"El cine argentino tiene el desafío de llegar a sus espectadores con productos nobles, verdaderos"
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Por Juan Ciucci
APU: Acaba de terminar el acto de la Presidenta en el que realizo una despedida a todos los actores y directores que van a Cannes (ver nota). ¿Qué te pareció?
Damián Szifrón: Fue agradable, nos invitó, fue una linda experiencia, muy lindo el edificio, no conocía la Casa Rosada. Estuvimos con los actores, los directores.
APU: ¿Cuáles son tus expectativas con la película allá?
DS: Que no le tiren manzanas, que no la abucheen, ya de movida es como que yo siempre temo lo peor, así que con que no pase lo peor, ya estoy agradecido. Después, simplemente estoy muy contento por poder participar, de que hayan elegido la película, es un proyecto fuerte, grande, importante, da muchas posibilidades de llegada a otros territorios.
APU: No es la única película que va, son seis argentinas ¿Cómo analizas este momento del cine nacional?
DS: A juzgar por esta situación en Cannes es muy bueno, obviamente con distintos jurados, distintas secciones que se pronunciaron a favor de estas películas. Eso habla por supuesto de que una película también tiene que llegar a la gente, a los espectadores, el cine es una actividad que se necesita y a mi entender se hace para que personas es una sala disfruten, aprendan, crezcan, cambien su mirada sobre determinados temas, sobre algunas temáticas que una película toca. Creo que el cine argentino tiene el desafío de llegar a sus espectadores con productos nobles, verdaderos, que surjan de nuestra imaginación y del deseo de narrar historias y determinados conflictos. Y tiene el desafío de encontrarse con esos espectadores que completen la película y con productos que no sean puramente entretenimiento vacío, carente de sentido, interés; muchas veces incluso para que quienes no van al cine, en tanto eso vaya sucediendo, algo va a estar pasando. Yo hablo mucho del cine nacional, ahora porque me estás preguntando. Por definición el cine es internacional, nos conecta a los seres humanos independientemente de los límites territoriales.
APU: La presidenta hizo mención a la idea de la industria, ¿cómo ves este momento para la producción de películas acá?
DS: Esa es una larga discusión sobre si al cine se lo entiende como arte o como industria, creo que tiene un componente de las dos cosas, como también lo tiene la arquitectura. Obviamente tiene sus decisiones estéticas pero para producirlas, no es como con un cuadro, uno lo puede pintar y no tiene costo, como la literatura que te sentás y escribís el libro y eso verdaderamente es de una inmediatez muy grande. El cine no, requiere de mucha inversión, requiere de mucha técnica, mucha gente concentrada mucho tiempo que no son intercambiables: el equipo técnico, los productores, los actores, también hacemos la película, la modifica. Hace que vaya tomando determinados rumbos que por ahí no tomaría con otros actores o con otros técnicos, o con otros productores. Entonces en ese sentido la industria tiene una consecuencia sobre lo artístico muy directa, esa relación tiene que ser lo más sana y sólida posible
APU: En la actualidad ¿te parece que es así, en qué momento estamos?
DS: La verdad es que hay de todo. Si tengo que ser justo con lo que pienso, hay producciones muy serias y hay muchas producciones muy poco serias, hay enormes partidas de dinero que se dedican a películas que tienen sentido, y a otras que se dedican a producciones que se hacen sin demasiado interés. Es difícil para el Estado fiscalizar cuál es la producción valiosa y noble y cuál es la que… ¿está bien que se haga esto así? Hay mucho de eso también, hay que decirlo, el caso de las películas que hicimos nosotros están hechas con mucha cabeza, mucho corazón te puede gustar o no pero hay muchísimo trabajo detrás de eso y el apoyo que recibimos de todas entidades que participan es muy importante y es un negocio muy difícil el cine. Yo creo que a la película le puede ir bien, con el aval que tiene el festival de Cannes. Igual los números de la película son muy difíciles de revertir porque no es algo que esté garantizado, se gana más plata haciendo películas poco valiosas y estrenándolas un día y que vuele de cartel. Los productores que hacen eso a veces ganan mucho dinero y de pronto los que apuestan a algo más complejo cuesta mucho recuperarlo, eso existe, el espectro es amplio.