"Los sindicatos le dan la espalda a los tercerizados y no incluyen a los desocupados"

APU: En los noventa, con el tema de la CTA se abrió la discusión sobre el modelo sindical. Hoy con el nivel de fragmentación se renueva ese debate ¿Qué elementos problemáticos encontrás en este modelo?

JH: Ante el descontento generalizado de los noventa con lo que era Daer en su momento surgió la CTA y el MTA de Moyano como oposición al modelo entreguista. El modelo sindical que impulsa la CTA termino como ahora, que es el derrotero que fue recorriendo al no tener un programa hasta el final entre experiencia política de los trabajadores y los patrones. Se hicieron fuertes en los gremios estatales, en algunos de la industria está, como el neumáticos de Pedro Wasiejko. La discusión por el modelo sindical termina siendo falsa en tanto y en cuanto no sea abiertamente democrática y los dirigentes no tengan ningún tipo de privilegio.

APU: Vos venis de un gremio de la industria ¿Cómo ves que Caló encabece las expectativas, en el caso de la CGT?

JH: Me parece el menos quemado y el menos conocido. Calo y la UOM no se diferencian en nada de Daer o Moyano. Los trabajadores saben quién es Caló, sufren a Caló cuando les manda patotas cuando puede surgir una oposición y todos los días cuando van a trabajar a la fábrica y sufren prepotencias laborales donde el sindicato está ausente.

APU: En el siglo XXI, el sindicalismo no es el mismo que existía en el primer peronismo por distintos motivos, entre ellos, la fragmentación del aparato productivo, el surgimiento de nuevas formas de trabajo, la aparición en los noventa los movimientos de desocupados, etc. ¿Cómo pensás esa relación con el resto de los sectores populares?

APU: Creemos que los sindicatos tienen que incluir a todos los trabajadores: los que están en actividad, los que no están en actividad, los tercerizados por agencia, etc. Hoy los sindicatos le dan la espalda a los tercerizados y no incluyen a los desocupados.

Te quiero mencionar el ejemplo del Sindicato Ceramista de Neuquén al que pertenece la fábrica ceramista Zanón. Para nosotros que nos consideramos clasistas es un ejemplo para todo el sindicalismo con perspectiva política. Ayer justamente hubo elecciones y la conducción que es la Lista Marrón (PTS + Independientes), ganó con el 72% de los votos. Tiene un método a través del cual la minoría está representada. Los trabajadores de Zanón primero recuperaron su comisión interna, luego cuando la patronal abandonó la fábrica la pusieron a producir, después armaron una lista y ganaron el sindicato, y cuando había movimientos desocupados en todo el país, hicieron entrar a representantes de todos los movimientos de desocupados relacionados al MST, la CCC, el PO, a sabiendas de que en algún momento iba a ser disputada su conducción, abrieron a que ingresen otros partidos a la fábrica. Una parte de esos sectores armaron una lista con la vieja burocracia de los Montes que dirigían el sindicato antes y que hoy se apoyan en La Cámpora.

El sindicato ceramista tiene un estatuto que dice que el máximo órgano no es el Consejo Directivo sino la Asamblea de Trabajadores y que sostiene que un dirigente después de un periodo tiene que volver a la fábrica. Así, se toman las tradiciones de lo mejor del sindicalismo y para nosotros es un ejemplo a seguir. Esto fue refrendado con más del 70%  por la participación sin poner reparos a la existencia de una oposición

El ejemplo a seguir por el sindicalismo en la Argentina, es el Sindicato Ceramista de Neuquén que ni bien asumieron cambiaron los estatutos con estas modificaciones que son las más sustanciales: los dirigentes no cobran doble sueldo; no tienen reelección, tienen que volver a la línea después de un mandato; todas las decisiones se toman en asamblea, que es una de las formas de democracia directa a través de la cual se pueden expresar las necesidades de las mayorías.