CTA repudió violencia contra jubilados: "Represión salvaje y cruel"
La CTA con organizaciones sociales, sindicales y política, junto a organizaciones de la sociedad como hinchadas de futbol, agrupaciones deportivas y culturales, colmaron este miércoles la Plaza de los Dos Congresos convocados por las agrupaciones de jubilados y pensionados.
El tradicional «Miércoles de los Jubilados» se convirtió en un polo para la unidad popular que, junto a la defensa se los derechos previsionales, reclamó contra las políticas de ajuste y saqueo. Cuando las fuerzas represivas desataron una tormenta de gases, balazos y ataques con carros hidrantes, la multitud cantó contra Javier Milei, Patricia Bullrich, Caputo y otros personajes del gobierno.
Olivia Ruiz, Secretaria de Previsión Social de la Central destacó «el acompañamiento de esta marcha multitudinaria en este jubilados federal. Todos los jubilados, juntos y juntas, para vencer a este gobierno». La dirigenta condenó «la represión salvaje y cruel del gobierno nacional» e insistió en la necesidad de sostener la lucha por los derechos amenazados y «por la continuidad de la moratoria previsional, por un aumento de emergencia y para que nos devuelvan los servicios de salud y los medicamentos sin cargo que nos arrebataron».
Pasadas las 16.30 horas, cuando la movilización comenzaba a desbordar la plaza, la prefectura y la policía federal arrojó gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua, cumpliendo las amenazas realizadas previamente por la Ministra Bullrich. A fuerza de volver irrespirable las inmediaciones del Congreso, con escopetas sonando de fondo y las motos avanzando y efectivos de infantería atacando a palazos, gran parte de la movilización retrocedió hacia Avenida de Mayo y decidió marchar a Plaza de Mayo donde continuó la persecución y violencia.
Hasta las últimas horas de la tarde, una de las consecuencias más dramáticas de la represión fue la herida que sufrió el fotógrafo Pablo Grillo a consecuencia de un disparo directo a la cabeza de una granada de gas que lo dejó en estado gravísimo. Además, se denuncia más de un centenar detenidos, se registraron decenas de heridos de escopetazos y palazos, además de las intoxicaciones que provocaron los gases irritantes utilizados por las fuerzas represivas.