“Enfrentaremos cualquier modelo que quiera oprimir a la clase trabajadora”

Por Juan Ciucci

En el marco de las discusiones paritarias de este año, los aceiteros ganaron el centro de la escena con una lucha que se extendió por 25 días, logrando un porcentaje de 36% de aumento salarial final (incluyendo presentismo y otra cifra no remunerativa).

“Si alguien piensa que no lo puede pagar, tiene que demostrarlo, el cuento de la lástima en una discusión salarial no va”, aseguró Daniel Yofra, secretario general de la Federación que agrupa a los trabajadores aceiteros.

En esta entrevista, el dirigente analiza las tensiones con la patronal del sector, sus vínculos con la izquierda y las centrales sindicales y comparte su visión sobre el sindicalismo argentino.

APU: Han llevado adelante una medida muy importante en el marco de las paritarias y ha sido exitosa, ¿cómo evalúan esta experiencia de lucha?

DY: Fue una experiencia altamente positiva. Desde mí experiencia desde adentro es mucho más gratificante el hecho de que los compañeros hayan estado 25 días en huelga, eso hace más relevante la victoria.

APU: La asamblea nacional que hicieron el 25 de mayo mencionaba el apoyo que recibieron de otras organizaciones y partidos de izquierda. ¿Con quién pudo dialogar y quiénes los apoyaron para sostener esta lucha?

DY: Siempre hemos tenido muy buena relación con los compañeros militantes, más que nada uno nombra a la izquierda porque son los que están siempre en todos los conflictos de los trabajadores. Tenemos muy buena relación con ellos y, si bien no militamos en ningún partido, ellos están siempre.

De todas formas, por suerte tenemos la posibilidad de tener una organización muy compacta donde se alinean en un mismo objetivo tanto los trabajadores como la comisión interna, el sindicato y la Federación a nivel nacional.

APU: ¿Cuál es la relación del sindicato con las centrales obreras que hay en nuestro país? ¿Se siente más cercana a alguna?

DY: Teníamos más coincidencias con gremios que intervienen en la CGT de Moyano y en la CTA de Michelli. En sí, nosotros no participamos activamente de la CGT ni de la CTA pero estamos permanentemente interactuando con los compañeros de esas dos organizaciones.

APU: ¿Cree posible la unidad de las centrales a futuro?

DY: No, de ninguna manera. En la medida que las centrales o las organizaciones sindicales estén detrás de un partido político va a ser imposible. Si uno representa los intereses de los trabajadores no puede representar intereses políticos. Pero es un pensamiento personal, no me puedo poner a cuestionar a los dirigentes que practican política porque yo nunca lo hice y no me interesa. Simplemente tengo ese pensamiento: cuando empieza a trabajar en un partido político deja de hacer sindicalismo.

APU: ¿Cómo analiza el acuerdo en el marco del proceso inflacionario? 

DY: Nunca tomamos una posición con respecto a la inflación, porque la inflación te mantiene (entre comillas) con el poder adquisitivo del año anterior. Si vos un año atrás te morías de hambre con el ajuste a la inflación te seguís muriendo de hambre. Nosotros planteamos que la discusión salarial tiene que estar en torno a lo que dice la ley de Contrato de Trabajo en el ART. 116 y en la Constitución Nacional en su ART. 14bis: un trabajador tiene que cobrar una suma que le garantice las necesidades que tiene, vivienda digna, educación, alimentación adecuada, conocimiento, todo lo que dice la ley tiene que estar cubierto con un monto que no lo fija el aceitero, lo fija el INDEC en 2013 sobre una encuesta en hogares. Nosotros no peleamos por un sueldo para los aceiteros, debería ser el punto de partida de todos los salarios del país.

APU: Esta discusión fue en el marco paritario, ¿qué otros conflictos, si es que existen, arrastra la actividad de los aceiteros?

DY: Los conflictos que tenemos año a año, a partir de que se implementó la política del salario mínimo vital y móvil, es aplicarlo. Las empresas que son denominadas grandes no deberían tener problemas, incluso las del interior que argumentan por los costos de transporte, por no tener el río cerca para exportar en barco. En ninguno de esos reclamos ponen la queja sobre el costo del trabajo. Los trabajadores tiene que tener un sueldo digno y tenemos empresas que los pueden pagar.

Las empresas que están en el interior tienen una complicidad estrecha con gremios que tienen salarios mucho más bajos, entonces le aplican un convenio de otras organizaciones para que los trabajadores no cobren un salario digno.

En La Rioja, por ejemplo, estamos formando un sindicato de aceiteros. Un viernes de marzo, elegimos comisión directiva y el lunes nos habían despedido al delegado general. Hicimos un paro general, fuimos a la huelga y sumamos gente y metieron a dos compañeros presos. Después echaron a los ocho restantes y nadie hizo nada.  

APU: En la asamblea habló de “burocracia sindical”, ¿cómo piensa la democracia sindical en los gremios?

DY: La democracia sindical la comprobás en el avance de los delegados, son la muestra que tienen las organizaciones para demostrarle a todo el mundo si tienen democracia interna o no. Cuando empezamos en 2009, en la Federación éramos apenas 100 delegados que se conformaban con algunos delegados genuinos y otros que eran comisión directiva que iban como delegados porque nunca habían realizado una elección. Hoy habría el doble de los delegados que teníamos en el 2009 y es un trabajo que no es fácil porque las organizaciones no están acostumbradas a elegir delegados democráticamente.

APU: ¿Cómo piensa el escenario nacional 2016?

DY: Somos muy independientes de los partidos políticos. Los gobernantes que vengan a partir del 10 de diciembre seguramente van a tener su propio lecho, vamos a ver cómo estamos preparados, concientizados y vamos a enfrentar cualquier modelo político económico que quiera oprimir a la clase trabajadora.