Sequía: no riegan ni invierten, pero reclaman, por Juan Ciucci
En estos dias sin lluvias por “La Niña”, la mesa de enlace vuelve al ruedo, y con exigencias. La semana pasada, con las pocas lluvias que cayeron, el presidente de la SRA Hugo Biolcati señaló que "la lluvia fue un alivio" para los productores, pero advirtió que "por la prolongación que tiene la sequía ha habido daños irreversibles en la zona núcleo". "Hay un desánimo muy importante que se traduce en menor inversión, es la forma de expresar el descontento", sostuvo el dirigente agropecuario, y pronosticó un "escenario malo" de cara a los próximos meses; nos cuenta Infobae que dijo en Radio 10.
Lo mismo pasa con la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) que estimó las pérdidas en 3275,76 millones de dólares sobre un recorte de 9,5 millones de toneladas entre maíz y soja por efectos de la sequía a valores FOB de 240 dólares y 440 dólares por tonelada respectivamente. Carbap estimó que unos 30 distritos bonaerenses ya pidieron formalmente ser incluidos en la declaración de emergencia económica, según informa hoy Infocampo.
El Riego que no llega
Sin embargo, en La Nación de hoy, un articulo analiza el poco uso que hacen del riego en la producción agropecuaria nuestros campestres:
“Por el lado del riego artificial, en la Argentina se riegan 2,2 millones de hectáreas. Es el 6,5% de la superficie total productiva y gran parte corresponde al riego gravitacional, que se usa en producciones intensivas de frutas, vid y arroz, entre otras. Sin embargo, para los especialistas la aplicación de esta tecnología debería ser mayor. "La Argentina tiene mucha agua que no estamos usando. Es agua subterránea y de río que se va al mar. Hay buena disponibilidad de agua en la mayoría de la pampa húmeda", dijo Martín Pasman, de Irri Management Argentina SA, especializada en riego.
Según Pasman, el agua para riego subterránea debe ser de bajo contenido de sales y sodio y abundante, con más de 80 a 100 metros cúbicos por hora. La idea es que para casos como la pampa húmeda el riego sea un complemento de las lluvias y una ayuda importante ante años con sequía para tener estabilidad en los rindes. Pero para el especialista hoy en la pampa húmeda "no hay una cultura de riego". "El productor [de la pampa húmeda] está acostumbrado a que le llueva", dijo. Por ello, en zonas con precipitaciones más erráticas se lo busca incorporar para bajar el riesgo climático.
De acuerdo con Pasman, con facilidades en las líneas de créditos y en los permisos de las autoridades de agua provinciales podría crecer más la tecnología. "A la Argentina le llevó 15 años llegar a 450.000 hectáreas de riego con pivote, y se vislumbra que en cinco años más podríamos llegar a triplicar esa cifra", indicó.
Considerando el equipo, bombas y otros accesorios, la inversión por hectárea en riego va de 1500 a 2500 dólares. Para el Gobierno, el potencial de riego en la Argentina es de 16 millones de hectáreas, casi el 50% de la superficie cultivada”.
Las perdidas y las inversiones
Si retomamos los números que expone Carbap (una perdida de 3275,76 millones de dólares), la inversión de 2500 dólares por hectárea parece lo más lógico económicamente. Sin embargo, parece ser más fácil recurrir al Estado en las malas, y escaparle en las buenas. Aun nos resuena el enfrentamiento con los campestres en el 2008, y sus intentonas destituyentes; en el marco de las mayores ganancias extraordinarias que registre el sector. ¿Qué hicieron con esa plata que lograron quedarse, de la mano de los medios y de tantos “idiotas útiles”? ¿Se sumaron al boom inmobiliario en Puerto Madero o en Rosario? ¿Renovaron sus 4x4 para los piquetes venideros? ¿Acaso se sumaron a la fuga de divisas?
Lo que sí no han hecho es reinvertir su dinero en la producción agrícola, a pesar de ser su fuente de ingresos. Y que los problemas climáticos que vienen dándose desde que el fenómeno de “La Niña” afecta la región son bien conocidos desde hace años. Parece ser una nueva versión de la “patria ganadera”, con su entusiasmo por tirar “manteca al techo”, con sus gastos suntuosos y su despilfarro.
Esta irresponsabilidad empresaria nos obliga a repensar la propiedad del suelo, que es de todos nosotros; y que somos quienes terminamos subsidiando a quienes no hacen lo necesario para no perder en sus negocios. Este capitalismo tonto dilapida una oportunidad fabulosa de reinvertir en interés de la Patria las grandes ganancias que los altos precios de las materias primas que producimos han alcanzado en estos últimos años. El “capitalismo en serio”, nuevamente, sólo parece ser posible si lo lleva adelante el Estado. Si seguimos esperando algo de esta burguesía pastoril, estamos fritos. Y entre tanto, los tenemos que seguir subsidiando.
Sequía: el Gobierno promete fondos y otras ayudas al campo
El ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Gustavo Arrieta, anunció este miércoles una inversión de 7 millones de pesos (US$1.622.640) que "sumará alrededor de 55 mil hectáreas a las 120 mil que se generaron en los últimos 5 años", en las zonas más afectadas por la sequía. Arrieta, quien este miércoles se reunirá con la Mesa Agropecuaria Bonaerense manifestó que "vamos a hablar sobre las obras del sistema de riego, que son muy costosas, y el avance de la Ley del Sudoeste". La norma tiene por objeto el desarrollo integral de la región conformada por los Partidos de Adolfo Alsina, Saavedra, Puán, Tornquist, Coronel Rosales, Coronel Dorrego, Bahía Blanca, Villarino y Patagones. "La ley básicamente trabaja para la solución de los problemas que tiene una parte del territorio bonaerense, que está cambiando las condiciones climáticas y de suelo más allá del fenómeno de la sequía", explicó (en Cuenca Rural).
El Gobierno declaró ayer en estado de emergencia a cinco provincias , en un reconocimiento implícito de la gravedad de la sequía que afecta los cultivos y haciendas de los principales centros productivos del país. La emergencia comprende Buenos Aires, La Pampa, San Juan, Neuquén y Misiones, mientras que la Nación ya está otorgando ayuda en distritos puntuales de Santa Fe. La declaración de emergencia agropecuaria fue decidida desde el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, como corolario de la segunda reunión del Comité de Emergencia Agropecuaria, ayer al mediodía, a la que asistieron representantes de los gobiernos nacional y provinciales y tres de los cuatro integrantes de la Mesa de Enlace agropecuaria, entre otros. En concreto, la emergencia en sí permite a los productores diferir el pago de impuestos provinciales y, en especial, el pago del Impuesto a las Ganancias de 2011, que vence en abril (en Agrositio).
"El productor [de la pampa húmeda] está acostumbrado a que le llueva"
Para finalizar, proponemos algunos ejemplos que sirven para repensar el estado actual de nuestra producción agropecuaria.
En el sitio de la firma Traxco, compañía dedicada al suministro de componentes originales para las diferentes máquinas de Riego Pivot, se nos explica el tipo de riego en el cultivo de soja bajo Pivot:
“Riego: La soja es bastante resistente a la sequía. Necesita humedad pero sin encharcamientos, ya que estos asfixian las raíces de la planta. Por esta razón los riegos no deben ser copiosos y se deberá mantener una ligera humedad en el terreno para la mejor vegetación de la soja. Para la obtención de producciones máximas, la necesidad de agua en el cultivo durante todo su ciclo varía entre 450 y 800 mm (4.500-8.000 m3/ha), dependiendo de las condiciones climáticas, del manejo del cultivo y de la duración del ciclo. Normalmente se dan de cinco a diez riegos durante el ciclo vegetativo de la planta”.
Y en el marco de las inversiones chinas en nuestro país, el año pasado Clarín informaba:
“El grupo chino Heilonjiang presentó ayer un proyecto para montar el sistema de riego para poner en producción cerca de 300.000 hectáreas de monte patagónico. Se trata del primer desembarco de capitales chinos en el negocio agrícola de la Argentina.
Yue Gang Weng, representante de esa compañía, acompañó ayer la presentación social del proyecto, el primer desembarco de capitales chinos en el negocio agrícola de la Argentina . La idea del conglomerado chino, que maneja más de 5 millones de hectáreas de granjas estatales y privadas, es montar el sistema de riego para poner en producción cerca de 300.000 hectáreas de monte patagónico. El agua del Río Negro, el nuestro, sirve hoy para regar 143.000 hectáreas. Pero el potencial en los tres valles rionegrinos es de 857.000 hectáreas. Sobre parte de esa tierra ociosa se piensa producir soja, maíz y otros cultivos”.
Por último en el sitio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, encontramos información de su famoso sistema de agricultura desarrollado sobre la base del riego.
“Haciendo florecer el desierto
La agricultura en Israel es el resultado de una larga lucha contra difíciles y adversas condiciones, y de haber aprovechado al máximo la escasez de recursos hídricos y tierra cultivable. Su éxito radica en la determinación y el ingenio de los agricultores y científicos que se han dedicado a desarrollar una agricultura floreciente en un país en el que más de la mitad de su superficie es un desierto, demostrando así que el valor real del suelo depende en gran medida de la manera en que es utilizado.
Aprovechando al máximo recursos limitados
El desarrollo agrícola de Israel ha enfrentado siempre la escasez de tierra cultivable y agua. Más de la mitad de la superficie del país es semiárida y gran parte del resto se había convertido en baldío luego de siglos de deforestación, erosión y abandono. Cuando los judíos comenzaron a establecerse nuevamente en su patria histórica, a fines del siglo XIX, sus primeros esfuerzos fueron dirigidos a redimir la tierra. Los terrenos rocosos fueron despejados y se construyeron terrazas en las regiones montañosas; se drenaron los pantanos y se inició un proceso de reforestación sistemática; la erosión del suelo de loess de la planicie costera y del sur fue conrtarrestada y se lavó la tierra salobre para reducir la salinidad del suelo.
Desde que Israel obtuvo su independencia (1948), el área cultivada total aumentó de 165.000 hectáreas a alrededor de 435.000 hectáreas, y el número de comunidades agrícolas creció de 400 a 725. Durante el mismo período, la producción agrícola fue incrementada 16 veces, más que el triple del crecimiento de la población.
El agua escasea constantemente. La temporada de lluvias dura sólo denoviembre a abril, con una distribución desigual de la precipitación pluvial anual, que oscila entre 700 mm en el norte y menos de 50 mm en el sur.
Los recursos hídricos renovables llegan a 1.600 millones de metros cúbicos al año, de los cuales alrededor del 75 por ciento es usado en la agricultura. Para superar los desequilibrios regionales de disponibilidad de agua, la mayoría de las fuentes de agua dulce del país han sido unidas en un Acueducto Nacional, una red integrada de estaciones de bombeo, cisternas, canales y tuberías que transportan el agua desde el norte, donde se encuentran la mayoría de las fuentes, a las áreas agrícolas del semiárido sur. Como resultado de esto, la cantidad de tierras regadas ha aumentado de 30.000 hectáreas en 1948 a cerca de 186.000 hectáreas hoy en día.
Para reducir el consumo de agua en la agricultura, se utilizan avanzadas técnicas que dirigen el flujo de agua directamente a la raíz de la planta, sistemas computarizados de riego e invernaderos. Además, se implementan programas para aumentar el potencial hídrico del país, especialmente en el campo de la siembra de nubes, la desalación del agua salobre y el reciclaje de las aguas servidas. La búsqueda de fuentes adicionales de agua ha llevado recientemente a la explotación de la enorme reserva de aguas subterráneas salobres en el desierto del Néguev, que han demostrado ser aptas para cierto tipo de cultivos.
La supervisión del suministro de agua del país incluye la fijación de cuotas de consumo de agua y precios, y la promoción de proyectos para optimar el abastecimiento. Recientemente fue introducido un programa de diez años que propone la reducción de la utilización de agua mejorada para la agricultura; la ampliación del uso de agua salobre purificada en ramos agrícolas específicos; la reducción de cultivos de gran consumo de agua que no obtienen altos rendimientos; el almacenamiento de agua de inundaciones; el desarrollo de técnicas de invernadero; y la desalación de agua de mar en gran escala.
El enfoque cooperativo
La mayor parte de la agricultura de Israel está organizada en pricipios cooperativos que surgieron en el país durante las primeras décadas del siglo XX. Motivados tanto por la ideología como por las circunstancias, los pioneros establecieron dos formas singulares de asentamiento agrícola: el kibutz, una comunidad colectiva en la que los medios de producción son propiedad común y el trabajo de cada miembro beneficia a todos; y el moshav, un poblado agrícola en que cada familia mantiene su economía doméstica propia y trabaja su propia parcela, mientras que las adquisiciones y el mercadeo se llevan a cabo en forma cooperativa. Ambas formas fueron el medio para cumplir el sueño de los pioneros de las comunidades rurales que se basaban en la igualdad social, la cooperación y la ayuda mutua. Su producción representa hoy en día cerca del 76 por ciento de la producción agrícola del país, así como muchos alimentos procesados, tanto para el mercado interno como para la exportación.”