Ernesto Resnik: "Los países con mayor vacunación son aquellos donde hay paraísos fiscales"
Por Martín Massad
Agencia Paco Urondo: El diario La Nación tergiversó una declaración suya. ¿Qué fue lo que pasó?
Ernesto Resnik: Desde que se instaló la posibilidad de que la vacuna Sputnik V venga a la Argentina combato las cosas que se vienen diciendo. Lo que sabíamos era que la vacuna era buena. La ANMAT había dicho que la vacuna estaba aprobada. En algún momento le dije a un médico que él era parte de esta propaganda: ‘’Va a llegar el momento en el que se mueran personas por esto que están haciendo ustedes de convencer a la población de que es una vacuna mala’’. El diario La Nación usó esta noticia y trató de presentarme como que yo le había faltado el respeto a esta persona, y fue todo lo contrario: lo que yo dije fue que hay responsables de esas muertes, y de esa muerte en particular, y que son los medios los que hicieron toda esta campaña de odio y de duda. Eso es todo lo que dije. En consecuencia, recibí una pequeña legión de agravios con los insultos más extraños. Se armó una campaña tratando de hostigar a mi empleador diciéndole que cómo podía ser que tengan a esta persona en su empresa. El resultado fue todo lo contrario. Lo que inició como un día horrible para mí terminó siendo un día emocionante, en donde recibí el apoyo de los periodistas, de la facultad de Ciencias Exactas, de miles de personas que firmaron un documento de apoyo hacia mi persona. Ahora mi empresa me reconoce como alguien que mucha gente considera como un buen comunicador de ciencia y me brindó su apoyo irrestricto.
APU: El diario de La Nación lo cataloga como un científico kirchnerista...
ER: Si, pasa por ahí la cuestión, ellos tienen sus lectores y la etiqueta era para facilitar al lector que no tenga que ahondar en la historia. La pregunta básica que yo me hacía o lo que yo estaba diciendo lo desviaron, porque seguro que estaba en qué parte fueron responsables. Al etiquetarme de kirchnerista, al lector no le hace falta ahondar ni pensar en nada más.
APU: ¿Cómo ves la vacunación en el mundo y en la Argentina?
ER: Yo soy optimista porque el problema de las vacunas ha sido la producción masiva. En el mundo faltan, lo vemos todos los días, es una guerra. Como el caso de Italia bloqueando la salida de vacunas hacia Australia. Pero creemos que entre abril y marzo se espera un gran incremento en la producción. Esto tiene que ver con que la mayoría de los que hacen las vacunas, incluida la del Instituto Gamaleya, han reclutado a los monstruos biotecnológicos de genéricos como India y Corea. Trasladar cómo hacer la vacuna de un lugar a otro lleva tiempo. Si se logra vacunar a la población mayor, creo que con 10000000 de personas ya vacunadas, estaríamos muy aliviados. Vamos en esta carrera de tensión entre el virus y la vacuna. El virus empezó a crecer de nuevo en muchos lugares. Hay cuarentena estricta en Italia por la nueva variante británica. En Argentina tenemos este problema con la variante de Manaos, proveniente de Brasil.
APU: Si hay variantes del virus: ¿Habrá nuevas vacunas cada año?
ER: Primero hay que resolver estas variantes. La buena noticia es que las vacunas funcionan casi 100% con una de las variantes que se impuso en toda Europa y ahora en Estados Unidos, funcionan también con la variante de Sudáfrica y con la de Brasil. Si llegan a aparecer mutaciones sobre estas nuevas mutaciones entonces las vacunas empiezan a no funcionar, y estamos en un problema. Normalmente eso ocurre con el tiempo. La vacuna de la gripe se da cada año porque el virus cambia, pero en este caso, no sabemos cada cuánto nos tendríamos que vacunar. Seguramente, tendremos que hacer una nueva versión de la vacuna que incluya estas nuevas variantes.
APU: El ministro Salvarezza auguraba que Argentina podría llegar a tener una vacuna de producción nacional: ¿Sería esto posible?
ER: Si, es posible. Las vacunas son relativamente fáciles de diseñar y desarrollar en las primeras etapas. Son bastante parecidas, es decir: introducen un pedacito del virus para peparar el sistema inmune. Estamos llegando los 400 millones de vacunados en el mundo entero con pocos efectos secundarios graves. El problema con las vacunas que vengan ahora va a ser probarlas. Cuba está a punto de entrar en la fase 3 de su vacuna. Con un sistema de ciencia y técnica todavía bueno a pesar de los gobiernos neoliberales, Argentina sigue teniendo un gran sistema de formación de profesionales, el material para producir estas cosas está, y se ha demostrado durante la pandemia.
APU: Los referentes de Juntos por el Cambio opinaron que el Estado debería correrse de la distribución de las vacunas para darle lugar a los privados.
ER: Es la filosofía de este grupo. Si no hay para todos que haya para los que tienen más. En Europa y EE. UU. la distribución de vacunas es gratuita. Los países con mayor vacunación, en términos proporcionales, son los países donde hay paraísos fiscales. Para una vacuna que cuesta 20 dólares, Israel pagó 9,50 dólares y estos lugares más chicos pagaron 500 dólares la dosis. Tienen una población de alto poder adquisitivo. Y creo que Cambiemos pensó algo así, paguemos 500 dólares, porque nuestra gente tiene ese dinero. Es una propuesta absurda, casi graciosa. Ni Australia ni toda Europa están haciendo una cosa así. Es una corrupción intelectual de primer nivel.