28 años sin José Luis Cabezas: “No olvidar”

Transcurría el verano de 1997, vacaciones en la costa atlántica y una frase se nos hizo familiar: “No se olviden de Cabezas”.

Hacía referencia al fotógrafo José Luis Cabezas de 35 años, entonces periodista de la Revista Noticias, quien, junto a un compañero, Gabriel Michí, se habían hecho presentes en Pinamar para documentar lo que fuera periodísticamente relevante de las vacaciones de los ricos y famosos argentinos.

Sin duda una fotografía del empresario José Luis Yabrán lo era. Ya el verano anterior José Luis le había hecho una toma que no se publicó y a causa de eso, había recibido amenazas durante los meses posteriores.

El verano del 97 la Revista Noticias mostró en su tapa la imagen del empresario obtenida por el periodista. El jefe de su custodia, Gregorio Ríos y los hombres centrados por este fallaron en su objetivo de garantizarle “un verano tranquilo”. Se le atribuye haber dicho que “sacarle una foto era como pegarle un tiro en la cabeza” y las consecuencias no tardaron en llegar.

La madrugada del 25 de enero, José Luis y Gabriel trabajaron cubriendo una fiesta organizada por Oscar Andreani. Michi se fue solo y Cabezas fue interceptado al retirarse y, horas más tarde, su cuerpo y automóvil calcinados, fueron encontrados en una cava cercana al km 385 de la ruta provincial 11 camino a General Madariaga.

El impacto social y periodístico fue importantísimo, gremios como AGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y SIPREBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) lideraron los reclamos y la evocación de lo sucedido a su compañero, organizando actos y pedidos de justicia.

En enero del 2000 se desarrolló el juicio en los tribunales de Dolores. La justicia condenó a perpetua al autor material Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Camaratta. La misma condena recibió Gregorio Ríos y el comisario de Pinamar Alberto Gómez por liberar la zona. Yabrán no fue condenado, pero se quitó la vida de un escopetazo en mayo de 1998 en una estancia de Entre Ríos, en donde en breve recibiría una orden de detención, acusado de ser el autor intelectual del crimen.

En la crónica de cada año para recordar lo sucedido el hecho se va releyendo y resignificando, con una inevitable mirada comparativa con el presente. Siguen vigentes el debate entre la libertad de prensa, el uso de las imágenes, el delgado límite entre lo público y lo privado, la impunidad de los poderosos, la corrupción policial, el derecho a la información y a la verdad. 

José Luis tendría hoy 64 años, sus hijos que viven en España ya lo transformaron el abuelo, sus padres, que tanto pidieron justicia en los medios, fallecieron. El documental, “El fotógrafo y el cartero” es una completa síntesis para quienes no conocen el caso. 

El asesinato de José Luis Cabezas fue el primero de un trabajador de prensa desde el retorno a la democracia, logro ponerle un rostro a uno de los personajes mas oscuros y poderosos de los años 90. Un triunfo desde lo periodístico tal vez, su sentencia de muerte en la vida real.