paraguay junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de dicho país, bajo la dirección de Juan Carlos Dos Santos, hasta el ya mencionado concierto con la Filarmónica de Buenos Aires y con Matías Grande como violín solista y Noam Zur como director. También la grabación en Bogotá de mi Octeto de cuerdas Fuga en Síncopa, por el Cuarteto Latinoamericano y el Q-arte, cuartetos de cuerdas de México y Colombia respectivamente. Todo esto sucedió hasta marzo de 2020, cuando grabamos “De nácar”, la segunda obra del disco. Luego vinieron las restricciones, el reacomodamiento, personal y profesional a esta nueva realidad, y la decisión final de publicarlo. Aproveché el tiempo para pensar y escribir nueva música, que será parte de futuros trabajos, y para dedicarme a la edición, mezcla y masterización de Bandoneón de concierto.
APU: Recientemente dirigiste la orquesta que homenajeó a Piazzolla en la reapertura al público del Centro Cultural Kirchner. ¿Cómo fue la experiencia de volver a tocar frente a una audiencia en ese contexto? Y con respecto a Bandoneón de concierto, ¿habrá presentación en vivo?
D.R.: La verdad, fue una oportunidad increíble desde lo musical. El hecho de adentrarme en esa etapa de Astor Piazzolla, desde la transcripción de los arreglos, la dirección del ensamble y, por supuesto, la experiencia como bandoneonista y solista en muchos casos. El contar con músicos excepcionales, con experiencia y sensibilidad, lo volvió aún más placentero. Luego de tantos meses de inactividad, de no tocar en público, hizo que tengamos una adrenalina muy particular a la hora del vivo. Por suerte, la vuelta a los escenarios nos tocó hacerla en uno de los mejores lugares posibles, como es el auditorio del CCK, con todo su equipo trabajando para que el evento salga a la altura de las circunstancias, desde el punto de vista artístico y sanitario. Un público muy entusiasta, tanto el presente en el auditorio como los que han seguido la transmisión en directo. Sin dudas, en este año y medio de pandemia y restricciones sanitarias, hay una gran demanda de cultura, y más en este año tan especial para el tango y la música argentina por la conmemoración del centenario de Piazzolla.
En un principio, como estaba planeado el año, había una presentación en vivo en abril, que fue pospuesta por las restricciones sanitarias; es posible que a medida que se vaya flexibilizando un poco más, trabajemos en este sentido, pero hoy por hoy no tenemos fecha de presentación oficial, a pesar de nuestro deseo de hacerlo. Tanto por el público y los espacios donde realizarlo como por la cantidad de músicos participantes en el escenario, ya que sendas obras son con orquesta de un mínimo de 15 músicos. En un futuro cercano se viene la grabación del repertorio que hicimos en el CCK, también un nuevo disco (el cuarto) de mi grupo Quasimodo trío, con quien venimos hace 15 años haciendo tango contemporáneo. Y si la situación sanitaria lo permite, mi participación como arreglador, bandoneonista y compositor en el Festival Internacional de Violas INTERVIOLAS en la ciudad de Bogotá.
Bandoneón de concierto se puede escuchar en Youtube