Román, el mejor de todos
Escribo éstas líneas inundado de lágrimas y con una gran tristeza en el lomo. El máximo ídolo de la historia de Boca Juniors anunció que no vestirá más la azul y oro. Es el fin de una era y el mejor se nos va. Tiene 34 años, dio todo. Es una leyenda y lo pudimos disfrutar.
Mucho se dirá sobre los pormenores de su decisión. El periodismo deportivo –esa rara raza de esta profesión- hará lo que mejor sabe hacer: escribir historias inventadas, hacer leña del árbol caído y llenar de golpes bajos todos los espacios de comunicación durante varios días. De poco importa, como siempre, el tiempo pondrá las cosas en su lugar.
Hablé varias veces sobre su posible retiro con compañeros de tribuna, pero ningún bostero está preparado para una noticia de esta naturaleza. La ausencia de Román se sentirá y no sólo por el hecho futbolístico, el 10 encarnaba en su persona un ideal de club. Su presencia alimentaba día a día la ilusión de todo hincha de Boca. Otro gran ídolo del club, sintetiza lo que significa Román para el Pueblo de Boca. Ángel Clemente Rojas decía: “Si no está Román en la cancha, que me disculpen, pero no es lo mismo”.
Habrá que seguir, no puedo decir cómo, pero la historia de Boca así lo indica. Se va la magia y sin Román se produce un gran vacío. Quedamos huérfanos, bosteros. Román es el fútbol.
Escuché repetidas veces sus declaraciones de anoche y no quiero reparar en qué fue lo que sucedió. Sólo decir que con su última frase “soy bostero y voy a morir bostero”, me arrancó otra lágrima.
El fútbol está herido. El Pueblo bostero está sufriendo y sólo puedo decir gracias. Se fue Román de Boca. El jugador más grande que tuve la oportunidad de ver con ésta camiseta. Comienza un período en Boca, un período sin magia.
Gracias Román, te voy a extrañar mucho.