Una política de Estado en el corazón del cambio de época
Termina la lectura del veredicto del Tribunal Federal ° 1 que condenó a prisión perpetua a 28 genocidas, entre ellos, Luciano Benjamín Menéndez, Guillermo Barreiro y Héctor Vergés. El primero, acumuló su condena 14, 12 a perpetua. Seguirá detenido en una cárcel común. Es un nuevo capítulo de una verdadera política de Estado en el país. A fines de 2015 había 592 policías y militares sancionados.
Afuera del tribunal, más de 10 mil personas se emocionan con el fallo. Hay familiares de víctimas y militancias variadas: organizaciones kirchneristas, de izquierda y sindicatos (muchos desaparecidos en La Perla pertenecían a gremios). Hay pibes muy chicos y abuelas muy mayores. El consenso es intergeneracional y transversal en lo ideológico.
Adentro de la sala, hay referentes de organismos de derechos humanos, nacionales y provinciales: están ubicados al lado del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Esas dos imágenes dan cuenta del amplio acuerdo social y político en torno a las causas que investigan el Terrorismo de Estado.
El macrismo y sectores del Poder Judicial y del establishment (el diario La Nación), exploran sobre los límites de esa política pública, que saben irreversible. Buscan acotarla, quitarle relevancia, discutir sus símbolos. Pero no hay vuelta atrás. Eso explica por qué Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos nacional, aseguró que el Estado va a apelar la decisión de otorgarle la prisión domiciliaria a Miguel Etchecolatz. Lo hizo días después de que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijera torpemente que “entendía” la situación del represor.
Incluso, la impresentable Cecilia Pando participa, a su modo, de ese consenso. Cuando se hizo presente en la audiencia para pedir por un “juicio a los terroristas que ponían bombas en los setenta” le preguntaron cómo podía “defender a personas que mataron, torturaron y robaron bebés”: “Si hicieron eso que decís hay que juzgarlos”, concedió.
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)