¿Cómo construir un personaje para tu historia?
Hay muchas personas que están pensando introducirse en el mundo de la escritura o de la creación de historias con fines publicitarios (storytelling), pero no saben cómo hacerlo y no cuentan con los recursos necesarios para poder desarrollar estas habilidades. Es por este motivo, que resulta fundamental aprender a imaginar algunos aspectos que son centrales en la conformación de una historia.
Hay muchas escuelas de escritura que parten de un hecho o un evento y, en base a esa idea, construyen a los personajes que van a desarrollar esa historia. En cambio, por otra parte, hay escuelas de escritura que comienzan desde los personajes y, en consecuencia, desarrollan luego los hechos y los desafíos que van a tener que superar esos personajes.
Últimamente, el tipo de contenido que se está desarrollando con mayor frecuencia y que obtiene mayor éxito son las historias creadas a partir de personajes interesantes y atractivos. Por lo tanto, aprender a construir un personaje para una historia se puede considerar la base de un buen contenido. A fin de desarrollar esas habilidades es importante el curso de escritura. De esta manera, al aprender de parte de un profesional, puede contar con una ayuda extra y pueden adelantar muchos pasos de este complejo proceso creativo.
El primer paso: pensar virtudes y defectos
Para poder crear un personaje que sea más complejo y que les permita a las demás personas identificarse con él, es necesario que tenga virtudes y defectos. Ningún villano creíble es tan malo como parece ni es plano en sus intenciones, por ejemplo, ya que siempre debe haber algo detrás que nos haga comprender su postura.
Si se piensa en un personaje icónico como el Joker (también llamado Guasón), si bien es un villano, su historia de origen nos muestra su descenso hacia la locura y los motivos por los que realiza acciones “malas” están completamente justificados en su forma de ver el mundo. Si hace explotar un hospital, por ejemplo, es para darle una señal a la sociedad de que está dispuesto a hacer lo que haga falta para derrumbar el orden establecido y para mostrar la cara real de la justicia corrupta.
Por su parte, si crean un héroe o un personaje que desean que dé una buena imagen, también tiene que tener virtudes, ya que, si es demasiado perfecto, no será interesante. Esto fue lo que ocurrió con Superman, por ejemplo, que se volvió aburrido por ser demasiado fuerte e invencible y, por lo tanto, debieron sumarle la debilidad a la kriptonita y crearon supervillanos que pudieran combatir con él.
Considerar la motivación vital de ese personaje
Todo personaje debe tener una causa para vivir. Si se piensan los ejemplos más simples, entre los casos que ya mencionamos, Superman vive para proteger al mundo y el Joker vive para destruir a Batman y para dominar ciudad Gótica.
Si bien pueden realizar personajes complejos, con muchos matices y con un carácter único, su motivación para vivir siempre debe ser simple. Incluso si no tiene una motivación para vivir (en caso de que sea un total nihilista), también este rasgo será característico y será uno de los ejes que rigen la forma de ser de ese personaje.
Para darse cuenta si encontraron una motivación válida, debe ser fácil de explicar en palabras concretas y debe poder comprenderse al seguir la historia. No importa que en un principio esa motivación esté oculta para generar intriga, siempre debe estar de fondo para regir las acciones de los personajes y para fundamentar su forma de ser.
Plantear objetivos claros a superar en la historia
Más allá de la motivación que puede tener cualquier personaje para vivir su vida, también deben plantearse objetivos claros y concretos en cada relato. Retomando el ejemplo de Superman, que es uno de los personajes más fáciles de identificar, mencionamos que su motivación de vida es proteger al mundo. Un objetivo concreto aparte de esa motivación podría ser proteger al mundo de una amenaza particular, como un ataque de un villano.
Este objetivo debe representar un desafío y debe ser un problema a resolver para el personaje. El resultado que se obtenga lo podrán determinar ustedes, ya sea que salga victorioso o ya sea que fracase, pero siempre debe haber un proceso de superación que se lleve a cabo.
Definir los rasgos físicos y su apariencia
Incluso aunque no lo digan explícitamente en la historia que están contando, la apariencia física, los rasgos y las habilidades de ese personaje deben estar siempre pensadas de antemano para poder desarrollar la historia de forma coherente. Todos sabemos que Superman es un hombre fuerte, con piel impenetrable, visión de rayos X, etc. Estos poderes no son explicados en cada historia que sale de este personaje, pero están siempre implícitos y ayudan al desarrollo de los eventos.
Asimismo, si es una historia sobre un personaje que es demasiado alto, pero no se menciona de forma explícita, este rasgo cambiará la forma de ver el mundo de ese personaje. Por ejemplo, se chocará a menudo la cabeza con el dintel de las puertas o tendrá una diferencia de estatura considerable en comparación con otras personas.
Agregarle un toque único y particular
En este aspecto, no hay un manual que explique la forma de hacerlo ni especificaciones concretas que deban seguir. Cada personaje que creen será único a su manera, y ustedes le deberán agregar características particulares que se les ocurran. Aquí se ve el ingenio y la capacidad creativa de cada persona, ya que es muy difícil darle ese toque único que puede hacer a un personaje mucho más querible que a cualquier otro.
Por lo tanto, en conclusión, si siguen los consejos que les brindamos anteriormente, es probable que desarrollen buenos personajes. Pero siempre es indispensable realizar un curso de escritura a fin de consolidar los conocimientos técnicos y para adquirir habilidades particulares que pueden ser de gran ayuda al momento de expresar nuestras ideas y para crear mundos diferentes.