¿Quién es esa chica? (tan popular)
Por Mariela Genovesi | Según Charles Peirce, un ícono es aquel que mantiene una relación de semejanza con el objeto al cual representa. En este caso, se podría decir que Madonna, en tanto ícono del pop (“pop” del inglés, popular music), guarda en la construcción de sí misma cierta semejanza con las raíces de ese género musical. Género orientado a la producción y a la comercialización de singles atractivos, efímeros y, paradójicamente, eternos para la memoria del público. La imagen de Madonna, justamente, responde a esa misma lógica de creación y atracción.
¿Quién no recuerda a la Madonna punk, transgresora y disruptiva de los ’80? Y a la vez, a la chica platinada de pelo corto, primero, con mechones oscuros después, y con rulos luego. Morocha o blonda y de pelo largo en los noventa, hasta la versión más actual de rubio ceniza a partir de Ray of Light. Look cambiante, fugaz que entreteje cierto vínculo con la actitud que esa imagen esconde, una actitud transgresora de la que se ha hecho culto y un bien comercial. Si en el ’89 en el video clip deLike a Prayer, Madonna –esa artista que aparecía desnuda, osada en las tapas de las revistas, envuelta en conflictos y escándalos de drogas - encarna en esa ficción “pop” a una joven que redime sexual y moralmente a un santo negro convertido en hombre tras su beso mágico y en medio de cruces en llamas –todo un gesto vanguardista para la época- en el 2007 esa otra, pero la misma Madonna, será la que le dará un beso a Britney Spears, la “princesa del pop”. Ambos hechos, aunque efímeros, serán perfectamente recordables; uno más transgresor que el otro, sí, pero igualmente comercializables. Ese video -con censuras mediante- dio la vuelta al mundo y forma parte, tanto como el beso con Britney, de la mística con la que se ha alimentado una y otra vez a la figura de Madonna. Esa figura que constantemente se inventa y reinventa a si misma al igual que su música.
Pues ella ha sabido adaptarse a los cambios musicales de cada época marcando tendencia. Como el revival de la música disco de los ’80 con Confessions on a dance floor (2005) o el giro de la música pop al tecno-dance a través del single Music en el 2000 –con algún germen en Sky Fits heaven (1998)- o al hip-hop latino con Hard Candy (2008). Apuestas, disrupciones en las que Madonna gana haciendo honor a su envestidura de reina.
Pero esos giros musicales también han sabido adaptarse a las letras y al mundo construido por Madonna en sus canciones.“Prayer”, por ejemplo, esa figura de la plegaria, la oración, el rezo y la súplica que aparece junto con la explosión de su fama, es un lugar común muy utilizado en la composición de sus temas. Topoi –como dirían los griegos- que acompaña al lenguaje religioso mediante el cual Madonna concibe al amor y que aparece a lo largo de toda su discografía.
En Nothing Fails (2005) Madonna canta:
I’m in love with you, you silly thing
(…)
I’m not religious
But I feel so moved
Makes me want to pray,
Pray you’ll always be here
Estoy enamorada de ti, tu tonta cosa
(…)
No soy religiosa
Pero me siento muy movilizada
Me da ganas de rezar,
Rezar por que siempre estés ahí
Y en I deserve It (2000)
This guy was meant for me
And I was meant for him
(…)
This guy has prayed for me
And I have prayed for him
This guy was made for me
And I was made for him
Este chico me importaba
Y yo le importaba
(…)
Este chico ha orado por mí
Y yo he orado por él
Este chico fue hecho para mí
Y yo fui hecha para él
Rezos, oraciones que manifiestan deseos. Casi siempre, el deseo de un amor que busca concretarse o perpetuarse, que no distingue género ni edad y que se manifiesta en términos de espera. Espera tranquila Substitute for love (1998), desahuciada Waiting (1992), que desespera Hung Up (2005), que ya no espera nada Sorry (2005), que insiste y encuentra Beautiful Stranger (1998). Donde el que ama puede comportarse de muchas maneras, mediante una actitud activa Future lovers (2008), con pasión Crazy for you (1985), con celos u obsesiones She is not me (2008) o totalmente enamorado Impressive instant (2000). Rupturas, desenlaces, enamoramientos, encuentros…amor. Madonna le canta al amor en todos sus discos y en la mayoría de las canciones. Amor a la música, a la vida, a los deseos, las buenas ambiciones…amor. Lo hace simple, bello y pegadizo. De ahí que quizás sea la reina también y la más popular de todas.