7 de agosto de 1981: la CGT-Ubaldini pide paz, pan y trabajo
Después del 24 de marzo de 1976 –instalado el autodenominado Proceso de Reorganización Militar-, algunos -por lo menos durante un tiempo- tuvieron que abandonar la exposición directa de su lucha. Era un secreto a gritos desesperados la resistencia de los compañeros peronistas que todavía seguían vivos y que no habían corrido la suerte de –por ejemplo- el compañero Oscar Smith de Luz y Fuerza y tantos otros dirigentes delegados sindicales peronistas de diferentes gremios.
Esa resistencia había comenzado con la organización de las dispersas fuerzas sindicales que volvieron a encontrarse en la poco recordada “Comisión de los 25 Gremios Peronistas” creada el 1 de marzo de 1977 por el compañero Saúl Ubaldini (cervecero) que unió varias corrientes contra la dictadura y a algunos dirigentes colaboracionistas. Entre otros formaban los “25”: Roberto García (taxista), Fernando Donaire (papeleros) Osvaldo Borda (caucho), el “Negro” Serpa (Federación Obras Sanitarias). La dinámica que impuso el proceso obligó a aquellos gremios a tomar combatividad en la lucha. Fueron los “25” los que salieron a romper con aquellos burócratas nucleados en el edificio de Azopardo, autodenominados CNT (Central Nacional de Trabajadores) o “CGT Azopardo”, funcionales a la dictadura militar, comandados por Armando Cavallieri (comercio), Jorge Triaca (plástico), el “Flaco” Lingeri (Obras Sanitarias) entre otros “Gordos”, que, posteriormente, se pelearían con la “Piba”, todos unos inmorales (todos ellos, aun la Bullrich Luro Pueyrredón, habían acompañado al menemismo).
La resistencia comienza desembozadamente con aquel primer paro convocado por los “25” contra la dictadura, de la que sería conocida como CGT Brasil –fundada en noviembre de 1980, cuyo secretario general era Saúl Ubaldini (apadrinado por Lorenzo Miguel)-, debido a que en esa avenida tenía la sede. La huelga tuvo lugar el 27 de abril de 1979. Pero los “25” fueron detenidos “preventivamente” por la dictadura y enviados a la cárcel de Caseros en la tarde de la víspera, intentando –de esta manera- frustrar al paro. Pero no llegaron a “parar al paro” por la intervención de una ignota “Comisión Provisoria de los 25”, conformada por desconocidos compañeros militantes peronistas y liderada por el compañero tesorero del sindicato UGATS (Unión Gremial Argentina de Trabajadores Sanitarios) quienes al ratificar el paro obtuvieron un altísimo acatamiento de lo que quedaba de la clase trabajadora.
Como siempre, cuando la cosa se ponía espesa y habían hecho las diferentes dictaduras, soltaron al “Loro” Miguel (al que tenían en jaula de oro) de las históricas “62 Organizaciones Peronistas”, para que “buchoneara” en las marchas de San Cayetano de 1981.
La dictadura ya venía en caída -sobre todo a partir del turno del general Viola-, y se probó en aquel 1981 lo que significaba ganar las calles, cuando Saúl Ubaldini, con la consigna “Paz, Pan y Trabajo”, encabezó la columna de trabajadores militantes –por las calles de Liniers- en la llegada a San Cayetano el 7 de agosto de 1981; trataron de frenarlos en la cancha de Vélez Sársfield, pero terminaron, aquellos compañeros puro coraje, doblegando a la fuerza policial. La cuestión se había convertido en una fiesta popular y religiosa y –sobre todo- en un acto de resistencia a la dictadura. Dicen que la reunión llegó a contar diez mil personas que se congregaron frente a la Iglesia del Santo del Trabajo, siendo esta la primera movilización masiva en contra de la dictadura. (Agencia Paco Urondo, publicado en el sitio de Daniel Chiarenza)