"No es para festejar la ruptura entre el Gobierno y el moyanismo"
LA PACO URONDO: Ya pasaron unos días desde el momento más caliente en la disputa entre el Gobierno y el moyanismo. ¿Qué se puede decir ahora?
Ricardo Forster: Como decís, después de que la espuma subió ahora empieza a bajar y se pueden hacer análisis menos apasionados, con otra perspectiva. Lo que está claro es que Moyano pasó un límite, tanto la decisión de la huelga de camioneros en la refinería la semana anterior, la decisión del paro en TN, la movilización del miércoles siguiente. Todo eso marcó un antes y después no sólo en su relación con Cristina Kirchner, sino con su propio lugar sindical, político de estos últimos años. Puso en cuestión su propia lectura de lo que fue la Argentina desde 2003 para adelante. Moyano privilegió la autorreferencialidad corporativa. A partir de eso se diferenció de eso que hasta hace no mucho había sido su opción política. También pone en evidencia la crisis no menor de un sindicalismo, su modo de constituirse, su manera de organizarse, su forma de presentarse de cara a la sociedad, su intento de cruzar la práctica sindical con el lenguaje político, siempre hay ahí una incomodidad.
LA PACO URONDO: ¿Cómo ves esa ruptura entre el Gobierno y un sector del sindicalismo? A nosotros, como militantes kirchneristas, nos duele mucho este distanciamiento, dada la tradición de lucha del moyanismo.
RF: Siempre un gobierno de matriz nacional y popular debe tener vasos comunicantes fluidos con el sindicalismo, que son quienes representan a los trabajadores organizados. No creo que para el Gobierno el sindicalismo sea su adversario, todo lo contrario. Como viene de la tradición peronista, no es menor la significación que el sindicato tiene para pensar base social de sustentación. Pero también es cierto que estamos en un momento donde muy rápido se definen posicionamientos, proyectos históricos. No creo que todos los que han acompañado a Moyano todos estos años se sientan cómodos y felices con su postura reciente. Tiene que ver con las tensiones que se dan en la sociedad argentina, sobre cómo atravesar la crisis mundial, sobre qué paso con el mundo de las corporaciones. Hasta donde el sindicalismo tiene que asumir una posición que no sea sólo sectorial.
LA PACO URONDO: ¿En ese sentido, qué te pareció el discurso de Moyano en la Plaza?
RF: El discurso de Moyano en Plaza de Mayo fue muy claro en ese sentido: fue muy autorreferencial, habló para un sector minoritario de trabajadores. No pudo plantear una mirada más amplia, no pudo ver por ejemplo, lo que pasó en Paraguay, con el golpe contra Lugo. No alcanzó a reflexionar sobre la crisis del capitalismo en los países centrales, como dirigente sindical debiera importarle. Tampoco hubo una reflexión sobre el rol del Estado en materia impositiva, pareció un liberal hablando sobre el Estado como si fuera una caja negra y no una herramienta para garantizar empleo, salud, educación, etc.
LA PACO URONDO: María Esperanza Casullo plantea que este conflicto es diferente a otros anteriores del kirchnerismo, ya que este involucra a parte de su base social. ¿Cómo lo ves en ese sentido?
RF: Es así. Cristina fue votada por el 55% de la sociedad, en su mayoría trabajadores. Esto implicaría una ruptura entonces entre ese sector, el que participó de la plaza, y el Gobierno. No sé si se puede hacer una transferencia inmediata. De haber elecciones, gran parte de esa plaza seguiría votando por el kirchnerismo. Esto no significa que no haya que tomar con actitud crítica lo que ha sucedido, que haya que festejar con alegría que se rompan los vínculos con un sector sindical no menor y que esa ruptura se haga bastante intempestiva. El gran desafío del kirchnerismo es recrear base social de sustentación, sin la cual no es posible seguir avanzando en la profundización. También esto tiene que ver con una deuda no saldada al interior del campo popular sobre la democratización sindical, que tiene que ver con ciertas lecturas de la propia historia que en cierto momento quisieron bajar la cortina respecto a orígenes, tradiciones, modos de construir organización que hoy se están distanciando de la impronta que le está dando el kirchnerismo a este momento histórico y Moyano en ese sentido se repliega en una interpretación sindical peronista que poco que tiene ver con lo que generó el kirchnerismo.