"Los medios y la oposición buscaron una foto para hablar de unidad sindical"
Por Nahuel Placanica
Agencia Paco Urondo: ¿De qué se trató la llamada “Contracumbre” de Mar del Plata?
Horacio Ghilini: Fuera de lo que es el programa oficial de la Pastoral Social existe la costumbre de hacer cenas políticas. Más que una “Contracumbre” fue aprovechar esa instancia para organizar una cena del movimiento obrero con Antonio Caló, compañeros del sindicalismo y el empresariado nacional.
En el encuentro de la Pastoral Social, los medios hegemónicos buscaron una foto entre Moyano, Caló y Barrionuevo para hablar de unidad sindical. Nosotros intentamos contrarrestar esa maniobra mediática con una reunión donde planteamos que para nosotros la unidad sindical es un proyecto de país, no una componenda de dirigentes. La unidad sindical no es un tema que deba ser dirigido desde la oposición, ni desde los medios hegemónicos, es un tema del movimiento obrero.
En esa cena, discutimos un programa concreto con el empresariado nacional con eje en el desarrollo y expresamos nuestra denuncia a la coyuntura vinculada al capitalismo financiero y los Fondos Buitre.También señalamos nuestra voluntad de ir hacia una concertación social entre los sectores productivos de la argentina.
APU: En referencia a la unidad sindical expresaron su rechazo a lo que llamaron “amontonamiento”…
HG: Exactamente. Como te decía, la unidad sindical es un tema del movimiento obrero, no de los medios, ni de la política, ni de los negocios. En ese sentido, reivindicamos la autonomía sindical para la construcción de la unidad. No queremos estafar a la comunidad diciendo que con cualquier componenda se va a lograr la unidad.
APU: ¿Qué criterios entiende que deberían tenerse en cuenta a la hora de discutir la unidad?
HG: La autonomía respecto de lo político – partidario. Por un lado, entendiendo que no sólo hay que ser autónomo del oficialismo sino también de la oposición. No tiene sentido un sindicalismo que en nombre de la autonomía con el gobierno se convierta en el brazo ejecutor del conflicto social de un partido de oposición.
Pero hablar de autonomía no quiere decir que el movimiento obrero sólo tenga que limitarse a reivindicaciones salariales. Nosotros como sindicalismo queremos contribuir a una militancia política de país. Por eso la autonomía partidaria no significa una indiferencia en la visión política de los trabajadores respecto de cómo debe construirse un proyecto de país beneficioso.
APU: En el mismo sentido, ¿cómo piensa la relación con el sector empresario?
HG: En nuestra cena no estuvo ACE, Asociación Cristiana de Empresas, que alguna vez un cardenal me dijo que son muy poco cristianos y nada empresarios. Tampoco hubo representantes de multinacionales. Cuando discutimos un modelo de Nación no podemos sentar en la misma mesa, por más ecuménicos y abiertos que seamos, intereses contrapuestos con los intereses nacionales. Por eso, qué unir en pos de la unidad nacional es importante.
No hay que caer en el verso de que todos somos lo mismo. Existen multinacionales cuyo único interés es llevarse y sustraer ganancias y riquezas de la Argentina sin importarle el modelo de país. El empresariado, sobre todo a partir de los noventa, está muy extranjerizado. Para nosotros es con los capitales nacionales con los que tenemos que construir el modelo productivo que le de continuidad de este proyecto político.
APU: ¿Ese espacio es el llamado “Circulo Constituyente”?
HG: Nuestra idea nunca fue conformar ninguna institución. En definitiva es un entendimiento con el empresariado nacional del sector productivo. La principal contradicción reside en que el capitalismo financiero quiere destruir al capitalismo productivo. En ese sentido, la Pastoral Social estuvo más apuntada a la cuestión social predicada por el Papa Francisco a pedar de que días antes el mismo Papa había hecho declaraciones importantes con respecto a que hay un poder financiero internacional que avasalla soberanías nacionales e impide el desarrollo y la Justicia de los pueblos.
APU: ¿Diría que la Pastoral Social esquivó esa discusión?
HG: Las instituciones argentinas todas, en este caso la Iglesia, están atravesadas por la contradicción acerca de si seguir al Dios dinero o servir a los intereses para los cuales hemos sido formados. Nadie está exento de estas tentaciones. Por eso nos parecía paradójico que en los paneles de la Pastoral Social estuvieran presentes personalidades que representaban más al poder financiero que a una expresión nacional. Cada institución tendrá que resolver sus propias contradicciones en su propio seno. Nosotros nos hacemos cargos de las nuestras.