Carla Crisantemo: “El arte es la vía de acción y comunicación que me hace sentir libre y viva"
Por Victoria Palacios*
Madre, Artista y Docente Feminista del conurbano Bonaerense, Carla Alvárez es graduada de la Escuela de Artes Visuales "Antonio Berni" de San Martín. Coordinadora del “Taller Crisantemo”, espacio de arte y juego para niñes, que funciona en la Biblioteca Popular Ciudad Jardín, desde 2010. Forma parte de la colectiva Mutágenas, Artistas del conurbano. Es integrante de la Comisión de Género de la Asociación de Fomento Martín Coronado; y representante de la embajada ZO (Zona Oeste) de la SAC ( Sociedad Argentina de Collage).
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué cuestiones de tu arte y tu hacer artístico se vieron limitadas con la pandemia y qué otras se potenciaron?
Carla Crisantemo: La realidad es que se hizo difícil poner el cuerpo. Con los colectivos con los que trabajo empezamos a generar redes virtuales para seguir accionando con otras herramientas y desde otros espacios, sin perder de vista la importancia que tiene generar acciones de visibilización. Por eso, hubo un contacto con las chicas de Emergencia en Violencia de Género con las que hicimos un pequeño audiovisual para generar conciencia y exigir la Ley de Emergencia en Violencia de Género. Por otro lado, desde la colectiva Mutágenas generamos contenidos sobre el peligro que para muchas representa el encierro, también de las exigencias que nos atraviesan a las mujeres en la construcción de los roles de cuidado, como puede ser el de madres, incluso el de docentes, sin perder de vista las acciones artísticas. Desde mi lugar de docente, intenté seguir sosteniendo ese vínculo con les pibes, generando un espacio donde puedan expresarse, crear pensando todo el tiempo en nuevas propuestas para que se sientan invitades a seguir haciendo más allá de la distancia física. Desde la biblioteca popular Ciudad Jardín, espacio en el que doy un taller de arte para niñes seguí generando contenidos, como puede ser cuenta cuentos, talleres y clases virtuales, armamos equipo con amigos y amigas músicas. Siempre poniendo el foco en propuestas que sigan invitando al hacer y estar presentes en lo que hay que estar. Desde mi lugar veo fundamental el decir, que el arte comunique, que invite a reflexionar, a cuestionarnos un montón de formas que ya no deben ser normalizadas, que sea un puente para encontrarnos, llegar a donde muchas veces no llega nada ni nadie como puede ser el Barrio La Esperanza, donde estamos con proyectos a futuro con la Asociación de Fomento Martín Coronado.
En lo que tiene que ver con acciones que quedaron truncas había para hacer artivismos con gente de DDHH de Tres de febrero que se vieron limitadas a la virtualidad pero aun así siguieron sucediendo, aproximadamente hace un mes, gracias a la invitación de Vale Dinkoff y Parafinas Doradas hicimos una acción que se llamó “No somos invisibles” con respecto a los femicidios que suceden en este tiempo de confinamiento.
APU: En tu recorrido artístico, ¿qué experiencias personales y colectivas generaron una práctica militante? ¿En qué consiste o consisten estas (prácticas)?
C: Para mí el arte no puede estar separado de lo que me interpela como mujer, como habitante de este mundo. Por eso siempre me veo comprometida con las acciones que tengan que ver con algún reclamo social, con necesidades del territorio, participé de festivales dando talleres de arte para niñes cuando intentamos detener el cierre de la cooperadora de la salita 7 de Ciudad Jardín; participé en un festival para pedir que deje de funcionar un Aeropuerto de Palomar pintando una Rayuela, que lamentablemente fue destruida por la Municipalidad de Tres de febrero; participé en varios festivales realizados por familiares y compañeres de desaparecidos, pintando, haciendo convocatorias de arte correo, dando talleres. No puedo separar mi hacer artístico de mi mirada social. Cuando puedo realizo talleres itinerantes en los barrios vulnerables, también con gente de la Unidad Básica de Ciudad Jardín, participé de la acción Las 100 Evitas.
En las escuelas también, como docente, desde el espacio que tengo en las escuelas intento generar acciones colectivas con les pibes, trabajamos para el 8M, para el Ni Una Menos, para el 24 de marzo, haciendo instalaciones abiertas a toda la comunidad docente y a les alumnes, con participación de las familias. Tuve en algunas oportunidades intercambios por mi manera de pensar pero sigo creyendo que cuando uno va de frente y está comprometido no tiene nada que esconder y que desde el lugar que ocupo no puedo ir en contra de lo que pienso.
APU: ¿Cómo podrías describir las representaciones estéticas que te inquietan? ¿Qué cuestiones te interesa mostrar y cómo?
C: Mis producciones surgen desde la necesidad de comunicar, todas surgen de alguna situación específica por la que me siento totalmente atravesada. Intento que la imagen sea mi voz, generalmente aparece la figura femenina, en ella intento representar nuestra lucha, nuestra resistencia, nuestro dolor, nuestros roles, esos que quisimos y esos que no quisimos ocupar. Más allá que algunas imágenes las siento crudas intento también representar algo del deseo, algo que nos motiva que nos mantiene encendidas. Utilizo diversos materiales, el collage, intento trabajar sobre distintos soportes. Me gusta tener la posibilidad de conectar diferentes texturas que por ahí no tengan un uso plástico, incursiono en lo textil o bordado pero de caradura, sin tener una técnica específica. Pero cuando empiezo a trabajar mis imágenes muchas veces surgen de lo colectivo, de las fotografías de compañeres fotógrafes, muchas veces con música, una canción en la que soy invitada a intervenir, también he participado con ilustraciones para amigas poetas.
Lo que más me gusta hacer es trabajar colectivamente, trabajar desde lo performático. Con Mutágenas, artistas del conurbano, venimos trabajando de esta manera. Mutágenas surge hace un poco más de un año con una convocatoria abierta para mujeres artistas, poetas y visuales de tres de febrero y alrededores con la propuesta de hacer un libro con la mirada puesta en el 8M. Editamos un libro en papel y un libro objeto que fue presentado en “Poesía en la Terraza” en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, también participamos de la Feria del Libro el año pasado haciendo una acción a modo de escrache en cuanto a la gestión de Diego Valenzuela en las políticas de género. Y casi llegando a fin de año tuvimos la alegría de enterarnos de que íbamos a participar del “Para todes, tode”, ahí tenemos montada nuestra instalación de una escultura aérea circular, nuestros trece tocados hechos por las mutágenas de diversos materiales y formatos, hay una instalación audiovisual y llegamos a hacer una presentación. Lo potente de este espacio es la conexión de artistas de todo el país, la mirada federal donde todas tuvimos la posibilidad de estar en un Museo como el Centro Cultural Néstor Kirchner y esperamos que podamos volver a recuperar estos espacios, a continuar con lo que quedó esperando en este tiempo de pandemia. Vamos mutando como dice nuestro nombre, según las necesidades que surjan y las intenciones que tengamos, aprendimos a trabajar colectivamente, a conocernos y respetarnos y a generar redes con otras colectivas. Lo importante es que nuestro trabajo parte desde el territorio hacia afuera con la mirada puesta en los espacios que habitamos.
APU: ¿Cuáles son tus proyectos actuales?
C: Van surgiendo día a día. Prefiero elegir un presente constante porque estamos un poco desorientades en cuanto a qué va a suceder. Por suerte tengo amigues que son artistas y me van invitando a sus proyectos ya sea para ilustrar alguna canción o algún texto. Eso me motiva, el hacer colectivo es lo que más me gusta hacer. Hace muy poquito se armó una embajada de collage que depende de la Sociedad Argentina de Collage y ahí también estamos con algunos proyectos. Estuve participando con algunas imágenes que estuve produciendo en este tiempo de cuarentena en una convocatoria desde España que iba a ser presencial y terminó siendo virtual. Más allá de esta situación que nos evita el encuentro físico, la verdad que he conocido muchas personas y artistas. Me he puesto en contacto con diferentes organizaciones y colectivos que generan e invitan a participar de esos espacios y tiene que ver con esto de resistir más allá de esta situación donde todo se detiene. En cierto sentido como un bálsamo, el momento en el que siento que puedo acomodar todas esas aristas de las que soy parte.
*La nota contiene lenguaje inclusivo por decisión de la autora y la entrevistada.