Biblioteca Nacional: el patrimonio cultural en peligro

El 27 de marzo pasado, en vísperas de Semana Santa, 120 empleados de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno fueron despedidos con un mail que recibieron a las 21.30 horas, con la información de que sus contratos no serían renovados a partir del 1 de abril.

Esta medida afectó a todas las áreas y es especial al Museo del Libro y de la Lengua Horacio González, al sector audiovisual y al ciclo Coliseo de Poesía que dirigía el escritor Guillermo Saavedra. La Biblioteca está bajo la dirección de Susana Soto Pérez y depende del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.

Luego de los despidos empezó a circular una carta pública llamada “La memoria está en peligro” para pronunciarse "en defensa de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, cuyo quehacer y funcionamiento está siendo vulnerado por estos días, en el marco de un ataque gubernamental sistemático a la cultura, la ciencia y la educación argentinas".

Los firmantes resaltan las actividades de la Biblioteca, "una entidad que con sus producciones y patrimonio disponibles custodia la historia, nos narra como pueblo, genera cultura y fortalece la soberanía argentina".

Entre los escritores, periodistas y personalidades que dieron su apoyo están Dolores Reyes, Rafael Spregelburd, Juan Falú, Cecilia Roth, Juan Dalfiume, Beatriz Sarlo, Horacio Altuna, Felipe Pigna, Cora Gamarnik, Ángel Cappa, entre otros.

El comunicado destaca que la Biblioteca tiene varias sedes; el Museo del Libro y de la Lengua. centros de investigación dedicados a los pueblos originarios, la literatura infantil, la cultura afro, la novela policial, el psicoanálisis y a Jorge Luis Borges. Además cuenta con una Escuela Nacional de Bibliotecarios, programas de derechos humanos y de radio, una editorial, y próximamente, una librería. 

El martes 16 de abril y convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se realizó un encuentro por la cultura y para pedir la reincorporación de los 120 despedidos, en la explanada de la Biblioteca. Participaron distintas personalidades como la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida, escritores e intelectuales como Martín Kohan y Claudia Piñeiro. También estuvo presente Sergio Palazzo, secretario general de la Bancaria y diputado por el Frente de Todos,

Los trabajadores manifestaron en un comunicado de prensa: “Somos sus trabajadores quienes garantizamos el acceso a estos derechos a la ciudadanía. Los trabajadores de la Biblioteca Nacional venimos construyendo una institución cada vez más activa, profesional y comprometida con su desarrollo bibliotecológico y cultural, promoviendo la capacitación permanente para estar a la altura de su importancia. El ajuste y los despidos solo deterioran los servicios que brinda la institución”.

Testimonio

En una entrevista reciente realizada por Daniel de Santis para el programa “Todos los Fuegos”, uno de los despedidos, Marcelo Conti, hijo del escritor argentino y militante Haroldo Conti, declaró: “Tengo 35 años en la Biblioteca Nacional, soy electricista matriculado y tengo documentado en un parte diario, todos los trabajos e instalaciones que realicé cada día en estos años. Mi despido es político, soy congresal de la Central de Trabajadores Argentinos y militante de ATE. Con este gobierno la persecución ya ha sido directa, terminando no sólo en el despido mío, sino que acaban de echar a mi hijo Lautaro Conti del Ministerio de Economía. Está claro, somos Conti y vos sabés lo que es la persecución política”.

“Además tengo tutela gremial, me falta un año para ser jubilable, violan todos los artículos que se te puedan ocurrir, es muy claro. También han despedido compañeros míos muy valiosos para el Estado y la sociedad, con título universitario, manejo de idiomas, gente intelectual, y los echan como a perros. No tienen miramientos”, agregó Conti.

Y concluyó: “Como durante el macrismo, hablan de los ñoquis pero después nombran a sus familiares y amigos con cargos altos. Yo creo que la situación nos va indicando cada vez más que tenemos que empezar a construir una nueva herramienta política y desde el poder popular como en los años 70".

Vaciamiento cultural

La situación de la Biblioteca Nacional y sus trabajadores sólo es un ejemplo más del lugar en el que el actual gobierno quiere poner a la cultura. Lejos de considerarla un valor que nos caracteriza como grupo social y a la vez, un derecho, parece entenderse como un gasto para el que por ahora no hay presupuesto.Los cerca de 1200 despidos de la Secretaría de Cultura, solamente en el ámbito nacional evidencian lo afirmado.

Por estas medidas corren peligro áreas con importantes producciones como el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional del Teatro, la Comisión de Bibliotecas Populares, el Instituto Nacional del Cine y el Instituto Nacional de la Música. Este accionar replica hacia el interior del país entablando una pulseada permanente con aquellos que aún resisten y defienden como pueden, espacios para que el patrimonio cultural logre sobrevivir.