"Hay que construir un Estado inteligente que produzca locamente y compre lo que necesite"
Por Josefina Figueroa
Julián Hecker es director nacional de Compre Argentino y Programa de Desarrollo de Proveedores del ministerio de Desarrollo Productivo mientras que Erica Carrizo es directora nacional de Proyectos Estratégicos de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación. Los dos ministerios nacionales trabajan en la ambiciosa convocatoria “Proyectos Estratégicos de Base Científica y Tecnológica”. ¿En qué consiste? ¿A qué actores piensan movilizar?
APU: ¿En qué consiste esta convocatoria y a qué apunta?
Julián Hecker: Es una convocatoria del Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores del Ministerio de Desarrollo Productivo que va a financiar proyectos de base científica y tecnológica de empresas fabricantes de bienes y servicios industriales orientados por misiones industriales. Apuntamos a fortalecer los procesos de industrialización porque sabemos que es uno de los eslabones más sensibles del proceso de generación de nuevos productos y servicios industriales basados en el conocimiento.
El Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores tiene convocatorias generales que se centran en los sectores estratégicos definidos por nuestro ministerio como energía, aeroespacial, salud, transporte, movilidad eléctrica, entre otros. En estas convocatorias hemos financiado, por ejemplo, un proyecto para el desarrollo de sistemas de navegación para barcos y aviones, para la fabricación de un equipo novedoso de pulling para pozos petroleros y para la actualización de equipamiento en astilleros, para ayudar a atender de manera más efectiva a la demanda creciente.
Pero esta es una convocatoria específica que hacemos por primera vez con la Dirección Nacional de Proyectos Estratégicos del MinCyT, orientada a financiar proyectos de base científica y tecnológica que busquen potenciar procesos industriales en los sectores de Salud, Alimentos, Minería e Hidrocarburos, Transporte Ferroviario y Naval, Movilidad Sustentable y Aeroespacial, Tecnología Verde, Defensa y Seguridad, Industria 4.0 y Agua y Saneamiento para lo que destinamos $280 millones.
APU: ¿Cómo surgió el trabajo entre ambos ministerios?
J.H: Durante el 2020, desde la Dirección Nacional de Compre Argentino y Programa de Desarrollo de Proveedores de la que depende el Programa Nacional de Desarrollo de Proveedores, y la Dirección Nacional de Proyectos Estratégicos, empezamos a establecer contacto y a intercambiar miradas sobre cómo potenciar los vínculos entre ciencia, tecnología e industria. Esto se formalizó con un Acuerdo de Colaboración que firmaron la Secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa y la Secretaría de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación para que estas Direcciones trabajen articuladamente en temas referidos a proyectos y sectores estratégicos desde el punto de vista industrial.
APU: ¿Cuáles fueron los disparadores de esta convocatoria específica?
Erica Carrizo: Básicamente fueron dos en los que coincidimos, por un lado, detectamos la necesidad de contribuir a que el Estado argentino fortalezca la articulación entre las instancias gubernamentales que trabajan en sectores estratégicos para el desarrollo nacional, y por otro lado, focalice los temas que exceden al financiamiento y tienen que ver con los para qué, la utilización de los resultados y el impacto buscado en relación a estos proyectos. En base a este diagnóstico en común, nos propusimos coordinarnos para hacer evolucionar esta mirada y poder actuar estratégicamente frente a temáticas o situaciones híbridas.
APU: ¿Qué son las temáticas o situaciones híbridas?
E.C: Son aquellas que nos empujaron a trabajar en conjunto porque de esta manera creemos que generaremos mejores resultados. Los tipos de proyectos que esta convocatoria busca impulsar en algún momento enfrentan dificultades que también son de esta naturaleza híbrida, mixta, que no pertenecen al mundo de la ciencia y la tecnología ni al de la industria, sino que están en el medio. Porque cuando tenés un proyecto que puede generar resultados de impacto para el sector salud, energía o ambiente, que quizá consiguió financiamiento para solventar gastos de infraestructura, de investigación y desarrollo tecnológico, pero que también necesita apoyo para escalar la producción, entonces esto requiere de una intervención coordinada entre el MinCyT y el Ministerio de Desarrollo Productivo. Son dificultades que el Estado debe resolver articulando políticas e instrumentos de financiamiento y de gestión, y eso implica tener una mirada amplia que permita impulsar acciones cooperativas y coordinadas.
APU: ¿Cómo decidieron trabajar en este sentido?
J.H: Complementando en primer lugar lo que tenía como fuerte cada una de estas Direcciones y después apuntando a resolver de forma cooperativa lo que no se venía considerando. Por eso decidimos no sólo destinar fondos específicos para este tipo de proyectos sino también generar otra estructura de gestión porque sabemos que con el financiamiento solo no alcanza. Los proyectos que salgan seleccionados de esta convocatoria, por primera vez, van a contar con un acompañamiento integral a cargo de estas dos Direcciones, que en el marco de cada proyecto va a ir detectando los aspectos específicos a resolver y también las oportunidades que se abren en términos de identificación de demandantes públicos o privados de los resultados, incluyendo iniciativas de compra pública si el Estado se encuentra interesado en un bien o servicio particular aportado por el proyecto, de aperturas de mercados y de inserción comercial local, de trabajo en torno al potencial exportador, etc.
APU: ¿Cuál es la base conceptual con la que trabajaron en este marco?
E.C: Trabajamos con el esquema de políticas orientadas por misiones, adaptado a nuestro contexto obviamente, para organizar esta iniciativa. La principal misión que nos propusimos tiene un doble sentido, por un lado, la mejora y el incremento de la producción de los bienes y servicios vinculadas a estos proyectos, por el otro, la definición de una estrategia que permita orientar la adopción de sus resultados en el contexto nacional, pensando en los beneficios económicos que puedan emerger de ésto, pero también sociales y ambientales. Para nosotros, la industrialización es una etapa clave si queremos generar valor agregado en base a industrias nacionales basadas en el conocimiento, sustituir importaciones e incrementar las exportaciones, crear empleos altamente calificados, ayudar a construir un Estado inteligente que produzca locamente y compre lo que produzca y necesite, etc. No menor, es construir nuevos sentidos que vinculen la industrialización no sólo con fines económicos, sino también considerando las dimensiones sociales y ambientales del desarrollo.
APU: ¿Qué tipo de Estado se necesita para impulsar iniciativas como estas?
J. H: Es un Estado inteligente que tenga vocación para articular y coordinar esfuerzos centrados en iniciativas estratégicas para nuestra industria y desarrollo nacional. Para esto tenemos que aprovechar las capacidades con las que ya cuentan nuestras intuiciones públicas y privadas para ponerlas a trabajar y converger detrás de proyectos estratégicos. También el Estado debe estimular la generación de los espacios y los tiempos que son necesarios para aprender a diseñar y gestionar todas las cosas nuevas que requieren este tipo de iniciativas.
E.C: Tiene que ser ante todo un Estado estratega que sepa detectar cuáles son los problemas del contexto nacional que urgen ser resueltos, también a través de la articulación entre ciencia, tecnología e industria. Y para esto es fundamental trabajar con un esquema institucional flexible que sea capaz de diseñar las estrategias a medida que cada uno de estos proyectos necesita para llegar a los resultados esperados. La trampa está en querer resolver todo desde la teoría y lo discursivo, hay que hacer con lo que se tiene e ir resolviendo lo que haga falta en el camino con responsabilidad, compromiso y estrategia.